Lassad se hace Djalminha

As¨ª son las cosas del talento. Inadvertido durante muchos minutos en los que evolucion¨® como ausente, Lassad aflor¨® cuando deciden los que saben, con su equipo golpeado tras el gol del empate despu¨¦s de su m¨ªnima ventaja durante casi 80 minutos. Gan¨® el Deportivo el cl¨¢sico gallego gracias a su disparo desde fuera del ¨¢rea, a la escuadra. Una victoria que aprieta la cabeza de la tabla de Segunda. Fuera de la cancha, el autob¨²s del Celta y el de otros seguidores vigueses fue apedreado, y durante el encuentro se lanzaron varias bengalas al campo.

Fue el gol de Lassad el colof¨®n a un pulso que se plante¨® bajo premisas inesperadas. Nada m¨¢s empezar marc¨® Riki un bello gol de tac¨®n y mudaron las previsiones. El Celta se hizo con la pelota y el Deportivo esper¨® atr¨¢s, muchas veces partido. Corri¨® demasiado el Depor, que se pas¨® bastante tiempo en el alambre y convirti¨® en una ida y vuelta una liza que le conven¨ªa temporizar.

El autob¨²s del equipo vigu¨¦s fue apedreado y se lanzaron bengalas al c¨¦sped

Tuvo el empate el Celta, no tanto por ocasiones como por sensaciones. La desventaja le oblig¨® a olvidar cualquier intenci¨®n de contraataque, pero no acab¨® de ordenarse. Demasiada ansiedad en un entorno trepidante que invitaba al desorden. La excitaci¨®n desbord¨® a muchos, pero otros mostraron tablas. Por ejemplo, Valer¨®n y Oubi?a, que flirtearon con el adi¨®s, largo tiempo lesionados, faros ayer de sus equipos, poseedores del don de la pausa. Otros hacen bandera de la trepidaci¨®n y por eso se les vio m¨¢s dados al escenario. De Lucas o Salom?o, hiperactivos, siempre estuvieron en la mirada de sus compa?eros para el desborde. Lo busc¨® el portugu¨¦s, al que se enfrent¨® Oier sin apenas apoyos y coberturas para sufrir un calvario. H¨¢bil y veloz, Salom?o tiene mucho f¨²tbol por descubrir, pero atesora un valor cada vez m¨¢s escaso, el del desborde. De Lucas es competitivo al m¨¢ximo. Estuvo cerca del gol en un rechace de Aranzubia y lo volvi¨® a poner a prueba en un libre directo al poco de iniciarse la segunda parte. Siempre decisivo, el portero respondi¨® cada vez que le exigi¨® el Celta y ofreci¨® la seguridad que precisaba un equipo proclive a recular, pero que tambi¨¦n encontr¨® una buena respuesta en Aythami.

El paso de los minutos matiz¨® la pujanza del Celta, que tampoco mostr¨® variedad de recursos. Paco Herrera, su t¨¦cnico, ha dado una vuelta de tuerca al equipo, con calidad en la medular con Oubi?a y ?lex L¨®pez, pero sigue teniendo un combo m¨¢s preparado para la respuesta que para la propuesta. Por momentos, decay¨®. Fue cuando el Deportivo encontr¨® a Valer¨®n, cuando se asoci¨® con Juan Dom¨ªnguez, que ayer se curti¨® en 90 minutos m¨¢s que en dos a?os. Sospechoso por su aparente frialdad, no por la destreza de quien juega con la cabeza arriba, trabaj¨® como nunca.

Pero le falt¨® templanza al Deportivo tanto para aguantar el asedio rival como para golpearlo a la contra. Empat¨® Orellana tras ganar en el cuerpo a cuerpo a Ayoze justo cuando el Celta boqueaba como pez fuera del agua. Fue en aquel momento, a falta de ocho minutos, cuando Herrera hizo desde la banda gestos inequ¨ªvocos a los suyos: hab¨ªa que ir a por los tres puntos. Pero Lassad se disfraz¨® de Djalminha.