'Glamour' dibujado para tiempos turbulentos
Una exposici¨®n recuerda al ilustrador de moda Carlos S¨¢enz de Tejada
En una reciente edici¨®n del Vogue estadounidense centrada en pieles y joyas, su poderosa directora Anna Wintour trataba de defender la pertinencia de tanto lujo en plena crisis: "Quieres creer apasionadamente en la necesidad de escapismo para crear algo que nos transporte a todos a un lugar m¨¢gico y ultramundano". Algo que podr¨ªa explicar la aparici¨®n en Par¨ªs en los a?os treinta del siglo pasado -inmediatamente despu¨¦s de la otra gran crisis- de las grandes casas de moda, como Chanel, Lanvin o Givenchy. Aquel "microclima donde floreci¨® la alta costura", como lo describe en el cat¨¢logo la periodista de The New Yorker Judith Thurman, fue minuciosamente documentado por el ilustrador Carlos S¨¢enz de Tejada, a quien el Museo ABC dedica una exposici¨®n.
La elegancia del dibujo. Cr¨®nica de Par¨ªs, de Carlos S¨¢enz de Tejada recorre, a lo largo de 300 dibujos, la historia de esa ¨¦poca de turbulencias y penalidades que, sin embargo, dio un vuelco al mundo de la moda. Se acabaron las lentejuelas de los locos a?os veinte, pero el glamour se resist¨ªa a morir. Aparece la gran revolucionaria de la moda, Coco Chanel, una rival muy poderosa para Elsa Schiaparelli, hasta entonces la reina del cotarro. Hab¨ªa otras, como Jeanne Lanvin, en ese mundo de hombres y mujeres elegantes y ambientes sofisticados.
Florecieron los desfiles, en cuya primera fila ten¨ªa su sitio S¨¢enz de Tejada, que trabajaba para Harper's Bazaar, Vogue y Femina, en Par¨ªs, y hac¨ªa su cr¨®nica ilustrada para el semanario Blanco y Negro y el diario Abc cuyo museo conserva, en total, unos 700 de sus dibujos. "La moda era una extensi¨®n de su vida y eso se refleja en sus ilustraciones. Son escenas casi cinematogr¨¢ficas en el sentido de la ambientaci¨®n, los poses, la decoraci¨®n, que van m¨¢s all¨¢ de la propia indumentaria", explica la directora del museo, Inmaculada Corcho.
A trav¨¦s de la muestra se dibuja una ¨¦poca. "Los tejidos hechos a mano eran muy caros. Aparecen entonces los trajes de chaqueta de tweed, m¨¢s funcionales, para una mujer que ten¨ªa que salir a la calle", se?ala la directora del museo. "Las carencias disparan la creatividad. Llega el reciclaje, un traje de d¨ªa se recicla en uno de fiesta, y se empiezan a incorporar nuevos materiales sint¨¦ticos. Y toda esa revoluci¨®n, ¨¦l consigui¨® transmitirla".
La vida de S¨¢enz de Tejada (T¨¢nger, 1897-Madrid, 1958) fue ajetreada y ¨¦l ha sido poco conocido, quiz¨¢s porque su adhesi¨®n al franquismo (del que luego se alej¨®) ocult¨® su valor art¨ªstico. Hijo de un diplom¨¢tico destinado en la ciudad marroqu¨ª, sali¨® para estudiar bellas artes en Madrid. Viaj¨® mucho y en 1927 recala en Par¨ªs, el centro de las vanguardias, donde entra en contacto con el mundo de la moda. Ya casado, regresa a Madrid en 1933, pero no deja de viajar a Par¨ªs donde est¨¢ la mayor parte de su trabajo. La Guerra Civil le coge en Madrid. "A partir de ah¨ª", cuenta la directora del museo, "se centra como pintor vinculado al r¨¦gimen franquista y trabaja para publicaciones franquistas. Sin embargo, en los a?os cuarenta empieza a no sentirse c¨®modo porque el r¨¦gimen no respeta su obra, se desvincula del franquismo y muere en 1958 en Madrid". Pero su gran momento, seg¨²n Inmaculada Corcho, fue esa d¨¦cada de los treinta donde, alejado de su pintura realista, se acerca a la ilustraci¨®n de moda, "que es lo que m¨¢s satisfacciones le dio".
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