Veinte a?os de la Conferencia de Madrid
El palacio de Oriente abri¨® sus puertas un 29 de octubre de 1991 a las delegaciones ¨¢rabes, israel¨ª, norteamericana y rusa, as¨ª como a una desdibujada representaci¨®n europea en un d¨ªa oto?al fr¨ªo y nublado, t¨ªpicamente madrile?o. Todos los asistentes sab¨ªamos que ¨ªbamos a ser testigos de una importante p¨¢gina de la historia diplom¨¢tica internacional. ?ramos conscientes de que se cerraba una larga serie de enfrentamientos y desencuentros, y que el primer cap¨ªtulo de la paz en Oriente Pr¨®ximo se escribir¨ªa en Madrid. Cre¨ªmos que ser¨ªa uno de esos momentos estelares de la historia, como dir¨ªa Stefan Zweig, y as¨ª fue tambi¨¦n la percepci¨®n que tuvieron las opiniones p¨²blicas ¨¢rabes y la israel¨ª.
Si comparamos la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo con la de 1991, las conclusiones no son tan pesimistas
La expansi¨®n de los asentamientos es otra amenaza a las luces del proceso
Veinte a?os m¨¢s tarde de la hist¨®rica Conferencia de Madrid es leg¨ªtimo preguntarse d¨®nde estamos y si la paz est¨¢ m¨¢s cerca o m¨¢s lejos en Oriente Pr¨®ximo. Sin duda, en estas dos d¨¦cadas hemos tenido luces y sombras. Los eternos agoreros nos dir¨¢n que "todo sigue igual" e incluso "peor" que antes. Piensan que los esfuerzos diplom¨¢ticos se han agotado y que debemos volver a los or¨ªgenes del conflicto: defender el establecimiento de "un ¨²nico Estado binacional". Afirman, con alguna raz¨®n, que la violencia, la muerte y la destrucci¨®n han sido protagonistas estos a?os. Es cierto que la guerra de L¨ªbano en 2006 o las intervenciones militares en Gaza empa?aron con sangre y dolor el retrovisor de la historia y nos hicieron olvidar los Acuerdos de Oslo, el Tratado de Paz ?rabe, entre Israel y Jordania, el establecimiento de la Autoridad Nacional Palestina, los Acuerdos de Hebr¨®n, la retirada del sur de L¨ªbano, la Hoja de Ruta y la retirada de la franja de Gaza. Tambi¨¦n es cierto que todav¨ªa no se ha sellado la paz con Siria y L¨ªbano, pero el dibujo final est¨¢ pr¨¢cticamente ultimado. Con Siria la frontera de 1967 fue reconocida como base esencial del acuerdo y solo unos cuantos kil¨®metros cuadrados en torno al lago Tiber¨ªades lo impidieron finalmente en Sheperdstown y Ginebra. En cuanto a L¨ªbano, Israel se retir¨® del sur en mayo de 2000 y solo permanecen pendientes algunas reivindicaciones territoriales libanesas vinculadas a un acuerdo de paz con Siria.
Sobre las negociaciones con los palestinos, adem¨¢s de la retirada unilateral de Gaza ejecutada por Sharon, los contornos de un arreglo definitivo podr¨ªan estar pr¨¢cticamente trazados, tras las negociaciones de Camp David (julio de 2000), los par¨¢metros del presidente Clinton (diciembre de 2000), los Acuerdos de Taba (febrero de 2001), la propuesta de Ehud Olmert (agosto de 2008).
En definitiva, si comparamos el mapa de 1991 con el actual, las conclusiones no son tan pesi
-mistas. En 1991 Jordania no ten¨ªa un acuerdo de paz con Israel, el sur de L¨ªbano estaba ocupado y la franja de Gaza tambi¨¦n. Hoy esta situaci¨®n es diferente y aunque todos estos escenarios siguen siendo testigos de crisis y est¨¢n sometidos a gran incertidumbre, la realidad es que en todos ellos se ha puesto fin a la ocupaci¨®n. Frente a estas luces la mayor sombra fue el terrorismo y sus actos de barbarie que atenaz¨® a la sociedad israel¨ª y la hizo m¨¢s reticente a negociaciones y compromisos. Otra amenaza a estas luces fue la expansi¨®n de la pol¨ªtica de asentamientos. Esta no se ha detenido durante los ¨²ltimos 20 a?os y hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil una delimitaci¨®n de las futuras fronteras. Adem¨¢s, la influencia del islamismo radical en la regi¨®n se ha exacerbado, mientras que Hezbol¨¢ y Ham¨¢s refuerzan su presencia.
