"Berlusconi minti¨® a Europa"
"Hasta que no lo vea, no me lo creo". Dario Fo (Sangiano, 1926), el actor y dramaturgo italiano que gan¨® el Premio Nobel de Literatura en 1997, mantiene cierta prudencia. No quiere comentar la dimisi¨®n de Silvio Berlusconi hasta que no sea cosa hecha y cerrada. Como muchos italianos, con un matiz de ir¨®nico fatalismo, teme un ¨²ltimo codazo del empresario empe?ado en perpetuarse como pol¨ªtico.
"Hay que tener cuidado. ?l es el maestro del doble juego, un estafador nato, que no puede evitar tender trampas. Giorgio Napolitano [el presidente de la Rep¨²blica que el mi¨¦rcoles precis¨® en una nota que la dimisi¨®n del primer ministro es cierta e inminente] tambi¨¦n debi¨® tener la misma sensaci¨®n y se lo aclar¨® a los mercados, a los europeos, pero en primer lugar a Berlusconi: 'Te quedan pocos d¨ªas', le dijo. Si le dejas tiempo, se sale con la suya y te monta el juego de las tres cartas... No quiero ni pensarlo...".
"Si le dejas tiempo, se sale con la suya y te monta el juego de las tres cartas..."
Pregunta. ?Piensa que Berlusconi prepara una trampa?
Respuesta. ?Claro! Ahora est¨¢ obligado a marcharse solo porque se ha quedado solo contra la pared. Pero uno como ¨¦l, no se va por conciencia c¨ªvica, como hizo Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. ?l ha ido agarr¨¢ndose a todo lo que pod¨ªa: minti¨® a Europa, intent¨® aguantar hasta el final y ganar tiempo. El tiempo siempre juega a favor de un g¨¢bola, como decimos en dialecto milan¨¦s, que significa uno que se esmera en urdir trampas.
P. ?Por qu¨¦ cree que se obstin¨® tanto?
R. Porque tiene pavor a los juicios que le esperan. Si no puede utilizar su posici¨®n para inventar leyes ad personam que le protejan de los tribunales, si llega a ser un ciudadano casi normal, est¨¢ jodido. Se va a quedar sin el escudo forjado por sus propias intrigas.
P. Berlusconi, un ciudadano normal...
R. Es dif¨ªcil de decir, ?verdad? Parece absurdo imaginarle como a una persona normal. Siempre estuvo por encima, o mejor dicho, afuera. Siempre utiliz¨® trucos, hasta vulgares: los h¨¢bitos sexuales, sus promesas continuas, las declaraciones estrafalarias... Dice una cosa y al cabo de 10 minutos la desmiente. "Los periodistas amplificaron, torcieron, quitaron de contexto lo que yo quer¨ªa decir", se justifica. Todo lo que dice, en 10 minutos queda vano y vac¨ªo. Berlusconi ciudadano de a pie es un cuento de hadas. Est¨¢ tan embebido de falsedad que falsificar¨ªa la realidad hasta frente a Dios.
P. En 1998, usted llev¨® a los escenarios una s¨¢tira sobre Berlusconi, El an¨®malo bic¨¦falo. ?La obra a¨²n lo representa?
R. S¨ª. El an¨®malo era un hombre con doble personalidad, que de repente pierde la memoria y no se acuerda de nada de su vida. Cuando le cuentan todas las gamberradas que cometi¨® se siente mal, se echa a llorar y no puede asumir haber sido tan poco honesto y claro.
P. ?Qu¨¦ episodio recordar¨¢ de estos 17 a?os de Berlusconi en la escena pol¨ªtica italiana?
R. La imagen que voy a conservar es la que m¨¢s me asombr¨®; es reciente, de estos ¨²ltimos d¨ªas. Lo vi desesperado, desubicado, entre los grandes pol¨ªticos reunidos en Cannes (Francia). Todos pasaban de ¨¦l: se un¨ªa a un grupo y los dem¨¢s enseguida se iban y le dejaban solo; se acercaba a otro y le daban la espalda. Estos rechazos, esta falta de atenci¨®n hacia ¨¦l, que est¨¢ tan acostumbrado a pueblos que le aplauden... y de repente no es nada m¨¢s que un personaje vac¨ªo de todo poder. Pens¨¦ en aquella canci¨®n que escrib¨ª con Enzo Iannacci, Vengo anch'io. No, tu no. Unos amigos se ponen de acuerdo para ir todos juntos al zoo; uno dice: "?Yo tambi¨¦n voy!", y el coro le contesta: "?No, t¨² no!". Berlusconi se halla en la misma situaci¨®n ahora: solo. Me entr¨® angustia, me dio pena, sent¨ª piedad.
P. Adem¨¢s de Merkel y Obama, ?el pueblo tambi¨¦n le ha abandonado?
R. S¨ª. Y ¨¦l tambi¨¦n se ha dado cuenta. Se nota por c¨®mo se porta. Ya evita la muchedumbre, evita las plazas. Su pueblo se r¨ªe a sus espaldas, no le acepta. Debe estar sufriendo el infierno.
P. ?Celebrar¨¢ su partida cuando llegue el d¨ªa?
R. Mientras siga presente, seguir¨¦ con mi angustia. Preocupado porque est¨¦ preparando otra de sus briboner¨ªas.
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