Una pareja devorada por la tierra
Feliciano y Verdasco solo suman nueve juegos y caen ante Nalbandian y Schwank, muy superiores en arcilla - Los duelos individuales deciden hoy el t¨ªtulo
En Sevilla baila El Gringo. David Nalbandian, el cacique de Argentina, coge de la mano a Eduardo Schwank y le lleva hasta el triunfo (4-6, 2-6 y 3-6; Espa?a, 2; Argentina, 1) con sus medidos pasitos camino de la red. Durante 1h 59m, Fernando Verdasco y Feliciano L¨®pez, sus rivales en La Cartuja, se mueven sobre arenas movedizas. Son dos hombres curtidos. Ellos consiguieron mantener viva a Espa?a en la final ganada a Argentina en Mar del Plata 2008. Ellos, y no otros, lograron el punto definitivo ante la Rep¨²blica Checa, en Barcelona 2009. Ellos, en Sevilla, suman solo nueve juegos, sacan poco y restan menos, hasta acabar devorados por la arcilla. La conclusi¨®n es inevitable. Son dos espa?oles contraculturales. En cemento ganan el 62% de sus duelos. Sobre tierra, la superficie preferida de sus compa?eros, solo el 50%. Hoy (13.00, TVE-1), Rafael Nadal buscar¨¢ ante Juan Mart¨ªn del Potro el punto que le falta a Espa?a para alzar el t¨ªtulo. David Ferrer y Juan M¨®naco esperar¨¢n en la rec¨¢mara.
"No es una pareja cl¨¢sica, no est¨¢ bien compensada", explica S¨¢nchez Vicario
"La tierra te obliga m¨¢s, exige que hagas tus sistemas mejor, y por eso Fernando y Feliciano parecen m¨¢s vulnerables y sufren ante gente que maniobra m¨¢s, como Nalbandian", explica Emilio S¨¢nchez Vicario, exn¨²mero uno mundial de la especialidad y bronce ol¨ªmpico con Sergio Casal, adem¨¢s del capit¨¢n que apost¨® por la pareja formada por el madrile?o y el toledano. "En arcilla", prosigue el t¨¦cnico tras recibir entre una gran ovaci¨®n un premio en reconocimiento a su trayectoria en la Copa Davis, "hay m¨¢s tiempo para que se imponga la pareja m¨¢s trabajada, porque tiene m¨¢s opciones de hacer sus sistemas. En cemento, por el contrario, la pista les ayuda: un tiro bueno se transforma gracias a la superficie en un tiro mejor. En cemento no tienen que volear tanto, porque es m¨¢s dif¨ªcil restar sus saques, y, sobre todo, no tienen que hacerlo tantas veces por debajo de la red, sino que lo hacen muchas m¨¢s veces por encima, lo que es m¨¢s f¨¢cil. Por eso son m¨¢s competitivos", contin¨²a. "Est¨¢ claro que la pareja que forman no es cl¨¢sica, que no est¨¢ bien compensada atr¨¢s y delante". "El equipo se basa en que Feliciano saque y en que Verdasco reste, pero en tierra, con cada uno haciendo solo eso, hay m¨¢s agujeros. Necesitan sumar m¨¢s. Si solo uno saca bien y solo uno resta bien, no ven c¨®mo hacer da?o y se arrastran a una din¨¢mica negativa".
"Quiz¨¢ no sea la superficie a la que mejor se adapta su juego", coincide Albert Costa, el seleccionador, bronce ol¨ªmpico con Alex Corretja en la especialidad; "pero en el circuito han ganado partidos muy importantes en tierra". "Cuando tienes que hacer un equipo", argumenta el t¨¦cnico, "no solo puedes pensar en el dobles, sino que tambi¨¦n hay que pensar en la posibilidad de que un jugador se haga da?o [y de que uno de los doblistas deba jugar los individuales]. Conf¨ªo much¨ªsimo en ellos. No se les puede achacar nada".
Sobre la tierra de Sevilla, Nalbandian, un temible bailar¨ªn que disfruta all¨ª donde ya lo hicieron otros: los franceses Mischa Llodra y Jo-Wilfried Tsonga, por ejemplo, solo permitieron tres juegos a los espa?oles en las semifinales, jugadas sobre la arcilla del Coso cordob¨¦s de los Califas. As¨ª pasan las cosas en La Cartuja, bajo los ojos del Rey, en la suave tarde andaluza. Los argentinos no ceden ning¨²n break. Suman cinco sobre los saques de los espa?oles. Ganan el 42% de los puntos al resto. Hacen cosas que no recogen las estad¨ªsticas: all¨ª donde Verdasco y L¨®pez intentan explotar la pista a lo largo, buscando la l¨ªnea de fondo, apretando por el camino de la fuerza, ellos, dos especialistas, interpretan la cancha a lo ancho, utilizando los pasillos, aprovech¨¢ndola para separar a los espa?oles y explotar luego la v¨ªa de agua que estos dejan por el centro. Son dos hombres ante su ¨²ltima oportunidad. O ganan o se despiden. En consecuencia, compiten con fiereza. Rugen las barras bravas. Calla la afici¨®n espa?ola, muertas las panderetas, mudas las trompetas. Nalbandian gobierna con mano fina. "Y es que", concluye, maravillado, S¨¢nchez Vicario, "hay muy pocos tenistas capaces de jugar en los pasillos. Sergio y yo lo hac¨ªamos en tierra. Los Woodies [los australianos Todd Woodbridge y Mark Woodforde] eran unos maestros... y Nalbandian, tan talentoso, es de los pocos que logran hacer ¨¢ngulos en situaciones muy comprometidas. Lo suyo es imposible".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.