La orquesta de los pobres
A veces, esa en apariencia insuperable distancia que existe entre la miseria y la salvaci¨®n es cuesti¨®n de 50 cent¨ªmetros. Los que mide un viol¨ªn. Todos y cada uno de los 270.000 ni?os que integran el Sistema de Orquestas de Venezuela lo saben. Lo han visto, lo han o¨ªdo, lo han vivido... El 85% de ellos pertenece a las clases m¨¢s oprimidas de un pa¨ªs en el que la pobreza es una escena cotidiana con un 31,3% de la poblaci¨®n debajo de su umbral, seg¨²n datos del Banco Mundial y la ONU. Pero cada d¨ªa la mayor¨ªa de estos muchachos agarran su instrumento y su entusiasmo y se dirigen a cualquiera de los 120 n¨²cleos, de las escuelas desperdigadas en los barrios, en los pueblos, en la selva, donde aprenden a superarlo todo. Es all¨ª donde su vida, dicen ellos mismos, cobra sentido.
"He venido con mi orquesta, pero de lo que se debe enterar el mundo es de lo que tienen aqu¨ª", dijo Abbado
Que la m¨²sica tiene la llave del progreso y de la vida, puede sonar a palabrer¨ªa tan hueca como bienintencionada en ciertos ambientes. Pero cuando lo dice Jos¨¦ Antonio Abreu, ese hombre visionario y revolucionario que decidi¨® hace 32 a?os regenerar un continente por medio del trabajo c¨®mplice y en equipo de las orquestas, es, sencilla y contundentemente, verdad. ?l lo ha demostrado y hoy es el d¨ªa en que sigue un tanto asombrado de su haza?a. Del milagro.
Empez¨® en un garaje con 25 atriles en febrero de 1975. Demasiados. Entonces le sobraron 14. Solo 11 ap¨®stoles estaban dispuestos a confiar en su sue?o, 11 muchachos que hoy, ya m¨¢s entrados en a?os, siguen a su lado en el alucinante sistema de ense?anza que han montado desde entonces y que no solo se ha implantado en Venezuela, cuyo Gobierno lo apoy¨® al a?o siguiente de su creaci¨®n, sino que se ha adoptado como m¨¦todo en 23 pa¨ªses m¨¢s.
Hoy son batallones en todo el mundo los que saben que este hombre menudo, amable, austero y con la voluntad de los generales heroicos tiene la clave, la llave, el enigma resuelto del futuro de la m¨²sica. Lo saben sus seguidores y quienes integran el sistema. Lo saben los ni?os, los j¨®venes y los ya profesionales que han salido de ¨¦l y hoy integran las orquestas m¨¢s prestigiosas del mundo. Y tambi¨¦n lo han descubierto los grandes gur¨²s vivos de la m¨²sica occidental, desde Simon Rattle, director de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, hasta Claudio Abbado, un mito en activo de la direcci¨®n de orquestas que pasa ahora cuatro meses al a?o junto a los chicos de Abreu traspas¨¢ndoles su experiencia, su visi¨®n de la m¨²sica, su sabidur¨ªa.
La ¨²ltima semana de julio ha sido ajetreada para todo el mundo. Hac¨ªa a?os que no se realizaba una selecci¨®n nacional de ni?os y j¨®venes para tocar en Caracas. Adem¨¢s, Rattle ha llegado al pa¨ªs con su esposa, la cantante Magdalena Kozen¨¢ -que actuar¨¢ con ellos-, para dirigir la Sinf¨®nica Sim¨®n Bol¨ªvar, el m¨¢ximo escalaf¨®n art¨ªstico del sistema. Poco despu¨¦s de llegar, acude a una demostraci¨®n de la orquesta m¨¢s virtuosa de uno de los n¨²cleos punteros, el de Montalb¨¢n, en Caracas, que cuenta con tres formaciones. Le interpretan en su honor el cuarto movimiento de la primera sinfon¨ªa de Mahler, la Tit¨¢n, que ha dirigido Ulyses Ascanio, uno de los 11 pioneros del sistema. El maestro Abreu acompa?a a Rattle, que aplaude entusiasmado y besa, abraza y felicita a los muchachos. "?Viva la m¨²sica!", les dice en espa?ol al final. "?Seguid as¨ª!". Ellos le han recibido en pie. Saben perfectamente qui¨¦n es, lo veneran. Por si fuera poco, Abreu se lo recuerda: "Para estos ni?os, hoy es uno de los d¨ªas m¨¢s importantes en sus vidas", asegura ante los asistentes, "el mejor director del mundo ha venido a escucharles".
Luego, en su m¨¢s que austera oficina del teatro Teresa Carre?o de Caracas, ante un vaso generoso de Coca-Cola light, lo comenta y da la clave de su proyecto. "Este no es un programa musical, es un programa social". Lo bueno es que a trav¨¦s de esa revoluci¨®n silenciosa pero tremendamente arm¨®nica, de esa transformaci¨®n y vuelco de las verdades sacrosantas establecidas en lo que se refiere a la m¨²sica, de esa bofetada que Abreu le ha propinado a las mentes m¨¢s resignadas, esc¨¦pticas y pesimistas, "el maestro", como le llama todo el mundo, ha demostrado que con su sistema explota el talento de manera natural.
