La oposici¨®n acusa a Sarkozy de ceder soberan¨ªa a Berl¨ªn
La izquierda dice que el presidente piensa en su reelecci¨®n
A una semana del crucial Consejo Europeo, Nicolas Sarkozy recibi¨® ayer una lluvia de cr¨ªticas de la oposici¨®n y la mayor parte de la prensa francesa; unos y otros atacaron al presidente por su segundo discurso de Tol¨®n (el primero fue en 2008), en el que el presidente franc¨¦s llam¨® el jueves a refundar Europa de la mano de Alemania aprobando un nuevo tratado. Sus adversarios pol¨ªticos retrataron a un presidente-candidato en el alambre, obligado a ser gaullista en casa y federalista en Europa, y a conciliar dos papeles incompatibles, el de capit¨¢n nacionalista de la nave que busca la reelecci¨®n en las presidenciales, y el de jefe de Estado obligado a ceder soberan¨ªa a Europa para salir de la crisis.
Cameron afirma que no se opone a la reforma de los tratados de la UE
"Merkozy candidato", titulaba Lib¨¦ration poniendo el acento sobre el car¨¢cter "alarmista y sumiso con Alemania" de la alocuci¨®n. "Sarkozy anuncia el regreso del miedo", afirmaba por su parte Le Monde, que calific¨® el discurso como "un c¨®ctel mal hecho", pronunciado por "un presidente de tono menos gallardo" que el de 2008, cuyo electoralismo "diluye el intento de aportar soluciones a la crisis del euro".
El editorial del diario de centroizquierda critic¨® a Sarkozy por defender a la vez la reforma de los tratados y el "m¨¦todo intergubernamental", y le acus¨® de no haber dicho la verdad sobre un punto crucial: que ese m¨¦todo gaullista ha contribuido a la crisis del euro ya que "los Estados se sienten libres de incumplir todas las reglas al no reconocer ninguna autoridad a Bruselas para llamarles al orden".
El an¨¢lisis se?alaba otra contradicci¨®n: "Sarkozy reconoce que hace falta m¨¢s solidaridad financiera y m¨¢s disciplina presupuestaria en la eurozona. Quiere dar un paso hacia Merkel. Las decisiones deber¨ªan ser tomadas por la mayor¨ªa de los Gobiernos, consiente el presidente franc¨¦s. Lo cual es una forma de dar un paso hacia un mayor federalismo". El art¨ªculo concluye diciendo que "esa manera muy francesa en la que el presidente no cita a ning¨²n miembro de la Uni¨®n, salvo a Alemania, es pedagog¨ªa mala. Es de la ausencia de un aliento com¨²n de lo que padecen Europa y el euro".
Entre la oposici¨®n hubo cr¨ªticas similares. Martine Aubry, secretaria general del Partido Socialista, afirm¨® que el presidente "trata de justificar el fracaso de su pol¨ªtica y de desviar la responsabilidad sobre los dem¨¢s" al atacar las medidas de las 35 horas semanales y la jubilaci¨®n a los 60 a?os. Aubry anunci¨® que el PS no comparte la propuesta de refundaci¨®n de Europa porque "en Francia y Alemania se defiende hoy una Europa cada vez m¨¢s liberal y tecnocr¨¢tica".
El centrista Fran?ois Bayrou, candidato a las presidenciales, atac¨® "la renuncia a todos los principios de la construcci¨®n europea", mientras Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder del Frente de Izquierda, vio "un espect¨¢culo deplorable de disertaciones socioecon¨®micas", recordando que Tol¨®n es un feudo del Frente Nacional. Su presidenta, Marine Le Pen, mostr¨® su satisfacci¨®n por copar una parte del discurso del presidente, que atac¨® sus tesis aislacionistas y su idea de salir del euro: "Sarkozy ser¨¢ el candidato de la desaparici¨®n de la soberan¨ªa nacional. Yo ser¨¦ la de la defensa de la soberan¨ªa".
El presidente almorz¨® ayer en el El¨ªseo con el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, para preparar la cumbre europea del d¨ªa 9. Cameron dej¨® el El¨ªseo sin hacer declaraciones, pero posteriormente admiti¨® que no se opone a la reforma de los tratados y que Londres aprovechar¨¢ para reclamar algunas prerrogativas a Bruselas. El lunes, Sarkozy recibir¨¢ a Merkel. Ayer, el El¨ªseo no sab¨ªa la hora de la reuni¨®n ni si habr¨¢ declaraci¨®n conjunta. El tiempo apremia. Pero los l¨ªderes no parecen tener prisa.
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