El plazo m¨¢s largo
De todos los datos que proporciona trimestralmente la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, y de forma mensual el paro registrado por el Ministerio de Trabajo, el m¨¢s lacerante -y es muy dif¨ªcil escoger entre todos ellos- es el desempleo de larga duraci¨®n, compuesto por los que llevan m¨¢s de dos a?os sin disponer de puesto de trabajo y con escasas perspectivas de cambiar de situaci¨®n.
En la mejor de las circunstancias, cuando uno lleva m¨¢s de 24 meses cobrando el seguro de desempleo, deja de hacerlo, pues este mecanismo es operativo para crisis econ¨®micas menos largas que la que estamos sufriendo. A partir de ese momento, el parado de larga duraci¨®n solo tiene como alternativa acudir a la paga escoba de 400 euros (mientras sobreviva a los recortes presupuestarios), las rentas de reinserci¨®n de algunas comunidades aut¨®nomas o la beneficencia p¨²blica o privada.
1,6 millones de personas ya no cobran el seguro de desempleo. Son los parados de larga duraci¨®n
Las cifras publicadas el pasado mi¨¦rcoles por el Ministerio de Trabajo no dejan lugar a dudas: 3 de cada 10 parados ya no cobran prestaciones de desempleo. De los 4,3 millones de ciudadanos inscritos en los servicios p¨²blicos de empleo, m¨¢s de 1,6 millones est¨¢n fuera de este seguro, que es como decir ausentes de este pilar protector del Estado de bienestar. Esta cifra es un 6% menor que hace un a?o, unas 100.000 personas, lo que significa que mientras la coyuntura no cambie, cada mes hay miles de personas (en una tendencia creciente) que salen del coraz¨®n del sistema y se convierten en marginados.
La EPA aporta una circunstancia complementaria: alrededor de un 18% de los 4,98 millones de parados que mide esta encuesta son las personas de referencia de una familia, sus sustentadores principales, los q ue antiguamente se denominaban "padres de familia". As¨ª, unas 900.000 personas -y los que dependen de ellas, sobre todo si son hijos menores de edad- corren el riesgo de a?adir factores de pobreza intensa a la situaci¨®n de desempleo que padecen.
Si a ello le sumamos el n¨²mero de hogares con todos sus miembros activos en paro -1,42 millones (el 4% del total)-, se puede concluir que a pesar de los esfuerzos realizados en los ¨²ltimos ocho a?os por los Gobiernos socialistas desde las pol¨ªticas p¨²blicas, la profundidad y la extensi¨®n en el tiempo de las dificultades econ¨®micas de los ciudadanos, la insuficiencia de las medidas de protecci¨®n al desempleo, la falta de articulaci¨®n de las rentas m¨ªnimas auton¨®micas y las restricciones financieras de las Administraciones p¨²blicas (que se multiplicar¨¢n en los pr¨®ximos meses, gobierne quien gobierne), en un contexto de aumento de la pobreza y de la desigualdad, suscitan serios interrogantes sobre el peligro de inestabilidad social en el futuro inmediato.
Por todo ello es por lo que el desempleo es el factor diferencial de Espa?a en relaci¨®n con el resto de los pa¨ªses de la OCDE. -
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