Grecia echa un pulso a la zona euro
La convocatoria de un refer¨¦ndum sin previo aviso sobre el rescate europeo provoca fuertes ca¨ªdas en los mercados y eleva a¨²n m¨¢s la tensi¨®n de la crisis fiscal
La pol¨ªtica irrumpi¨® ayer con la fuerza de un volc¨¢n en erupci¨®n en la crisis del euro, dominada hasta ahora por las primas de riesgo y dem¨¢s tecnicismos de los mercados, y por las constantes peleas entre tecn¨®cratas acerca de Grecia, de la banca y de todo lo que lleva un par de a?os distrayendo a los europeos del problema de fondo: la supervivencia del euro. El anuncio de convocatoria de un refer¨¦ndum en Grecia sobre el rescate aprobado en la cumbre de la semana pasada sacudi¨® los cimientos de los mercados globales por los enormes riesgos que conlleva (salida ca¨®tica de Grecia del euro incluida). Pero sobre todo devolvi¨® a la pol¨ªtica un papel protagonista, tanto en Grecia -con fuertes divisiones incluso en el seno del Gobierno sobre la pertinencia de la propuesta- como en Europa, con una oleada de reuniones extraordinarias en Par¨ªs, en Berl¨ªn y por doquier, y con un buen pu?ado de declaraciones subidas de tono ante la gravedad de las circunstancias.
El anuncio de Papandreu cogi¨® a contrapi¨¦ a todo el mundo
Grecia est¨¢ abocada a una crisis pol¨ªtica y condena a algo parecido al resto
Los potenciales efectos de un plebiscito son colosales
Un ministro finland¨¦s dice que lo que se votar¨¢ es la salida del euro
El conflicto entre lo que puede aguantar Grecia y lo que necesita la zona euro ha emergido. Y el relato de lo sucedido supone por s¨ª mismo un nuevo cap¨ªtulo de la crisis europea. Sin previo aviso a sus socios europeos, y sin dar si quiera una sola pista de lo que iba a suceder a sus propios conciudadanos, la convocatoria de la votaci¨®n sobre el rescate europeo por parte del primer ministro socialista griego, Yorgos Papandreu, cogi¨® a contrapi¨¦ a todo el mundo. A los mercados, siempre temerosos. A los l¨ªderes pol¨ªticos de la eurozona, preocupados por el efecto contagio sobre Italia y Espa?a. Y hasta a los propios diputados del partido socialista hel¨¦nico. El riesgo de una bancarrota incontrolada de Grecia, incluso de una salida del euro, nunca fue tan elevado. Y el miedo al contagio recorri¨® Europa de Helsinki hasta Madrid (con la inevitable conversaci¨®n telef¨®nica entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy) y se dej¨® sentir en todos los mercados. Y tambi¨¦n en los cen¨¢culos pol¨ªticos, ante la constataci¨®n de que el proyecto europeo peligra apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que la UE presumiera de haber cerrado un acuerdo "definitivo" para Grecia, para la banca y para el resto de pa¨ªses bajo sospecha.
Todo eso ya est¨¢ en entredicho. Pase lo que pase con el refer¨¦ndum, Grecia est¨¢ abocada a una crisis pol¨ªtica, y condena a algo parecido al conjunto de Europa: la votaci¨®n pone en suspenso la totalidad del pacto alcanzado en Bruselas, que a la vista del en¨¦simo episodio de la crisis podr¨ªa quedar en agua de borrajas. Entre lo osado y lo temerario, el anuncio de Papandreu llega, adem¨¢s, en el peor momento posible: la suspensi¨®n de pagos de la firma norteamericana MF Global (por la crisis de la deuda europea) amenaza con contagiar el incendio fiscal y financiero europeo a EE UU y al resto del mundo. En esa tesitura, el refer¨¦ndum trastoca el guion de la pr¨®xima reuni¨®n del G-20 de Cannes, que se adivina, una vez m¨¢s, clave para tratar de poner orden. Y pone a¨²n m¨¢s presi¨®n sobre el Banco Central Europeo (BCE), que ayer tuvo que salir a comprar bonos en el mercado para calmar las aguas y que parece la ¨²nica instituci¨®n con suficiente artiller¨ªa como para taponar las v¨ªas de contagio de este nuevo foco del incendio griego.
"El mero anuncio de Papandreu ya ha causado da?os tremendos, precipita el efecto contagio y entorpece la t¨ªmida soluci¨®n aprobada la semana pasada. ?Por qu¨¦ esper¨® tanto, hasta tener el dinero del rescate, para amenazar con un refer¨¦ndum cuyo resultado m¨¢s probable es el no de una ciudadan¨ªa enfadada tras dos a?os de dr¨¢sticas medidas de austeridad?", se preguntaba Carmen Reinhart, del Peterson Institute. "Y sin embargo, el hecho de que Europa haya llegado, una vez m¨¢s, demasiado tarde y con demasiado poco a este nuevo plan de rescate, el hecho de que no garantice a Atenas una salida ni siquiera despu¨¦s de imponer tantas medidas, explica que Grecia est¨¦ explorando ahora la v¨ªa de escape islandesa de la crisis", a?adi¨®. Islandia dej¨® quebrar a sus bancos y vio c¨®mo su moneda se hund¨ªa (lo que equivaldr¨ªa, en Grecia, a volver al viejo dracma devaluado) para luchar contra la crisis.
Los potenciales efectos de la convocatoria de un refer¨¦ndum son colosales. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, explic¨® que un no de Grecia al rescate podr¨ªa suponer "la quiebra definitiva" de Atenas. El ministro de Exteriores finland¨¦s, Alexander Stubb, lleg¨® a asegurar que la votaci¨®n supone en realidad un plebiscito para el propio euro y para la continuidad de Grecia en la UE. Algunos analistas lo presentan, sin embargo, como un movimiento t¨¢ctico: con ese ¨®rdago, Papandreu pretende que sus socios no vuelvan a cebarse con m¨¢s medidas de austeridad a cambio del rescate. El problema es que en el caso probable de una negativa al rescate, el FMI y la UE podr¨ªan cerrar el grifo de la financiaci¨®n a Grecia y "una suspensi¨®n de pagos desordenada podr¨ªa ocurrir, con salidas de capital y recortes de pensiones y salarios de cerca de un 20%, y con un corralito bancario", vaticina Guntram Wolff, del think tank Bruegel.
Todo eso son vaticinios. Pero los datos son preocupantes: las Bolsas cayeron ayer hasta el 7% en Mil¨¢n y Atenas. El euro baj¨® hasta 1,36 d¨®lares por unidad. Las primas de riesgos se dispararon (hasta m¨¢ximos en Italia) y obligaron al BCE a abrir fuego con la compra de bonos. Y lo que viene es m¨¢s de lo mismo: "El refer¨¦ndum es un aut¨¦ntico desastre que pone en peligro todo el proyecto europeo. Ni siquiera el fondo de rescate ampliado puede lidiar con el caos que se nos viene encima", dijo a este diario Paul De Grauwe, de la Universidad de Lovaina. "?Qu¨¦ mosca le ha picado a Papandreu?", se preguntaba Le Monde en un editorial ante una picadura que escuece en toda Europa. "Sea lo que sea, estamos en manos del BCE, el ¨²nico que puede dar una se?al clara y restaurar la confianza", cerr¨® De Grauwe, tan poco optimista como la mayor¨ªa de los expertos, tan preocupado como todos los pol¨ªticos por el giro dram¨¢tico de los acontecimientos.
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