Bonnie 'Prince' Billy reinventa su legado en A Coru?a

Will Oldham nunca est¨¢ donde se supone. Y si asoma el m¨¢s m¨ªnimo indicio de que podr¨ªa repetirse, cambia de cuadrilla y aparece en otra parte, con otro semblante. Tiene esa man¨ªa. Si alguien esperaba el s¨¢bado en A Coru?a que el de Louisville desgranase una a una las canciones de su ¨²ltimo disco como Bonnie Prince Billy, el notable Wolfroy Goes To Town (2011), debe estar rumiando todav¨ªa el truco. En casi dos horas y con el auditorio de ExpoCoru?a acariciando el lleno, algo m¨¢s de 300 personas (calladas), apenas dej¨® caer un par de cortes de ese ¨¢lbum. La americana es demasiado ancha, y a estas alturas su discograf¨ªa tambi¨¦n.

Entre You Can't Hurt Me Now, de Beware (2009), y That's What Our Love Is, el tema central de The Wonder Show of the World (2010), no qued¨® un solo disco sin tocar. Ninguno. Ni su ¨¦poca en Palace Music (New Partner) ni sus colaboraciones con Matt Sweeney (A Beast For Thee, There Is No God) ni la que es tal vez su canci¨®n m¨¢s popular, I See A Darkness. Hasta se permiti¨® dos versiones: una de Leonard Cohen (A Bunch of Lonesome Heroes) y otra de un est¨¢ndar popularizado por Peter, Paul and Mary, Joan Baez y Johnny Cash, Pack Up Your Sorrows.

Tom Waits abstemio

Nada suena como antes. Ni rastro de aquel barbudo r¨¢cano que aullaba a solas con su guitarra sobre un escenario de Vigo hace cuatro a?os, en el quinto Festival Sinsal. Bonnie Prince Billy ha encontrado a su banda, al menos por ahora, y solo as¨ª se explican discos tan sinceros como The Wonder Show of the World y conciertos como el del s¨¢bado, que abri¨® Abel Hern¨¢ndez, ex Migala, con su proyecto El Hijo. Oldham no ha perdido su gravedad, ni una coma, pero con The Cairo Gang puede permitirse una relectura amable de su cancionero y, de paso, de la herencia de sus abuelos. Pura bonhom¨ªa.

Las canciones pasan ahora por las voces de Angel Olsen y Emmet Kelly, a veces incluso a la misma altura que la de Oldham (Pack Up Your Sorrows). En medio del combo -contrabajo, piano, armonio y la guitarra erudita de Kelly-, Bonnie gesticula, amenaza con bailar y se retuerce en las costuras de su traje de Tom Waits abstemio. Histri¨®nico, s¨ª, pero honesto. Solo as¨ª se puede ir uno sin sonrojarse tras el ¨²ltimo verso: "The smell of your box on my moustache or a crossword on our minds".