Zapatillas

?Vot¨® usted ayer al partido ganador? Enhorabuena. ?Vot¨® al partido perdedor? Enhorabuena. Con independencia de los resultados que haya cosechado la opci¨®n pol¨ªtica de cada cual, todos los espa?oles que ayer tuvimos la oportunidad de meter una papeleta en una urna, estamos de enhorabuena. Porque hemos podido celebrar unas elecciones en una situaci¨®n de emergencia democr¨¢tica sin precedentes.

Nuestros primos hermanos, italianos y griegos, no han tenido la opci¨®n de acertar o equivocarse. Los mismos mercados que les han hundido, que nos han hundido, han escogido por ellos, descartando la pol¨ªtica a favor de la descarnada eficacia de los tecn¨®cratas. Si el estado del bienestar fue una negociaci¨®n del capitalismo con su propio miedo al estallido revolucionario, una manera de ceder un poco para conservar la parte m¨¢s grande del pastel, su liquidaci¨®n, consecuencia de la desmovilizaci¨®n y la apat¨ªa de unas fuerzas que ya no asustan a los poderes financieros, implica el vaciado de la misma democracia, que se est¨¢ viendo reducida a una c¨¢scara sin fruto.

Esa es la ense?anza m¨¢s importante del 20-N. La principal tarea del gobierno que salga de las urnas deber¨ªa ser, por encima de todo, la defensa de su propia legitimidad democr¨¢tica, una independencia emanada de la soberan¨ªa popular, sobre la que nada ni nadie deber¨ªa prevalecer. No va a ser as¨ª. En la medida en la que el gobierno Rajoy ceda espacios de poder a los mercados, se ir¨¢ desvinculando de su propio origen, un patrimonio que los ciudadanos tendremos que defender por otros medios. Por eso, ayer, estren¨¦ unas zapatillas ergon¨®micas para ir a votar. No fue un gasto superfluo. En los pr¨®ximos a?os voy a andar tantas veces desde Cibeles hasta Sol, que no creo que lleguen a las pr¨®ximas elecciones. Si es que llegamos nosotros a celebrarlas en 2015, claro est¨¢.