'Performances'
Los recientes acontecimientos del Pa¨ªs Vasco se produjeron con una puesta en escena medi¨¢tica que funcion¨® seg¨²n la programaci¨®n prevista como una secuencia representada en tres actos: el primero, la llamada conferencia de paz; el segundo, la solicitud de Batasuna instando a ETA a cejar en su lucha; y el tercero, la declaraci¨®n de cese definitivo de la violencia. Toda una performance teatral cuyo ¨¦xito de p¨²blico y de cr¨ªtica bien merece algunas consideraciones.
Ante, todo, no hay duda de que el MLNV ha optado por cambiar radicalmente de estrategia, de donde se deduce que los duros (los halcones) han dejado de ejercer el liderazgo ¨²ltimo para ced¨¦rselo a los blandos (las palomas). Esto explica que, de las cuatro formas de poder que distingui¨® Michael Mann en su cl¨¢sico modelo EIMP (econ¨®mico, ideol¨®gico, militar y pol¨ªtico), ahora acaben de renunciar al poder militar (terrorismo) y al econ¨®mico (extorsi¨®n, secuestros) para concentrar todos sus esfuerzos en el poder pol¨ªtico (mediante Sortu, Bildu o Amaiur) y sobre todo en el poder ideol¨®gico: es la lucha por alcanzar la hegemon¨ªa cultural, que teoriz¨® Gramsci, o la dominaci¨®n simb¨®lica, como despu¨¦s la denomin¨® Pierre Bourdieu.
La asignatura pendiente del MLNV es reconocer que viol¨® los derechos ajenos y pasar a respetarlos
Centremos la atenci¨®n en esta ¨²ltima. Por si no bastaba todo su historial anterior para probarlo, ahora el MLNV acaba de demostrar que no tiene rival en el arte de la comunicaci¨®n pol¨ªtica (materia esta que est¨¢ de moda en el mercado de las disciplinas acad¨¦micas), pues domina a la perfecci¨®n tanto el framing (proceso de encuadre mediante marcos ling¨¹¨ªsticos que definen, interpretan y califican la realidad social) y el storytelling (arte de contar historias mediante relatos que justifican y hacen cre¨ªble el desenlace propuesto) como ahora tambi¨¦n el performing, que es el ¨²ltimo grito en materia de marketing pol¨ªtico.
Por giro performativo (Jeffrey Alexander) se entiende el recurso a performances esc¨¦nicas (Judith Butler) capaces de actuar como veredictos performativos (John Searle): profec¨ªas autocumplidas que recrean una nueva realidad institucional. As¨ª sucede a escala personal con el outing: esa actuaci¨®n esc¨¦nica (performance) que implica salir del armario para adquirir una nueva identidad sexual. Pues bien, a escala colectiva, y mediante su performance del 18 al 20 de octubre, el MLNV ha salido del armario para reconvertirse en un profeta desarmado (Patxo Unzueta), capaz de proferir profec¨ªas que se cumplen a s¨ª mismas (veredictos performativos). En efecto, la catarsis generada por la escenificaci¨®n del acontecimiento ha permitido reconstruir las identidades colectivas de los vascos y con ello su propia realidad institucional. Hoy Euskadi ya es distinta porque los vascos se sienten diferentes y votar¨¢n de otra forma tanto el pr¨®ximo 20-N como en las futuras elecciones auton¨®micas, as¨ª como en un hipot¨¦tico referendo de autodeterminaci¨®n. Y si ocurriera como en el Ulster, cabe esperar un doble sorpasso del PSE por el PP y del PNV por Amaiur.
Mientras tanto, ?qu¨¦ hace Madrid, tras haber ganado la batalla por el poder militar, y qu¨¦ hacen los vascos estatutarios y constitucionalistas, tras haber recuperado su libertad y su seguridad personal? Pues siguen donde estaban antes, incapaces de responder con propiedad al nuevo desaf¨ªo abertzale. Hoy la batalla ya no se juega en el campo judicial ni policial, donde su legitimidad y superioridad resulta abrumadora, sino en la arena de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, donde se hallan claramente en inferioridad de fuerzas y de condiciones. Como se sabe, la pol¨ªtica es la continuaci¨®n de la guerra por medios incruentos, entre los que destaca el uso estrat¨¦gico de los medios informativos. Y en este campo de la lucha medi¨¢tica por el poder simb¨®lico es donde Madrid parece tener, hoy por hoy, todas las de perder.
?Qu¨¦ nueva estrategia de comunicaci¨®n pol¨ªtica podr¨ªa dise?arse para recuperar la iniciativa constitucional? Insistir en el victimismo y en la exigencia de arrepentimiento parece una apuesta contraproducente, dada la moral de victoria simb¨®lica con que juega sus cartas el nuevo MLNV no violento. Por eso quiz¨¢ convenga cambiar de encuadre (frame) poniendo sobre la mesa la baza de la democratizaci¨®n. Vale, aceptemos que abandonan el terrorismo y que juegan a democratizarse. Pero eso significa algo m¨¢s que someterse a las urnas y respetar la voluntad popular, pues la democracia es tambi¨¦n el imperio de la ley (rule of law) y sobre todo el m¨¢s escrupuloso respeto a los inviolables derechos del adversario. Esta es la asignatura pendiente del MLNV, si aspira alg¨²n d¨ªa a democratizarse: reconocer que violaron los derechos ajenos y pasar a partir de ahora a respetarlos, como condici¨®n a priori sine qua non para poder reclamar los propios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.