Nos enga?an como a chinos
?Bastar¨¢ la recapitalizaci¨®n de la banca europea en 108.000 millones, como bendijo ayer la cumbre? ?O conviene inyectarle 200.000 o 300.000 m¨¢s, como predican, qui¨¦n da m¨¢s, ciertos analistas?
La respuesta es que nos est¨¢n enga?ando como a chinos. Porque nadie sabe, ni puede saber hoy cu¨¢nto capital necesita, si 108.000, la mitad o el triple. Por la sencilla raz¨®n de que el supuesto de base est¨¢ en tela de juicio: contra la creencia general, el capital de la banca no se est¨¢ erosionando sobre todo por la mella en el precio de los bonos p¨²blicos que anida en sus balances.
El equ¨ªvoco lleg¨® hace un mes con el Informe del FMI sobre la Estabilidad Financiera Global: "El contagio de los riesgos soberanos al sector bancario ha supuesto tensiones de financiaci¨®n a muchos bancos que operan en la eurozona y ha deprimido su capitalizaci¨®n burs¨¢til". El FMI suger¨ªa una cifra de 204.000 millones, no de p¨¦rdidas, sino de afectaci¨®n gen¨¦rica.
Nadie sabe si los 108.000 millones para la banca bastan o no: el supuesto del c¨¢lculo es err¨®neo
De ah¨ª pasamos a conclusiones de despe?adero. El valor de la banca europea en Bolsa ha perdido desde principio de a?o 273.000 millones de euros; 1,5 billones desde diciembre de 2007. Y la pe?a empez¨® a atribuir ese desastre enteramente a la deuda soberana perif¨¦rica en turbulencia.
Dos valientes trabajos recientes desacreditan esa suposici¨®n. El economista Guntram Wolff acaba de calcular que solo "la exposici¨®n a la deuda soberana griega ha sido determinante para la valoraci¨®n burs¨¢til de la banca, sobre todo de la situada en Grecia" y que la exposici¨®n a la deuda espa?ola e irlandesa "no parece haber afectado a la de los bancos del coraz¨®n de la eurozona" (Is recent bank stress really driven by the sovereign debt crisis?, Bruegel, 12 de octubre). Y el periodista Miguel Jim¨¦nez demostr¨® (EL PA?S del domingo) que Dexia no cay¨® por culpa del deterioro de la deuda perif¨¦rica remansada en su balance, que no alcanz¨® los 4.000 millones: a¨²n le quedar¨ªan 13.000 millones de capital y superar¨ªa as¨ª el list¨®n de solvencia exigido desde ayer, el 9%, si no fuera por su verdadero tumor, la tenencia de activos t¨®xicos.
Son pues, sobre todo, los remanentes de las hipotecas-basura titulizadas, otras deudas incobrables enmascaradas en CDO y en Espa?a, el exceso de cr¨¦dito inmobiliario imprudente, los culpables de la debilidad bancaria europea. Junto a los efectos jibarizadores convencionales de un estancamiento econ¨®mico: m¨¢s morosidad, mayor carest¨ªa de los dep¨®sitos. Culpar a los bonos perif¨¦ricos es errar el tiro, y agravar el problema de la deuda.
Por eso es todav¨ªa m¨¢s escandaloso que la UE, intoxicada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) con sede en Londres, apruebe recortar el valor de los bonos p¨²blicos en manos bancarias hasta su precio de mercado y en cambio no imponga revisar los activos privados t¨®xicos y diezmar su precio hasta el real. No sabemos, pues, a cu¨¢nto asciende la fiebre de la banca enferma y, por tanto, si la medicina de 108.000 millones es suficiente, exagerada o mediopensionista. Pero no lo duden: los ayatol¨¢s de los mercados la considerar¨¢n escasa.
Para mayor inri, el desaguisado se dobla de discriminaci¨®n, pues a alguna banca, como a la espa?ola, la EBA le niega que compute como capital las reservas gen¨¦ricas antic¨ªclicas acumuladas desde 2.000, esa hucha de la cigarra laboriosa y paciente impuesta por el Banco de Espa?a: a fecha de hoy, cerca de 8.500 millones.
Y adem¨¢s la Uni¨®n se queda corta en el reto moral. Si la banca acaba abrevando otra vez dinero p¨²blico, no basta con que congele temporalmente dividendos y bonus: tambi¨¦n salarios. Deber¨ªa, en cuanto pudiese, repartir un "dividendo p¨²blico", al sector p¨²blico, como postula el democristiano Jean-Claude Juncker, y acoger a sus representantes en sus consejos. Lo resume el lema del ministro conservador sueco Anders Borg: "El objetivo es salvar al sistema financiero, no a sus accionistas".
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