Hombre divino

El famos¨ªsimo y, parad¨®jicamente, casi desconocido Pit¨¢goras fue uno de aquellos audaces presocr¨¢ticos de inolvidable resonancia en la tradici¨®n filos¨®fica perenne. Pero su perfil hist¨®rico (nacido en Samos hacia 570 antes de Cristo muri¨® en Crotona hacia 490) qued¨® pronto oscurecido por una aureola m¨ªtica que hizo del fundador de la secta o escuela de su nombre una especie de "hombre divino", un fabuloso theios an¨¦r, h¨¦roe y santo de la cultura, de saber divino, al que sus disc¨ªpulos profesaron un culto singular. En la ¨¦poca auroral de la filosof¨ªa Pit¨¢goras es una figura singular entre los graves presocr¨¢ticos, con su prestigio de cham¨¢n e innovador religioso. El fil¨®sofo Her¨¢clito, en un c¨¦lebre fragmento, lo criticaba por su polymath¨ªe, es decir, sus muchos saberes y su carencia de inteligencia (nous). En efecto, Pit¨¢goras fue gran investigador original en matem¨¢ticas, astronom¨ªa, filosof¨ªa, ret¨®rica, pol¨ªtica, ¨¦tica, arte prof¨¦tico, medicina y religi¨®n. Descubri¨® acaso algunos teoremas matem¨¢ticos (tal vez no el que lleva su nombre), sostuvo que el n¨²mero es el fundamento del cosmos y habl¨® de la armon¨ªa de las celestes esferas, pero sabemos poco de sus teor¨ªas cient¨ªficas; indudablemente es m¨¢s esencial su doctrina de la inmortalidad y la metempsicosis; es decir, la trasmigraci¨®n del alma despu¨¦s de la muerte para reencarnarse en diversos cuerpos, humanos y no humanos, como premio o castigo por la conducta anterior. Con una memoria extraordinaria, Pit¨¢goras recordaba varias de sus vidas anteriores.

La escuela que fund¨® tuvo en el sur de Italia una gran influencia religiosa y pol¨ªtica; perdur¨® e influy¨® en las teor¨ªas de grandes fil¨®sofos como Emp¨¦docles (que tambi¨¦n sab¨ªa de otras existencias y era otro "hombre divino", adem¨¢s de poeta). Y tambi¨¦n en Plat¨®n que tuvo amistad con Filolao y Arquitas y los pitag¨®ricos de su tiempo. Siglos despu¨¦s la doctrina renaci¨® vivaz en el pitagorismo romano y en adeptos neoplat¨®nicos. Su asc¨¦tica vegetariana y su m¨ªstica tuvieron largos ecos, como los tuvo uno de sus m¨¢s extra?os preceptos: el severo mandato de "no acercarse a las habas". Lo hist¨®rico se combina aqu¨ª con la leyenda en las cinco curiosas Vidas de Pit¨¢goras traducidas. La m¨¢s antigua de unos cinco siglos despu¨¦s de su muerte, y la m¨¢s larga es la escrita por J¨¢mblico, un neoplat¨®nico ya del siglo III-IV despu¨¦s de Cristo. Esas biograf¨ªas de halo hagiogr¨¢fico nos hablan del legendario prestigio de esas ense?anzas mist¨¦ricas.

David Hern¨¢ndez de la Fuente ofrece, en la primera parte, un amplio, original y completo estudio de Pit¨¢goras y su escuela, enmarc¨¢ndolo muy bien en el contexto de su ¨¦poca. Analiza inteligentemente los datos antiguos, y unas pocas im¨¢genes curiosas, con un admirable manejo de la bibliograf¨ªa reciente. Al reunir luego en una excelente y bien anotada traducci¨®n esas cinco antiguas biograf¨ªas, tan pintorescas y sugerentes, ha compuesto un libro sabio, ameno y original que bien se merece su esmerada edici¨®n.