IU echa la red en el oc¨¦ano de la crisis
Cayo Lara ha cortejado a dos bandas a los socialistas 'hu¨¦rfanos' y al 15-M
Despu¨¦s de 15 a?os de ca¨ªda electoral en picado; de sentirse ninguneada y despreciada -sobre todo por el PSOE- como tercera fuerza pol¨ªtica nacional (lo es en votos, pero no en esca?os porque la Ley Electoral se los quita); de asistir a su progresiva p¨¦rdida de influencia en el Congreso -solo dos diputados en la ¨²ltima legislatura-; y de desangrarse en guerras internas mientras se le fugaban los votantes, IU podr¨ªa convertirse hoy, inesperadamente, en una de las grandes triunfadoras de estas elecciones. Las de la crisis.
Todas las encuestas vaticinan una fuerte subida en votos y esca?os para la formaci¨®n capitaneada por Cayo Lara. Le dan entre 7 y 11 esca?os, lo que supondr¨ªa, al menos, cuadruplicar su presencia en la C¨¢mara: probablemente la mayor subida de todos los partidos, si esos pron¨®sticos se cumplen. En IU sostienen que eso no ser¨ªa m¨¢s que un acto de justicia, que la federaci¨®n recoge ahora los frutos de una siembra de tres a?os: la batalla entre familias de IU se ha calmado y la organizaci¨®n se ha volcado en "defender a los trabajadores" cuando el PSOE se abrazaba "al ¨¢rbol liberal".
Pero no solo hay trabajo propio, hay un contexto sin precedentes. El del desplome del partido hegem¨®nico en el ¨¢mbito que se denomina de izquierdas, el PSOE, que podr¨ªa perder en estos comicios a buena parte de su base social. Y es ah¨ª, en esa posible debacle socialdem¨®crata, en la que ha centrado su estrategia de campa?a el equipo de Lara. Sin disimularlo ni un minuto -"a pecho descubierto", dijo el candidato-, IU ha echado las redes al turbulento mar del socialismo en crisis y espera pescar miles de votos de tantos y tantos electores hu¨¦rfanos. Incluso a la UGT, el hist¨®rico sindicato hermano del PSOE, ha acabado pidiendo el voto, solemnemente y sin despeinarse, Cayo Lara. Y el PCE ha apoyado ese giro.
Es, en cierto modo, la historia al rev¨¦s: durante a?os, el PSOE le rob¨® votantes a IU apelando al voto ¨²til; el mensaje era: si usted es de izquierdas y no quiere que venga "la derecha", vote al PSOE, porque hacer otra cosa es tirar el voto (gracias a la Ley Electoral, entre otras cosas). IU sufri¨® las consecuencias de esa t¨¢ctica elecci¨®n tras elecci¨®n; esta vez es IU la que apela al voto ¨²til en direcci¨®n inversa. "Hoy, el voto ¨²til de la izquierda es a IU: el PSOE no puede enfrentarse a la derecha porque su pol¨ªtica es de derechas", repite Lara en cada mitin.
Ese es un caladero: socialistas desencantados. Hay otro: indignados del 15-M (y alrededores). El movimiento popular que tom¨® las plazas en mayo reclamando "democracia real" provoca una mezcla de fascinaci¨®n y preocupaci¨®n en IU. A la federaci¨®n le resulta muy f¨¢cil apoyarlo, porque la mayor¨ªa de sus reivindicaciones coincide con el programa de IU; pero hay otra parte del 15-M que no solo est¨¢ indignada con los partidos mayoritarios, sino con todos, con la clase pol¨ªtica, con una forma de entender la democracia que deja a los ciudadanos fuera. Y esa parte puede inclinarse por el voto en blanco, nulo o la abstenci¨®n (o por partidos a¨²n m¨¢s minoritarios que IU).
Para tratar de ganarse a ese potente y vidrioso granero de votos, el equipo de campa?a de Lara ha hecho dos cosas. Una, poner en el cartel electoral a j¨®venes activos en el 15-M. El ejemplo m¨¢s claro es el candidato por M¨¢laga, Alberto Garz¨®n (que no ha sido exactamente fichado, porque llevaba a?os militando en IU). Y dos: Lara se ha desga?itado avisando: "?A Bot¨ªn no le tiemblan las piernas por el voto en blanco!". Le tiemblan m¨¢s a IU que al banquero Emilio Bot¨ªn, aparentemente.
Cayo Lara ha vivido la campa?a m¨¢s euf¨®rica y m¨¢s confiada que se recuerda en IU en m¨¢s de tres lustros. Pero nada es seguro hasta que se consigue. En el recuerdo a¨²n est¨¢ la infausta noche electoral de 2008, cuando IU obtuvo los peores resultados de su historia despu¨¦s de una campa?a en la que el entonces candidato, Gaspar Llamazares, tambi¨¦n confiado, hab¨ªa llegado a reclamar al PSOE que le hiciera hueco en el Gobierno con un ministerio.
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