Crecer para dirigir
Hace cuatro a?os que se inici¨® la que, posiblemente, podemos ya considerar como la recesi¨®n econ¨®mica m¨¢s profunda de la historia reciente. Hay muchos motivos que lo demuestran: el car¨¢cter global de la crisis, las medidas fiscales y monetarias aplicadas, la escasez de liquidez, los ajustes de gastos que afectan a toda la poblaci¨®n, la necesidad de acometer procesos de reorganizaci¨®n y concentraci¨®n en el sector bancario y, m¨¢s recientemente, las dudas sobre un activo considerado tradicionalmente seguro: la deuda soberana.
?Estamos, de verdad, saliendo de la crisis? ?D¨®nde hemos llegado despu¨¦s de todo el esfuerzo realizado hasta el momento? En mi opini¨®n, nos encontramos en una situaci¨®n de estancamiento, con graves riesgos si no se toman las decisiones adecuadas. La ¨²nica soluci¨®n posible para superar la crisis, y volver a crear puestos de trabajo, es recuperar el crecimiento econ¨®mico. Se pueden establecer medidas transitorias que ayuden a que el sacrificio no recaiga en los m¨¢s d¨¦biles. Se pueden arbitrar ayudas que traten de paliar el dramatismo del momento. Pero solo cuando todas las empresas y organizaciones apuesten, con valent¨ªa, por recuperar la senda del crecimiento ser¨¢ cuando de verdad estaremos afrontando con responsabilidad ese reto.
?Qu¨¦ crisis institucional se desatar¨ªa si el TC o Estrasburgo revocaran una condena al juez del Supremo?
La ¨²nica soluci¨®n para superar la crisis es recuperar el crecimiento econ¨®mico
Por ello, en estas circunstancias, los empresarios y directivos debemos asumir nuestra responsabilidad: manteniendo la calma, nuestros criterios y valores y, ante todo, sin perder la fe en nosotros mismos. Siguiendo nuestras intuiciones, adecuando la estrategia y concretando las prioridades, trabajando con inteligencia y coraz¨®n. Y siempre orientados al crecimiento.
Los empresarios y directivos tenemos que liderar ese cambio de actitud. Debemos tomar decisiones sabiendo que no podemos limitarnos a reajustar los costes, sino que debemos buscar y encontrar nuevas fuentes de ingresos. Habr¨¢ que dedicar m¨¢s horas al trabajo para ser capaces de dise?ar nuevos productos y abrir nuevos mercados. Y todo ello necesita realizarse con una gran dosis de realismo, es decir, cerrando operaciones y proyectos que generen nuevos ingresos y que, al mismo tiempo, potencien la ilusi¨®n, la esperanza y la confianza colectiva.
Podemos preguntamos, con sentido realista, ?qu¨¦ necesitamos para volver a la senda de crecimiento? Sin ¨¢nimo de ser exhaustivo, deber¨ªamos:
- Orientar nuestras empresas al exterior. Los pa¨ªses de nuestro entorno y, especialmente, los pa¨ªses emergentes presentan atractivas perspectivas de crecimiento. Por este motivo, debemos dirigirnos a ellos para ampliar nuestras oportunidades de negocio y las fuentes de nuestros ingresos.Y no es una misi¨®n imposible. Sabemos y podemos hacerlo. Para las empresas del Ibex, el mercado internacional ya representa aproximadamente dos tercios de su cifra total de negocio. Y, tambi¨¦n, muchas peque?as y medianas empresas est¨¢n sobrellevando mejor el temporal gracias a haberse atrevido a dirigirse al exterior. Hay que seguir su ejemplo y apostar por el crecimiento.
- Identificar nuevas oportunidades. Hoy en d¨ªa, liderar tambi¨¦n significa poner en marcha pr¨¢cticas de empresa que cuestionen lo convencional. Abrirse a nuevos sectores, identificar oportunidades en negocios cercanos a nuestra actividad tradicional, la que conocemos de primera mano. Resulta imprescindible construir organizaciones capaces de crecer desde el conocimiento del cliente, porque este debe ser el centro sobre el que gire toda la actividad empresarial. La confianza, calidad de servicio y vinculaci¨®n deber¨ªan ser ejes prioritarios para construir un modelo de negocio sostenible a largo plazo.
