N¨²meros con ritmo
Manglano, responsable de Econom¨ªa de la Comunidad, toca la bater¨ªa en un grupo sat¨ªrico, escribi¨® los discursos de Rajoy y decidi¨® dedicarse a la pol¨ªtica en Indonesia
A Percival Manglano, baterista del grupo sat¨ªrico Rebollo y los Reboyetes y consejero de Econom¨ªa de la Comunidad de Madrid, un d¨ªa se le ocurri¨® que la pol¨ªtica era un asunto muy interesante. Sucedi¨® cuando ten¨ªa 25 a?os y viv¨ªa en Indonesia. Tras la ca¨ªda del dictador Suharto -obligado a dimitir por presi¨®n popular en plena crisis econ¨®mica del sureste asi¨¢tico en 1998- cogi¨® un avi¨®n desde Estados Unidos, donde acababa de terminar un curso de posgrado, y se plant¨® en Yakarta sin dinero y sin trabajo. Vivi¨® all¨ª durante un a?o y medio, gan¨¢ndose la vida en la Bolsa local y en una consultora. "Me pareci¨® fascinante la construcci¨®n democr¨¢tica desde la nada y pens¨¦ que quer¨ªa hacer cosas, pero all¨ª no pod¨ªa hacer nada, deb¨ªa regresar a mi pa¨ªs", resume. Y volvi¨® a casa "a hacer cosas". Se afili¨® al Partido Popular en el barrio de Salamanca.
Manglano naci¨® en Londres en noviembre de 1972 porque su padre, militar, estaba trabajando en Reino Unido. El nombre, Percival, fue un homenaje angl¨®-filo de sus progenitores, muy admiradores de la cultura brit¨¢nica. Vivi¨® en Reino Unido unos pocos meses y despu¨¦s regres¨® a Espa?a. Hasta que con 17 a?os, al terminar sus estudios en un colegio ingl¨¦s de Madrid, se march¨® de nuevo. Esta vez a Par¨ªs. All¨ª inaugur¨® un extenso y brillante curr¨ªculo acad¨¦mico, "que le pega mil vueltas a la mayor¨ªa de los diputados de Madrid", seg¨²n reivindicativa observaci¨®n de una de sus colaboradoras m¨¢s estrechas. Manglano es licenciado en Historia por la Universidad de Par¨ªs I Pante¨®n-Sorbona, licenciado en Estudios Europeos por el Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs y tiene un m¨¢ster en Econom¨ªa Internacional y Estudios del Sureste Asi¨¢tico de la School of Advanced International Studies (SAIS), por la Universidad John Hopkins. Nada menos. Sin embargo, algunos de sus compa?eros de partido han cuchicheado que "es un pipiolo" y han criticado sus titubeantes intervenciones en la Asamblea. "Vaya nivel el de este fichaje", deslizan que han comentado algunos de los veteranos de la Asamblea. Manglano asume la cr¨ªtica sin descomponerse. "Llevo pocos meses y he preparado asuntos importantes", zanja de manera amable como explicaci¨®n.
En realidad, a Manglano siempre le ha gustado m¨¢s el trabajo en la sombra. Escribir art¨ªculos. Asesorar. Esconderse entre las p¨¢ginas de los libros o taparse con los timbales y el bombo.
La carrera de Manglano comenz¨® en la FAES, el think tank del expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en 2003. All¨ª lleg¨® de la mano de Jorge Moragas y del actual alcalde de Getafe, Juan Soler, su "padrino" en los populares del barrio de Salamanca.
De perfil "gabinetista" escribi¨® los discursos de Rajoy en la campa?a de 2004 y el momento clave de su trayectoria ocurre cuando recibe una llamada de Luc¨ªa Figar. Entonces, la actual consejera de Educaci¨®n, trabajaba a las ¨®rdenes de Eduardo Zaplana, portavoz popular en el Congreso. Manglano recibe el encargo de asesorarle en temas de exteriores y cooperaci¨®n al desarrollo. En septiembre de 2005, cuando Figar es nombrada consejera de Inmigraci¨®n en el Gabinete de Esperanza Aguirre, se acuerda de Manglano. Le nombra director general de Cooperaci¨®n al Desarrollo.
Entusiasta de la pol¨ªtica y la econom¨ªa, lee en ingl¨¦s, franc¨¦s y espa?ol. Los libros los acumula con mucha pulcritud y un algo de mani¨¢tico en su apartamento. "Como pol¨ªtico es un hombre original, no es nada al uso", comenta uno de sus allegados. Ideol¨®gicamente se define como liberal y cita como referente a Adam Smith, pero sin la apostilla religiosa de otros compa?eros de partido. Manglano no tiene ninguna relaci¨®n con los grupos integristas cat¨®licos.
Hombre detallista y trabajador, "humilde y nada soberbio", aprendi¨® varias frases de cortes¨ªa en rumano para usarlas en el momento preciso cuando trabajaba en Inmigraci¨®n. Tambi¨¦n se acordaba de recomendar lecturas a las personas que trabajaban con ¨¦l.
Manglano toca la bater¨ªa. Es una afici¨®n, pero podr¨ªa ser una profesi¨®n. Ensaya en un local del barrio de Carabanchel. Tiene dos grupos. Uno, de jazz. El otro, Rebollo y los Reboyetes, que "ha llegado a sonar en los 40 Principales" y que ha grabado de manera profesional.
Manglano se convirti¨® en un reboyete porque un d¨ªa se entretuvo hablando con un auxiliar de administraci¨®n en la Consejer¨ªa de Inmigraci¨®n. El auxiliar, Rebollo, result¨® que tocaba la guitarra. Montaron el grupo y han hecho varias giras. El estilo de la formaci¨®n es bastante irreverente. El l¨ªder del grupo suele bromear con Manglano y sus responsabilidades pol¨ªticas. En una ocasi¨®n lo present¨® al p¨²blico con el siguiente discurso: "El hombre que se ha tatuado una corbata, que solo se alimenta de barritas energ¨¦ticas y Nestea, que lleva el pelo engominado, coleta y un sombrero, ?qui¨¦n es ¨¦l? Percival Manglano, a la bater¨ªa".
Su otro grupo es m¨¢s serio y est¨¢ dedicado al jazz. Pero tiene menos ¨¦xito. Tocan en bodas y en fiestas de amigos. Su m¨²sica favorita es el rock americano. Y en el altar, Bruce Springsteen.
"A Esperanza Aguirre le hacen gracia estos chicos j¨®venes muy preparados y con buen aspecto", comenta una veterana de la pol¨ªtica madrile?a. Adem¨¢s, en el caso de Manglano, los une su gusto por la cultura brit¨¢nica y su liberalismo sin fisuras. "Yo soy liberal sin matices, de la tradici¨®n anglosajona".
Fuentes muy pr¨®ximas al consejero aseguran que hay sinton¨ªa entre Manglano y su jefa y que, en cualquier caso, es Aguirre quien define todos y cada uno de los pasos de los miembros de su Gobierno, con lo que no deja mucho margen a las sorpresas.
Manglano, hijo del 23? bar¨®n de Terrateig, considera que est¨¢ ante el gran reto de su vida. "Es una gran responsabilidad hacer los n¨²meros en un contexto como este de crisis, aunque aqu¨ª en Madrid es m¨¢s f¨¢cil porque los deberes ya estaban hechos y basta con seguir el camino trazado". Manglano, coinciden casi todas las personas que han trabajado con ¨¦l, es muy competente. Y muy diplom¨¢tico.
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