Pero la paz es posible y ello a pesar de que en estos momentos no haya conversaciones directas. Alrededor de un 70% de israel¨ªes y palestinos son favorables a la soluci¨®n de dos Estados que convivan en paz y seguridad. El primer ministro israel¨ª y l¨ªder del Likud, Benjam¨ªn Netanyahu, ha aceptado la posibilidad de un Estado palestino. Y por su parte, los palestinos cuentan con un presidente, Mahmud Abbas, que posee autoridad moral y pol¨ªtica para que se reconozca a Palestina como Estado miembro de Naciones Unidas y para negociar, con esp¨ªritu constructivo, un acuerdo de paz estable y duradero con Israel.
En la historia pol¨ªtica y en la diplomacia las cosas no ocurren por azar o simple casualidad; hace falta la implicaci¨®n y la voluntad pol¨ªtica de los principales actores de cada momento para transformar una posibilidad en una realidad satisfactoria de paz y de reconciliaci¨®n. La tenacidad y el liderazgo norteamericano en 1991, representada por su secretario de Estado, James Baker, hizo posible pasar la p¨¢gina de tantas guerras y enfrentamientos, y convocar, con tan solo con 10 d¨ªas de antelaci¨®n, la Conferencia de Paz de Madrid. No fue una conferencia improvisada, pues antes de llamar al ministro de Asuntos Exteriores espa?ol del momento, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Baker llevaba seis meses trabajando y varias decenas de visitas a Damasco y Jerusal¨¦n; es decir, muchas horas de quehacer pol¨ªtico y diplom¨¢tico. Hoy tambi¨¦n har¨ªan falta m¨¢s horas de diplomacia.
La Pax Americana abri¨® el camino el 29 de octubre de 1991. Hoy ser¨ªa el Cuarteto de Madrid quien debiera desarrollar ese papel pol¨ªtico-diplom¨¢tico. La partitura que comenz¨® a escribir el Cuarteto el pasado mes de septiembre en Nueva York solo necesita ser ensayada e interpretada para su audici¨®n. Los elementos est¨¢n ah¨ª, aunque se puedan incorporar nuevas propuestas o arreglos.
En mi opini¨®n deber¨ªan iniciarse de inmediato conversaciones sin condiciones previas y que estas cuenten, en todo momento, con el acompa?amiento del Cuarteto. En cualquier caso, la congelaci¨®n de los asentamientos debe constituir una prioridad de la comunidad internacional.
No basta con denunciar o condenar la pol¨ªtica de colonizaci¨®n, sino que habr¨ªa que buscar la f¨®rmula para que los propios israel¨ªes interiorizasen la necesidad de paralizar esta pol¨ªtica. Si ha habido un acuerdo entre el Gobierno de Israel y Ham¨¢s para la liberaci¨®n de un soldado israel¨ª y de m¨¢s de 1.000 prisioneros palestinos, ?por qu¨¦ no imaginar una negociaci¨®n para detener los asentamientos? Es urgente que el Cuarteto asuma su responsabilidad y, de ser as¨ª, este podr¨ªa convocar a las partes a regresar a Madrid 20 a?os m¨¢s tarde. El ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Boris Pankin, afirm¨® en sus palabras finales que la Conferencia de Madrid hab¨ªa concluido, aunque el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Farouk Shara, tom¨® la palabra y le espet¨® afirmando que la conferencia no hab¨ªa concluido, sino que segu¨ªa abierta.
De ser as¨ª, en esta ocasi¨®n los t¨¦rminos de referencia no deber¨ªan ser solo "paz por territorios", sino "paz, territorios y seguridad", al tiempo que habr¨ªa que tomar en consideraci¨®n el nuevo papel de Ir¨¢n en la regi¨®n y la primavera ¨¢rabe.
Miguel ?ngel Moratinos fue ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperaci¨®n de 2004 a 2010.
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