A Coru?a acoge un recorrido fotogr¨¢fico por el barroco gallego

Hay m¨¢s luz, color y contemporaneidad de lo que puede parecer en el p¨¦treo patrimonio barroco de Galicia. Es una de las sensaciones principales que uno saca al recorrer la exposici¨®n fotogr¨¢fica que ofrece hasta finales de febrero el Museo de Belas Artes de A Coru?a. Seis profesionales consagrados de la imagen, por encargo de la Conseller¨ªa de Cultura, recogieron el guante de interpretar con sus c¨¢maras paisajes, formas y monumentos que forman parte de uno de los primeros signos de identidad de la cultura gallega.

Y son seis miradas bien diferentes sobre un legado a veces tan cotidiano que ni se aprecia. Mientras uno opt¨® por el abstracto, otro por la fantas¨ªa y un tercero por jugar con la luz, otros prefirieron centrarse en extraer, sin m¨¢s y de forma casi lineal, detalles de un estilo art¨ªstico que se caracteriza por un exceso de adornos.

Son en total 60 fotograf¨ªas in¨¦ditas, la mitad de las que recoge el cat¨¢logo de esta exposici¨®n bajo el nombre C¨¢mara barroca. El objetivo de la muestra es promover y difundir el barroco a trav¨¦s de propuestas fotogr¨¢ficas actuales. La muestra, comisariada por Fernando Agrasar y Xos¨¦ M. Bux¨¢n, busca tambi¨¦n, al contraponer im¨¢genes tan variadas en t¨¦cnicas y estilos, conectar el barroco con la modernidad. Aunque no siempre funciona.

Cada fot¨®grafo que participa en C¨¢mara barroca se centr¨® en un aspecto de un arte recargado en formas y contrastes. Vari Caram¨¦s, incorporando halos azulados a sus fotograf¨ªas en negro y blanco, eligi¨® recrear la arquitectura compleja de este estilo art¨ªstico. Jos¨¦ Caruncho prefiri¨® jugar con las simetr¨ªas, mientras que Xurxo Lobato apost¨® por el hiperrealismo de los rostros de algunas de las m¨²ltiples estatuillas que pueblan monasterios e iglesias de Galicia.

Tino Mart¨ªnez se centr¨® en los perfiles y sombras del barroco compostelano, desde San Marti?o Pinario o el mayor exponente de este arte, la Catedral de Santiago. M¨¢s abstracta es la mirada de Eduardo Ochoa mientras que Xo¨¢n Pi?¨®n se decant¨® por el simbolismo del patrimonio religioso.

Los paisajes de cruceiros y ermitas, adem¨¢s de media docena de monasterios gallegos, sirvieron de escenario para el trabajo de estos seis fot¨®grafos consagrados. La colecci¨®n engloba desde rostros y pies ensangrentados de estatuas de iglesia, sombras de monumentos reflejados en los cielos o en el empedrado mojado por la lluvia hasta, destaca el Museo de Belas Artes, el vidrio y acero cromado de las obras de Mies van der Rohe. Aunque cada autor da t¨ªtulo a su secuencia de im¨¢genes, el conjunto traza, seg¨²n explica el museo coru?¨¦s que organiza la exposici¨®n, "una compleja l¨ªnea de conexi¨®n desde lo barroco hasta la modernidad".