Para avanzar en las ventas, no hay m¨¢s remedio que crear una cierta tensi¨®n, como vemos que sucede con los deportistas. Y esa tensi¨®n se consigue proponiendo metas dif¨ªciles, pero razonables; introduciendo un cierto ranking comparativo; vigilando de cerca, todos los d¨ªas, la evoluci¨®n de las operaciones; procurando mejorar, permanentemente, el amplio abanico de productos; cuidando el binomio calidad/precio; evitando la duplicidad de jefaturas, que siempre acaba con m¨¢s burocracia.
- Revisar las estructuras de costes. Espa?a se encuentra en pleno proceso de desapalancamiento del sector privado y, como tal, se hace imprescindible revisar las estructuras de costes, racionalizarlas y, cuando sea necesario, aprovechar las econom¨ªas de escala a trav¨¦s de la consolidaci¨®n. Hay que aportar sentido pr¨¢ctico y realista a nuestras actuaciones. No son momentos de dudas, son momentos de determinaci¨®n.
Para llevar a cabo estos planes de acci¨®n se requieren directivos capaces de interpretar el mundo exterior. Esto se consigue con una actitud observadora y constructiva, siempre dispuesto a aprender, y asumiendo que puedan cometerse errores que, seguro, ser¨¢n fuente de aprendizaje. Adem¨¢s, el directivo tiene que ser consciente de sus propias limitaciones y saber apoyarse en sus colaboradores, incorporando sus aportaciones, sus an¨¢lisis, sus ideas y sus experiencias. M¨¢s que nunca, el directivo tiene que saber trabajar en equipo y con visi¨®n de conjunto. Esto permitir¨¢ no solo crecer en resultados a las organizaciones, sino tambi¨¦n crecer a nivel personal a todos los empleados.
El directivo de nuestros d¨ªas no debe olvidar que las empresas modernas que alcanzan el ¨¦xito trabajan con el convencimiento de que sus empleados son el m¨¢s importante de sus grupos de inter¨¦s. M¨¢s que los clientes y m¨¢s que los accionistas. Son conscientes de que si los empleados est¨¢n contentos y motivados, los clientes estar¨¢n bien atendidos, generar¨¢n negocio y ganar¨¢n dinero para repartir buenos dividendos para todos los accionistas.
Como dec¨ªa Ortega y Gasset, "es falso que en la vida decidan las circunstancias. Las circunstancias son el dilema, siempre nuevo, pero quien decide es nuestro car¨¢cter". La situaci¨®n es delicada, pero tenemos la responsabilidad de liderar la salida de la crisis.
Ha llegado el momento de demostrar que, cuando las adversidades nos golpean, cuando la situaci¨®n es exigente y dif¨ªcil, cuando los objetivos marcados parecen fuera de nuestro alcance, los empresarios y directivos somos emprendedores que actuamos con determinaci¨®n. Debemos resistir, sin perder ni los principios, ni los valores, ni las formas. Haciendo lo que decimos y diciendo lo que hacemos. Sin rendirnos al fracaso.
En un momento tan dif¨ªcil como el actual, los directivos tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de la historia, a trav¨¦s del compromiso firme de pensar en positivo. Hemos de ser capaces de ver lo invisible -lo que otros no ve¨ªan-, sentir lo intangible -lo que otros no captaban- y lograr lo imposible -lo que parec¨ªa fuera de su alcance-. De este modo, podremos ofrecer a las personas la ilusi¨®n de un trabajo, la posibilidad de sentirse ¨²til y la energ¨ªa de seguir forjando una vida con sentido, una familia y, muy probablemente, una sociedad m¨¢s justa.
Isidro Fain¨¦ es presidente de La Caixa y de la Confederaci¨®n Espa?ola de Directivos y Ejecutivos (CEDE).
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