Tras la sequ¨ªa, l¨¢grimas

"Hac¨ªa mucho tiempo que no me sent¨ªa as¨ª de bien, tan en forma. Estoy hambriento", dice el suizo Roger Federer tras ganar por 6-1 y 6-3 al japon¨¦s Kei Nishikori la final del torneo de su Basilea natal. El calendario no miente. Su rostro, tampoco. El n¨²mero cuatro del tenis mundial llevaba 10 meses sin un trofeo (Doha 2011), la peor racha de su carrera desde la de 11 meses que cerr¨® en 2002. Para ¨¦l, toda una traves¨ªa por el desierto. Se le vio en la cara. Emocionado, los ojos vidriosos del campe¨®n brillaban mientras el p¨²blico se un¨ªa en una ovaci¨®n atronadora que ¨¦l sigui¨® paseando el dorso de su mano por el rostro para enjugar unas pocas l¨¢grimas. Con el triunfo tambi¨¦n lleg¨® el reencuentro del ganador de 16 grandes con su territorio de caza preferido. No es casualidad. Federer volvi¨® a vencer y lo hizo compitiendo bajo techo.

Si hay un terreno que lo es todo para el suizo es el de los torneos en pista cubierta, en los que gana el 80% de los duelos. Lejos del sol y resguardado del viento, maliciosos elementos que susurran fatigas y malos consejos a los o¨ªdos de los tenistas, el que fue n¨²mero uno mundial encontr¨® los primeros ¨¦xitos.

Bajo techo logr¨® Federer sus cinco primeras finales y sus dos primeros t¨ªtulos. Bajo techo vuelve a encontrar un refugio ahora que, a los 30 a?os, ha quemado m¨¢s carrera de la que le queda por delante: ha conquistado cuatro de sus ¨²ltimos cinco torneos en la modalidad indoor. Solo la modesta cita de Doha, disputada al aire libre, escapa a la tendencia. El dato es significativo: tras su primer curso sin conquistar un grande desde 2003, Federer a¨²n puede so?ar con despedir 2011 con nota alta si revalida el t¨ªtulo logrado en 2010 en la Copa de Maestros, que volver¨¢ a reunir a los ocho mejores del mundo en Londres desde el 20 de noviembre. Antes, ya esta misma semana, tendr¨¢ una nueva oportunidad de afinar su maquinaria en el Masters 1.000 de Par¨ªs.

"Tengo grandes esperanzas para Par¨ªs y Londres", dijo Federer tras levantar la copa en Basilea, su segundo t¨ªtulo del a?o. "Frente a los j¨®venes, yo estoy en otro punto de mi carrera. Debo centrarme en lo que es mejor para mi cuerpo, mi mente y mi familia", cerr¨®. "No me ha dado ninguna oportunidad", le alab¨® Nishikori, desarbolado.

Mientras Federer dejaba escapar alguna lagrimilla, Marcel Granollers buscaba una zapatilla nueva en el raquetero. Las circunstancias eran dram¨¢ticas: en medio del desempate que decid¨ªa la final de Valencia, en la que se enfrentaba al argentino Juan M¨®naco, se resbal¨® al ir a por una pelota y parti¨® por la mitad uno de sus calzados. El par¨®n (5-3 a su favor) pudo haberle roto el ritmo. No fue el caso. Granollers, un tenista intermitente porque juega con extremo riesgo y dificultad, logr¨® (6-2, 4-6 y 7-6) su segundo t¨ªtulo del a?o, el primero de su carrera lejos de la tierra, y continu¨® su particular campa?a para pesar m¨¢s en el equipo espa?ol que buscar¨¢ la Copa Davis contra Argentina entre el 2 y el 4 de diciembre.

A este paso, sin embargo, el conjunto sudamericano llegar¨¢ a Sevilla en camilla o excelentemente preparado: con David Nalbandian alejado por lesi¨®n de las pistas hasta la eliminatoria decisiva, Juan Mart¨ªn del Potro, derrotado por Granollers en Valencia, anunci¨® ayer que no jugar¨¢ en Par¨ªs por los dolores que sufre en un hombro.