El PSOE arriesga y echa el resto
Gonz¨¢lez y Guerra arropan a Rubalcaba con un mensaje: est¨¢ en juego el Estado de bienestar - La campa?a, a dos velocidades: el PP no necesita ni contestar
Cualquier buen jugador sabe que la ¨²nica manera de ganar cuando parece imposible implica arriesgar todo lo que tienes. Poner encima de la mesa todas tus fichas. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, un experto del juego de la pol¨ªtica pero poco propenso al riesgo, est¨¢ rompiendo consigo mismo. Ayer decidi¨® echar el resto y jug¨¢rsela con un movimiento arriesgado pero contundente: 15 a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo encuentro y tras casi 21 a?os distanciados, logr¨® unir en un mitin en Dos Hermanas (Sevilla) a Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra, mitos del socialismo.
Y el mensaje, en medio del entusiasmo de la militancia, fue clar¨ªsimo: la supervivencia de la izquierda est¨¢ en juego, no es momento para que quienes alguna vez votaron PSOE se abstengan. Est¨¢ en peligro el Estado de bienestar espa?ol que crearon gentes como Gonz¨¢lez y Guerra, apunt¨® Rubalcaba. "No es irreversible", remat¨®. El tono de los tres era especialmente dram¨¢tico con un objetivo que Guerra resumi¨®: "Nuestro enemigo es la abstenci¨®n".
El regreso a las esencias, con un Guerra en plena forma lanzado sin freno contra banqueros y obispos, y un Gonz¨¢lez m¨¢s pausado que clam¨® contra la austeridad sin medida que est¨¢ "sangrando" a Europa, provoc¨® una situaci¨®n extra?a. Por momentos parec¨ªa que el PSOE viniera de la oposici¨®n. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, a¨²n presidente del Gobierno, no solo no estaba en el mitin. Tampoco en los discursos.
Rubalcaba, Gonz¨¢lez y Guerra dibujaron un agujero en el tiempo, desde los ochenta y los noventa, cuando seg¨²n ellos el PSOE puso las bases del Estado de bienestar, al Rubalcaba del futuro, que ser¨ªa el ¨²nico en condiciones de defenderlo. En medio, un triple salto mortal para obviar la etapa de Zapatero, achicharrado en las encuestas. Ya es una r¨¦mora electoral, como se demostr¨® en mayo, cuando s¨ª hizo campa?a.
Este distanciamiento no es tan nuevo. Lo protagoniz¨® John McCain con George Bush, por ejemplo, para intentar ganar a Barack Obama, que aprovechaba la mala valoraci¨®n del entonces presidente. Pero en Espa?a no hab¨ªa sucedido nunca con un gobernante en ejercicio.
Solo Guerra, sin citarlo, tuvo un gui?o hacia ¨¦l: "Estoy feliz, porque el Gobierno entr¨® retirando unas tropas de una guerra injusta y sale derrotando a ETA". Claro que esta ¨²ltima parte se la atribuy¨® inmediatamente a Rubalcaba, y adem¨¢s dej¨® caer lo que todos tienen en la cabeza, esto es, que el PSOE est¨¢ hundido por la pol¨ªtica de recortes: "En medio se han hecho muchas cosas que no voy a mencionar", remat¨®.
El candidato, encantado de la haza?a de juntar a los dos dirigentes del PSOE con m¨¢s ¨¦xitos electorales a sus espaldas, tir¨® de humildad: dijo que se sent¨ªa como si saliera a tocar despu¨¦s de tener a los Beatles como teloneros. La encuesta del CIS que ten¨ªan los militantes en sus peri¨®dicos es demoledora y en las gradas hab¨ªa mucha inquietud, pero cuando acab¨® el acto la inyecci¨®n de moral era evidente. Casi tanto como el riesgo que tiene esa imagen para los posibles votantes que no son socialistas pata negra.
Rubalcaba jug¨® todas sus fichas con Gonz¨¢lez y Guerra. Pero para ganar arriesgando todo a una carta, el jugador necesita que su rival acepte el envite. Y Mariano Rajoy no est¨¢ por la labor. Ayer, m¨¢s que nunca, qued¨® claro que la campa?a se mueve a dos velocidades. Rubalcaba tiene que arriesgarlo todo, Rajoy no lo necesita. Y ¨¦l, siempre pragm¨¢tico, no acostumbra a hacer nada que no sea imprescindible.
Al PP le sobran los pocos d¨ªas que faltan para el final. Lo dicen sus dirigentes en privado. Tanto que hoy, mientras Rubalcaba va a Valencia, Rajoy suspende su agenda para preparar el debate. Solo ah¨ª corre un riesgo, m¨ªnimo. Los m¨ªtines pueden esperar.
El candidato del PP, que se prepara ya para una mayor¨ªa absoluta, va tan sobrado que incluso hace bromas sobre sus ministrables en los m¨ªtines, como ayer en Legan¨¦s. Y hasta se r¨ªe de los otrora temidos Gonz¨¢lez, Guerra y Rubalcaba. Los llama "la historia", personajes del "siglo XX", y sigue con su libro: paro y reformas.
Gonz¨¢lez tiene una enorme presencia en estas elecciones. M¨¢s que nunca. Tanta, que un dirigente del PP cuenta en broma que su madre, muy anciana y conservadora, le hab¨ªa preguntado asustada tras ver los informativos: "?Felipe se vuelve a presentar?". Pero no es el ¨²nico que vuelve. El expresidente Aznar tambi¨¦n estar¨¢ en campa?a. Casi todos los d¨ªas, como Gonz¨¢lez.
Rajoy no se la juega, no coincide con ¨¦l. S¨ª lo hizo en 2008, cuando mont¨® por sorpresa un mitin conjunto en Le¨®n. Y el expresidente se comi¨® a su heredero. No han repetido y no est¨¢ previsto que lo hagan, aunque no hay que descartar que suceda por sorpresa. Rajoy no necesita arriesgar, pero tiene tanta ventaja que ya ni Aznar puede hacerle da?o. En 2008, el miedo al PP le hizo perder las elecciones, seg¨²n su propio an¨¢lisis. Ahora ese riesgo ni se plantea. Solo el que se la juega puede cometer errores. Y ¨¦l no lo va a hacer.
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