"Cuando a un ni?o que vive en un barrio rodeado de miseria le entregas un instrumento, le est¨¢s dando un arma", asegura Abreu. "Es lo ¨²nico que tiene, lo que le va a permitir abrirse paso, y se aferra a ¨¦l como un n¨¢ufrago. Es su tabla de salvaci¨®n". Por eso ensayan tres, cuatro horas diarias. Por eso y porque sus vidas adquieren repentinamente un sentido profundo. "Un sentido que se contagia a sus familias y tambi¨¦n a la comunidad. Con lo que hace, el ni?o adquiere su propia identidad. Lo peor de la pobreza no es carecer de nada: es no ser nadie. En la orquesta son alguien. ?Sabe lo que para un ni?o de estos representa que Rattle lo abrace, le felicite? Es lo m¨¢ximo".
Todo surgi¨® por rebeld¨ªa. Rebeld¨ªa contra la pobreza, contra la educaci¨®n musical elitista y caduca que busca solistas perfectos y crea, en su mayor¨ªa, fracasos y frustraciones. Otra de las claves, seg¨²n Rattle, es precisamente la desinhibici¨®n: "Cuando algo les sale mal, no pasa nada. Lo repiten y saben que lo mejorar¨¢n. No tienen sentido de culpa", asegura el director brit¨¢nico en el documental Tocar y luchar, el lema de Abreu y el sistema.
Eso y muchas otras cosas son lo asombroso de un m¨¦todo que quieren aprender profesores italianos, alemanes, japoneses, espa?oles, canadienses o estadounidenses que acuden a Venezuela como a la llamada del profeta para copiar lo que all¨ª se hace. Una f¨®rmula en la que impera el sentido com¨²n, el contagio. Tanto como lo demuestra Abbado en el mismo documental cuando sencillamente proclama: "No s¨¦ c¨®mo esto no se nos hab¨ªa ocurrido antes". El director italiano descubri¨® la capacidad de las orquestas de Venezuela por casualidad: "Vino a dar un concierto y cuando se dirig¨ªa a una rueda de prensa entr¨® en un ensayo. Estuvo llorando todo el tiempo y al salir dijo: 'Yo he venido a hablar de mi orquesta, pero de lo que se debe enterar el mundo es de lo que tienen ustedes aqu¨ª", relata Abreu.
A partir de entonces, Abbado, como anteriormente hab¨ªa hecho Giuseppe Sinopoli, se enrol¨® en sus filas. Encontraba en el proyecto una aut¨¦ntica vocaci¨®n de educaci¨®n ins¨®lita. "Lo novedoso de este proyecto es la inclusi¨®n de todos". Solo se pide la partida de nacimiento. "Todo el que quiere entrar tiene un hueco. Con solo pedirlo, vale". Eso fue fundamental para toda la gente sin recursos. "Se les hab¨ªa negado el acceso a la educaci¨®n cultural, a la formaci¨®n art¨ªstica y a la sensibilidad, que no tiene nada que ver con la intelectual y que es tan importante como esta". Abreu se propuso abrir esa puerta y sab¨ªa que as¨ª podr¨ªa lograr su sue?o inicial: "Por lo menos una orquesta en cada ciudad, en cada localidad. ?Se imagina lo que es eso? La armon¨ªa de todo un pueblo", dice.
Pero esa profunda revoluci¨®n no era cosa de individuos. Sobre todo deb¨ªa ser objetivo de grupos. He ah¨ª otra clave del sistema. En vez de fomentarse el esfuerzo en solitario, se apuesta por lo colectivo. Justo lo contrario de lo que ocurre en el resto del mundo, y sobre todo en los conservatorios europeos, la cuna de la m¨²sica occidental. "Al poco tiempo de ingresar en el sistema, el ni?o ya est¨¢ tocando en una orquesta", asegura Abreu. (...)
"Son chicos acostumbrados a la disciplina. Tienen pasi¨®n, deseo de superaci¨®n, compromiso, orgullo", proclama Dar¨ªo Cova. Con esas caracter¨ªsticas es m¨¢s f¨¢cil controlar un grupo de 339 personas entre los siete y los 16 a?os, templar toda la energ¨ªa que despiden y encauzarla a la m¨²sica".
El salto internacional
En expansi¨®n. De la publicaci¨®n de este reportaje al d¨ªa de hoy, el Sistema de Orquestas de Venezuela ha pasado de 270.000 componentes a 400.000, y de 120 n¨²cleos (escuelas de m¨²sica) a 280. Actualmente, m¨¢s de 300 orquestas forman parte de su entramado en todas y cada una de las ciudades y Estados del pa¨ªs.
Reconocimiento mundial. Los premios y el reconocimiento internacional a la obra de Jos¨¦ Antonio Abreu (en la foto) no cesan. En 2008 recibi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes, algo que supuso, seg¨²n ¨¦l, "su definitivo despegue internacional". Este a?o le han concedido el Echo Klassik de la industria musical alemana. Tambi¨¦n recibi¨® el de la Unesco, el Juan de Borb¨®n y un Grammy honor¨ªfico.
Promesas y realidades. A la labor social se uni¨® r¨¢pidamente la calidad musical. En la direcci¨®n de orquesta, Abreu ha creado una escuela de la que surge Gustavo Dudamel, aut¨¦ntica estrella, y otros como Diego Matheuz y Christian V¨¢squez.
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