Contador y el detector de mentiras

Gorka Villar, el abogado que coordina el equipo jur¨ªdico de Alberto Contador, explicaba recientemente en Madrid que una vista ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) consiste sencillamente en convencer a los tres ¨¢rbitros de que la tesis que se les presenta es la m¨¢s plausible para explicar un hecho. "La decisi¨®n se toma por balance de probabilidades", dijo Villar; "si los ¨¢rbitros creen que tu tesis tiene un 51% de probabilidades de haber sucedido, has ganado".

Claro, el asunto no es tan sencillo porque ser¨¢ trabajo de la otra parte, la que quiere que se sancione a Contador, formada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), presentar varias probabilidades m¨¢s para explicar el mismo hecho, la aparici¨®n de 50 picogramos de clembuterol en la orina del madrile?o de Pinto en un control antidopaje en el Tour de 2010, y diluir la plausibilidad de la del rival.

La AMA har¨¢ testificar al carnicero de Ir¨²n y al gerente de los ganaderos de vacuno

Complicada en verdad para Contador se anuncia la vista ante el TAS, del 21 al 24 de noviembre, dentro de una semana, del recurso de la AMA y la UCI contra el ciclista y la federaci¨®n espa?ola, que consider¨® que no deb¨ªa ser castigado por el positivo por clembuterol. Nada menos que 23 personas, 10 por parte de la apelaci¨®n y 13 por parte de Contador, declarar¨¢n como testigos o como expertos. La personalidad de las mismas permite hacerse una idea por adelantado de lo que acontecer¨¢ en los dos escenarios en que se desarrollar¨¢ la vista de Lausana, la sede del TAS y el Museo Ol¨ªmpico.

Para intentar demostrar que un pedazo de carne contaminada es la causa de todo el problema, Contador declarar¨¢, probablemente el martes 22, as¨ª como sus compa?eros de equipo Benjam¨ªn Noval, Jes¨²s Hern¨¢ndez y Paolo Tiralongo, que comieron de la misma carne el d¨ªa de descanso en Pau.

Mike Morgan, el abogado brit¨¢nico que presentar¨¢ el caso, uno de los cuatro que representar¨¢n al ciclista espa?ol, se ver¨¢ apoyado por dos expertos habituales en sus visitas al TAS: el venerable Vivian James, un brit¨¢nico de 87 a?os que trabaj¨® para la agencia antidopaje de su pa¨ªs, y Paul Scott, un californiano que tuvo una empresa dedicada a hacer controles internos en los conjuntos ciclistas. Del equipo cient¨ªfico de Contador desaparece Giuseppe Banfi, el hemat¨®logo italiano cuyo informe fue clave en el caso ante la federaci¨®n, y se incorporan un experto alem¨¢n en plastificantes -por si la AMA usa el alto nivel de plastificantes hallado en Contador como un indicio indirecto de manipulaci¨®n sangu¨ªnea- y una bioestad¨ªstica brit¨¢nica, que intentar¨¢ poner en duda el valor del pasaporte biol¨®gico. Tambi¨¦n llevar¨¢ Contador a un detective privado que intent¨® seguir el rastro del solomillo supuestamente adquirido en Ir¨²n y a un guardia civil. Pero el personaje m¨¢s curioso ser¨¢ seguramente Louis Rovner, un experto estadounidense en el detector de mentiras, lo que presupone que una de las pruebas que presentar¨¢ para probar su inocencia ser¨¢ una declaraci¨®n del propio Contador ante el pol¨ªgrafo.

LA AMA, que llevar¨¢ todo el peso de la acusaci¨®n, aunque la UCI la apoyar¨¢ con un abogado espa?ol, intentar¨¢, por un lado, demostrar que en Espa?a es muy improbable que llegue al consumidor carne contaminada. Para ello har¨¢ testificar al carnicero que vendi¨® el solomillo y al gerente de la asociaci¨®n espa?ola de ganaderos de vacuno. Y, por otro, intentar¨¢ desequilibrar a su favor el balance de probabilidades presentando como plausibles otras tesis, principalmente la de que el pasaporte biol¨®gico del ciclista es compatible con una manipulaci¨®n sangu¨ªnea, una transfusi¨®n de plasma que conten¨ªa restos de clembuterol ingerido previamente. Para ello cuenta con expertos como el australiano Michael Ashenden y Olivier Rabin, director cient¨ªfico de la AMA, as¨ª con dos expertos del laboratorio de Colonia, en el que se efectuaron los an¨¢lisis, y Pierre Sottas, uno de los inventores del pasaporte. Y tambi¨¦n contar¨¢ con su propio bioestad¨ªstico para contrarrestar a la de Contador y con expertos en farmacocin¨¦tica que intentar¨¢n demostrar que, aunque la carne estuviera contaminada con clembuterol, habr¨ªa necesitado ingerir una cantidad muy elevada para que llegara finalmente a su orina.

El juicio deportivo m¨¢s grande jam¨¢s contado, en el que estar¨¢ en juego la honorabilidad del mejor ciclista mundial del momento, ser¨¢ as¨ª un formidable y apasionante duelo cient¨ªfico-jur¨ªdico.