El adviento del PP
Con la ¨²ltima semana de este noviembre lluvioso nos lleg¨® el Adviento lit¨²rgico y el adviento pol¨ªtico y econ¨®mico. El Adviento es tiempo de espera y esperanza. El adviento lit¨²rgico lleg¨® con los ciclos eclesi¨¢sticos; el pol¨ªtico y social tambi¨¦n lleg¨® con ¨¦xito electoral de los conservadores de Mariano Rajoy. Un ¨¦xito y una mayor¨ªa absoluta relacionados con la l¨®gica divisi¨®n del voto por donde la izquierda y una ley electoral que deber¨ªa ser revisada para ser m¨¢s justa, si se analizan atentamente la matem¨¢tica de los votos y la participaci¨®n en las urnas. Tiempo de espera, y para quienes votaron a los conservadores de esperanza, son estas semanas previas a la formaci¨®n de un nuevo gobierno en Madrid. Pero s¨®lo eso: espera y esperanza. Porque el vecindario desconoce hasta ahora qu¨¦ es cuanto se va a hacer o dejar de hacer. Durante la campa?a electoral no se puso en claro nada, y el debate Rubalcaba-Rajoy nos result¨® a muchos alucinante porque en determinados momentos no sab¨ªamos si Mariano Rajoy se dirig¨ªa a su rival electoral enumer¨¢ndole los desaguisados econ¨®micos o los reproches en el discurso marianista ten¨ªan como destinatarios a los dirigentes conservadores de su partido en esta geograf¨ªa valenciana, donde desde hace tanto tiempo detentan el poder los Carlos Fabra o los Paco Camps, austeros y ahorradores, como todo el mundo sabe. Amen a las elecciones y vivamos el adviento.
Porque, en la espera, igual nos aparece Mariano Rajoy hablando con la claridad y contundencia con que habla el ministro de finanzas alem¨¢n Wolfgang Sch?uble, y pol¨ªtico tanto o m¨¢s conservador que Rajoy, discreto, pol¨¦mico y eficaz. Dice Sch?uble que hay que poner freno al endeudamiento en el ¨¢mbito europeo, que todos los estados de la Uni¨®n deber¨ªan estar obligados a ello, que si los presupuestos de un estado no se atienden a la norma, esos presupuestos deber¨ªan ser rechazados por la Comisi¨®n Europea, que si tenemos una moneda com¨²n debemos tener tambi¨¦n una s¨®lida pol¨ªtica financiera, y que hay que cambiar algunos tratados de la Uni¨®n. Transparente es este pol¨ªtico europe¨ªsta de derechas a quien un desaprensivo conden¨® hace unos a?os a una silla de ruedas. Aunque tampoco tengamos que viajar tan lejos buscando orientaci¨®n en la espera. Estos d¨ªas anda el consistorio de Castell¨®n atareado con el presupuesto del 2012, y el reci¨¦n estrenado primer edil, Alfonso Bataller, ya ha salido a la palestra para decirnos que el Ayuntamiento congelar¨¢ las inversiones locales porque las cuentas andan en n¨²meros rojos, que el gasto corriente caer¨¢ un 20% y las subvenciones y contratos p¨²blicos hasta un 30%, y que se tendr¨¢ que pagar m¨¢s, entre otras prestaciones, por la utilizaci¨®n de las instalaciones deportivas. Bataller tambi¨¦n es sensato, conservador y habla claro en tiempos ruinosos. Le falt¨® indicar, quiz¨¢s, qu¨¦ demonios pasar¨¢ con la fantasiosa Ciudad de las Lenguas. Aunque m¨¢s le falta por explicitar a Rajoy en este adviento econ¨®mico y pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.