"Los madrile?os no arriesgan"
Los gustos decorativos de la capital, seg¨²n Ikea, que cumple 15 a?os en Espa?a
La multinacional sueca que un buen d¨ªa cambi¨® el aspecto de los hogares de medio mundo ha cumplido 15 a?os en Espa?a. Por eso este a?o est¨¢ que tira la casa por la ventana: una exposici¨®n, prop¨®sitos de expansi¨®n, descuentos...
Entramos en el mundo Ikea por una de sus principales puertas: la sucursal de San Sebasti¨¢n de los Reyes. Y nos acompa?a Lorenzo Meazza, uno de los responsables de la imagen de la marca, un empleado at¨ªpico, entre otras cosas, porque se sale del gui¨®n y cuenta con toda naturalidad qu¨¦ tiene y qu¨¦ no tiene de Ikea: "El 90% de mi casa no es de Ikea, solo lo son las habitaciones de los ni?os". Y confiesa que tambi¨¦n compra en la competencia.
El control de seguridad se parece m¨¢s al del aeropuerto de Barajas que al de una firma conocida por las im¨¢genes amables que emplea en su comunicaci¨®n. Antes de entrar a los espacios privados, una empleada encerrada en una centralita que parece del Ministerio del Interior comprueba el DNI que han solicitado con algunos d¨ªas de antelaci¨®n.
"En Madrid gustan los sof¨¢s con respaldo alto, algo no muy moderno"
"En Espa?a, el dormitorio es el espacio donde m¨¢s tiempo se pasa"
En el interior est¨¢ "la cantina" donde los empleados comen por dos euros el mismo men¨² que los clientes. Aqu¨ª tambi¨¦n se toma caf¨¦ y se charla. Todo es blanco y funcional. El dise?ador lo llama cosy (acogedor). "En todos los lugares queremos comunicar el esp¨ªritu escandinavo, e intentamos renovarlo cada dos o tres meses", puntualiza el dise?ador italiano, un profesional curtido en medio mundo, que aterriz¨® en Ikea ya hace ocho a?os.
Lorenzo Meazza estudi¨® en la prestigiosa Escuela Polit¨¦cnica de Mil¨¢n, ciudad donde naci¨® en 1973. En Ikea de Madrid lleva dos a?os y medio, aunque en realidad se reparte por las 13 tiendas que han colonizado el pa¨ªs. Lo cual le permite, asegura, definir Madrid con cierta distancia: "Es conservadora, monumental. Y ese discurso conservador se percibe en todo, en la moda, en el dise?o". En esta conclusi¨®n hay unas dosis de intuici¨®n, pero tambi¨¦n alg¨²n dato emp¨ªrico. Meazza presume de que la empresa sueca es pionera en los estudios de mercado que sacan conclusiones en las que se mezclan econom¨ªa, sociolog¨ªa, bastante psicolog¨ªa y alguna que otra obviedad.
En Madrid, seg¨²n las curiosas cifras que maneja Ikea, el 50% de la poblaci¨®n es "moderna" y el otro 50% "conservadora". La casa tipo tiene 80 metros cuadrados que se reparten en: un sal¨®n, dos dormitorios -uno matrimonial y otro para los ni?os-, dos ba?os y la cocina. En esta siempre aparece, observa el dise?ador, un peque?o trastero: "Algo superespa?ol".
Otro dato, este en el cap¨ªtulo de las obviedades: en Madrid la gente suele salir mucho m¨¢s que en otros pa¨ªses, como Suecia, por ejemplo. Lo cual tiene sus repercusiones. Si el sal¨®n-comedor es el lugar principal en pa¨ªses de otras latitudes, en Madrid no. En Madrid se sale mucho, se picotea, se come y se cena fuera, de manera que el sal¨®n pierde importancia. Conclusi¨®n: aqu¨ª el rey de la casa es el dormitorio. "Es el lugar donde al final se pasa m¨¢s tiempo y el que representa la privacidad", explica Meazza, un tipo entusiasta y expresivo. "Por eso, el dormitorio suele estar m¨¢s desordenado que el sal¨®n o la cocina que es lo que m¨¢s se ense?a a los invitados".
?C¨®mo se traduce eso en las ventas? En la cocina, que suele ser peque?a, triunfa el blanco y las cosas con mucho brillo, detalla el dise?ador. Entrando a la derecha, dice, est¨¢n todas las funciones; a la izquierda, una pared "normalmente triste" con una mesa.
Curiosamente, cuando se le pregunta por el dormitorio (recuerden: es el rey de la casa en Espa?a) responde que los estudios "tienen que afinar m¨¢s". No hay datos solventes. En todo caso, s¨ª saben que la gente no quiere que ese lugar tan privado parezca un hotel. Con los sof¨¢s s¨ª lo tiene m¨¢s claro. En Madrid lo prefieren con respaldo alto ("algo dif¨ªcil de lograr, porque no es moderno", precisa). A la vista de todo esto, Maezza lanza su veredicto: "Definitivamente, los madrile?os no arriesgan".
Su casa
No abundan los productos Ikea en la casa de su dise?ador Lorenzo Meazza. Hay objetos adquiridos en todo el mundo:
- Una mesa de los a?os treinta de roble comprada en B¨¦lgica que personaliz¨® pintando las patas de negro.
- Las sillas son las cl¨¢sicas suecas de campo del siglo XVIII, "cuando todo se hac¨ªa a mano y no hab¨ªa tornillos".
- Su vajilla era la Bla Blum de R?rstrand, con unas peque?as flores pintadas a mano. "Es como tener Suecia en la mesa". Pero se qued¨® sin ella tras su separaci¨®n y ahora tiene una de Zara Home.
- Tiene fijaci¨®n por los marcos de fotograf¨ªa de espejo, que combina seg¨²n su gusto. "Dan mucha calidez en las paredes, aunque mis amigos dicen que tengo horror vacui". Tambi¨¦n colecciona piezas de Gucci de los a?os cuarenta, algunas heredadas de su abuelo.
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