Obras empantanadas en Vila-real

Cada semana los miembros del club de nataci¨®n de Vila-real se trasladan hasta Castell¨®n para poder nadar en una piscina. No es que en su localidad no haya una instalaci¨®n acorde a sus necesidades. Al contrario. El pasado 6 de junio, una semana antes de finalizar la anterior legislatura, el entonces presidente del Consell, Francisco Camps, inaugur¨® el Centro de Tecnificaci¨®n Deportiva: un complejo de 18.000 metros cuadrados con pabell¨®n cubierto para 4.000 espectadores, residencia de estudiantes para medio centenar de deportistas de alto rendimiento y una piscina cubierta de ocho calles y 25 metros. El centro, en el que la Generalitat ha invertido 26 millones de euros, lleva cuatro meses inutilizado, pero al Ayuntamiento llegan las facturas del gas y de la luz porque aunque nadie la utilice, la piscina lleva meses con agua climatizada.

Esta instalaci¨®n se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla del nuevo equipo de gobierno municipal de Vila-real, encabezado por el socialista Jos¨¦ Benlloch, que ya lo ha definido como un "muerto heredado" de la anterior etapa. A pesar de la inauguraci¨®n, la Generalitat a¨²n no ha recepcionado las obras y el Ayuntamiento ya ha amenazado con paralizar la cesi¨®n gratuita del suelo a la Consejer¨ªa de Cultura y Deportes si antes no firma una declaraci¨®n en la que se asegure su uso p¨²blico.

"No vamos a tolerar que el Centro de Tecnificaci¨®n Deportiva se privatice y que no puedan disfrutar de ¨¦l los vecinos de Vila-real", advierte Benlloch. El alcalde ha manifestado su intenci¨®n de paralizar el proceso si no se atiende esta demanda. De lo contrario, dice, "la Generalitat tendr¨¢ que comprar los terrenos si quiere ponerlo en marcha".

El equipo de gobierno teme que las manifestaciones de Camps y del entonces consejero en funciones Alejandro Font de Mora sobre la utilizaci¨®n del complejo por deportistas de ¨¦lite (pero tambi¨¦n, por los vecinos) caigan en saco roto porque la nueva consejera de deportes, Lola Johnson, no ha contestado a las reiteradas peticiones de una reuni¨®n urgente para aclarar c¨®mo se va a gestionar. "No queremos que pase algo parecido a lo que ha sucedido con el Palau de Just¨ªcia, que por no pagar y acabarlo cuando tocaba vamos a tener problemas de mantenimiento y para retomar el proyecto", dice el alcalde.Y es que el Palau de Just¨ªcia es otro de esos "muertos heredados" a la espera de soluci¨®n. Las obras se iniciaron en 2008 y tras varias paralizaciones por los problemas econ¨®micos de la adjudicataria el proyecto est¨¢ en abandono y la empresa se vio obligada en verano a acondicionar el recinto. En diciembre cumplir¨¢ un a?o desde la ¨²ltima paralizaci¨®n.

Despu¨¦s de que el Ayuntamiento de Vila-real exigiera una soluci¨®n, el Consell est¨¢ ahora "a la espera" de que Becsa, la adjudicataria, presente el escrito de alegaciones necesario para que la Consejer¨ªa de Justicia apruebe el expediente de resoluci¨®n del contrato. El Palau de Just¨ªcia se adjudic¨® por el conocido m¨¦todo alem¨¢n, que compromet¨ªa a la empresa a adelantar la inversi¨®n de 10 millones y, una vez entregada la obra, la Generalitat lo devolver¨ªa con un plan de pagos.

"Con la resoluci¨®n queremos que cedan la titularidad de la obra que han dejado en un 30% para volver a licitar el 70% que queda", indican desde la consejer¨ªa, que prev¨¦ que el escrito de alegaciones llegue la pr¨®xima semana y licitar la obra antes de fin de a?o.

Otra obra que el Consell tiene que volver a contratar es la reivindicada ronda suroeste de Vila-real despu¨¦s de que hace m¨¢s de un a?o la adjudicataria quebrara. La obra requiere casi siete millones de inversi¨®n. Pero el caso m¨¢s llamativo es el de la conocida como biblioteca sin libros, inaugurada el pasado mes de abril sin la debida dotaci¨®n. El Ayuntamiento reclama al Consell el pago de los 2,3 millones que adelant¨® y que corresponden pagar al Gobierno valenciano y estudia posibles salidas a la instalaci¨®n, ya que no se presupuest¨® el coste del traslado de 60.000 vol¨²menes ni se tuvo en cuenta la necesaria contrataci¨®n de personal.