Disciplina r¨ªgida, l¨ªneas fluidas
El premio Sterling a una escuela proyectada por Zaha Hadid en un barrio conflictivo de Londres pone en valor el poder transformador de la arquitectura
David Gorton ten¨ªa trece a?os cuando muri¨® su padre. Gracias a una beca en los Hermanos Cristianos de Blackpool pudo estudiar. Hoy su olfato para las inversiones en Bolsa le ha convertido en millonario. Pero no olvida qu¨¦ lo hizo posible. Por eso Gorton decidi¨® poner dos millones de libras (2.293.000 euros) de su bolsillo para levantar la mejor escuela secundaria p¨²blica de Londres, en el vecindario m¨¢s conflictivo de la ciudad. All¨ª, la mayor¨ªa de los ni?os del barrio sufr¨ªa, sufre, de baja autoestima. Son legi¨®n los que no saben qui¨¦n era su padre o saben que est¨¢ en la c¨¢rcel. La escuela concentra un alto porcentaje de estudiantes que han sufrido abusos e hijos de padres alcoh¨®licos, carne de ca?¨®n para el ingreso en las bandas de delincuentes juveniles que proliferan por el barrio en las que por fin un chaval de la zona consigue sentirse algo.
El proyecto persigue cambiar el destino de los estudiantes
Gorton quer¨ªa una escuela para esos cr¨ªos. No una escuela cualquiera, una firmada por la -entonces (2006)- ¨²nica mujer con el m¨¢ximo reconocimiento arquitect¨®nico, el premio Pritzker. El impacto de la obra vanguardista de Zaha Hadid le parec¨ªa fundamental para llamar la atenci¨®n de los estudiantes. Tambi¨¦n para anunciar cambios en el barrio. Era necesario explicar que en la primera escuela secundaria de Brixton las cosas iban a ser diferentes. Y al anuncio le siguieron los hechos.
Peter Walker, que hasta hace dos a?os era responsable del programa nacional de escuelas municipales, decidi¨® abandonar su puesto en la administraci¨®n para hacerse cargo de ese centro: la Evelyn Grace Academy. Walker est¨¢ convencido de que un edificio ambicioso har¨¢ estudiantes ambiciosos. Para conseguirlo exigi¨® a los nuevos alumnos comportamiento ejemplar (uniformes impecables, estricta puntualidad y nada de m¨®viles). A las familias les pidi¨® horario extendido y compromiso con el proyecto. A cambio, ofreci¨® expectativas inesperadas, alt¨ªsimas para los vecinos de uno de los lugares con m¨¢s alto ¨ªndice de violencia de Europa: todos ir¨ªan a la universidad.
La arquitectura ten¨ªa que ayudar a conseguir que alumnos que estudian en una escuela gratuita (de los que rara vez m¨¢s de un 5% alcanza los estudios superiores) cambiaran su destino. La administraci¨®n multiplic¨® el presupuesto de Gorton por diez (ese era el pacto en el sistema de escuelas Ark). El equipo de Zaha Hadid trabaj¨® encajando un programa ampl¨ªsimo en un antiguo vertedero. No se pod¨ªan sacrificar ni instalaciones deportivas ni ¨¢rboles. De modo que la arquitecta atraves¨® la escuela con la pista de 100 metros lisos. El jurado del premio Stirling ley¨® en ese gesto una met¨¢fora que invita a llegar al colegio corriendo o a la educaci¨®n batiendo r¨¦cords de velocidad. Las instalaciones, varios edificios de hormig¨®n y vidrio que funcionan aislados (para emular la cercan¨ªa de las escuelas primarias) y comparten instalaciones, tratan de "maximizar la luz y minimizar las zonas potencialmente conflictivas", explica Hadid. La transparencia permite una intensa vigilancia que los pliegues y retranqueos no delatan. A los alumnos se les ense?a a cocinar, coser y tocar un instrumento. Cuando esta reportera visit¨® la escuela, sonaban guitarras el¨¦ctricas. El bedel explic¨® que hab¨ªan compuesto un rap y que, al presentarlo al director, no recibi¨® su aplauso. "Hubiera quedado mejor sin los uniformes", cuenta Georges Samoah que se limit¨® a decir el director. Los chavales enmudecieron. Pero la profesora se atrevi¨® a contestar: "Sin duda, se?or. Pero tem¨ªamos que a usted no le gustara verlos sin uniforme". All of us will learn (Todos aprenderemos) es el lema de la escuela Evelyn Grace. Puede leerse en la entrada.
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