'Ciao' a todo esto
El incendio ha prendido en la planta noble de Europa, en Italia, su cuarta econom¨ªa, con m¨¢s peso que Grecia, Portugal, Irlanda y Espa?a juntas. Demasiado grande para ser rescatada. Nuestras habitaciones son contiguas y Francia duerme en el mismo piso. La contenci¨®n a c¨®modos plazos ha fracasado. El cortafuegos cavado hace tan solo 12 d¨ªas en Bruselas, tard¨ªo e insuficiente, no ha detenido el fuego de Grecia. El G-20 volvi¨® a estrellarse en Cannes, con EE UU convertido en primus inter pares incapaz de arbitrar soluciones, confirmando su progresivo desvanecimiento como superpoder dominante. Europa recibi¨® el rechazo de China y Brasil a su pat¨¦tica petici¨®n de fondos para rescatar a sus miembros m¨¢s d¨¦biles. "Si los europeos no van a poner m¨¢s recursos ?por qu¨¦ voy a hacerlo yo?" (Dilma Rousseff, presidenta brasile?a). La vieja regla se cumple: todo lo que puede salir mal se acaba torciendo. Menos mal que el asteroide 2005 YU55, del tama?o de un portaaviones, solo "roz¨®" la Tierra el martes al pasarnos a 324.000 kil¨®metros de distancia, cerca en t¨¦rminos siderales. Presenciamos la bancarrota pol¨ªtica de Europa y una quiebra financiera que nos va a empobrecer a nosotros y a nuestros hijos, ya estampillados de generaci¨®n perdida. El domin¨®: caen sucesivamente los Gobiernos, de derecha a izquierda, v¨ªctimas de esta nueva peste negra. Irlanda, Portugal, Grecia, Italia, al de Espa?a le quedan 10 telediarios. ?Qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo? ?Ser¨¢ Obama el ¨²ltimo, en 2012?
El adi¨®s es a una pol¨ªtica que ya no sirve para resolver los problemas de los ciudadanos
Con la pol¨ªtica suspendida por incomparecencia, los Gobiernos aceptan en cascada una soberan¨ªa limitada con los interventores y los planes de adelgazamiento, comunicados por las autoridades de Bruselas, que a su vez los reciben de la canciller¨ªa de Berl¨ªn y del FMI. Al ejecutarlos, los Gobiernos se suicidan electoralmente y dan paso a gabinetes de concentraci¨®n o t¨¦cnicos, como ha ocurrido en Grecia o en Italia. Se trata de buscar personas que hablen el lenguaje de los mercados y den confianza a gnomos varios: br¨®kers, fondos de pensiones. El dictado de lo econ¨®mico es aceptado sin chistar. El nuevo fundamentalismo de la austeridad a muerte no admite alternativa, mientras Europa se detiene y se asoma a la recesi¨®n. No nos enga?emos aliviados con el ciao a Berlusconi, el hombre que destroz¨®, ¨¦l solo, todo un pa¨ªs, con la ayuda prolongada en el tiempo de una mayor¨ªa de italianos. Italia, il bel paese, con 1,9 billones de deuda p¨²blica, pero con una econom¨ªa industrial solvente y un d¨¦ficit presupuestario razonable. Sentada en la silla el¨¦ctrica de los mercados, intervenida preventivamente, sin necesidad de haber sido rescatada. Veamos la luna, no solo el dedo. El adi¨®s es m¨¢s general: a todo lo viejo, a una pol¨ªtica que ya no sirve para resolver los problemas de los ciudadanos. Asistimos impotentes a la entrada en una nueva era. Pero atrapados en el ojo de la ola gigante que nos zarandea, no comprendemos la trascendencia del momento. Viajamos demasiado cerca de los acontecimientos. Como dice el historiador Paul Kennedy, "es como si estuvi¨¦ramos de nuevo en el a?o 1500, saliendo de la Edad Media hacia el mundo moderno". China se despega, EE UU se prepara pragm¨¢ticamente para un siglo XXI asi¨¢tico. Europa aparece como un coro lejano, en construcci¨®n-deconstrucci¨®n como larga crisis. Las campanas no solo doblan por Europa, sino por lo que dejamos atr¨¢s. El principio del fin de 200 a?os de predominio occidental.
?Y Espa?a en todo esto? Cuanto m¨¢s cambia el mundo, m¨¢s nos miramos el ombligo. Hay que decir la verdad, repet¨ªa Ram¨®n Ja¨²regui en el debate electoral a cinco en TVE. Pero los Gobiernos no lo hacen. ?Nos ha dicho Zapatero lo que ocurri¨® la negra noche del 10 de mayo de 2010 en Bruselas? ?Nos desahuciaron? ?Todav¨ªa no hemos tocado fondo? ?Y la carta que nos envi¨® Trichet? ?Cu¨¢ndo perdimos nuestra soberan¨ªa? Hemos desaprovechado el proceso electoral para un debate de ideas y proposiciones. Estamos en la pol¨ªtica del campanario. Damos por bueno un solo debate de juguete, una cataplasma democr¨¢tica, en el que el cachivache de las diputaciones ocup¨® m¨¢s lugar que nuestra posici¨®n en Europa y en el mundo. Los electores en Espa?a no se han percatado a¨²n, pero estamos a las puertas de un Gobierno de concentraci¨®n de facto, donde el perdedor de las elecciones ya ha dado pistas de que secundar¨¢ al vencedor para ajustar a¨²n m¨¢s el traje. Ajuste que ya se prev¨¦ para antes de fin de a?o. Los pron¨®sticos de la Comisi¨®n Europea, que no se cree que Espa?a cumpla el 6% del d¨¦ficit presupuestario, lo presagian. La ola tiene tanta fuerza que es capaz de llevarse por delante al Gobierno saliente y al entrante.
fgbasterra@gmail.com
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