Refundar Europa o dejar morir el euro
Merkel y Sarkozy negocian contra reloj en cinco d¨ªas un pacto fiscal para salvar la Uni¨®n Monetaria - El BCE podr¨¢ actuar con plenos poderes en el mercado de deuda
Hay que distinguir lo urgente de lo fundamental. En estos momentos, el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y la mayor¨ªa de l¨ªderes europeos, tratan de convencer a la canciller alemana, Angela Merkel, de que afloje las riendas y deje manos libres al Banco Central Europeo (BCE) para que pueda comprar toda la deuda soberana que haga falta para desanimar a los especuladores. A cambio, Berl¨ªn intenta conseguir un gran acuerdo fiscal, que exigir¨¢ una f¨¦rrea disciplina presupuestaria con dur¨ªsimas sanciones a los infractores de d¨¦ficit y deuda.
Lo inaplazable ahora es lograr un acuerdo firme que devuelva la credibilidad a los mercados y no esperar al resultado de las siempre lentas reformas del Tratado. La cr¨ªtica situaci¨®n de los bancos, con el grifo del cr¨¦dito cerrado por falta de liquidez, y el elevado coste de la deuda en pa¨ªses como Italia han agotado el margen de maniobra. Quedan cinco d¨ªas. La cumbre de los l¨ªderes europeos de los pr¨®ximos d¨ªas 8 y 9 es la ¨²ltima oportunidad para salvar el euro y afrontar con nueva energ¨ªa la recesi¨®n que viene, con 23 millones de parados como punto de partida.
"La canciller juega a ver qui¨¦n aguanta m¨¢s", advierte un alto cargo de la UE
Par¨ªs mantiene sus reservas para no ceder parcelas de soberan¨ªa
Berl¨ªn intenta imponer una f¨¦rrea disciplina con muy duras sanciones
En la reuni¨®n del PP Europeo de Marsella se esbozar¨¢n los grandes acuerdos
Los fallidos e inaplicables acuerdos de los Consejos Europeos del 21 de julio y 26 de octubre pasados han dejado a la Uni¨®n Monetaria en una situaci¨®n extremadamente cr¨ªtica. Los l¨ªderes europeos conocedores de que el tiempo se acaba est¨¢n dispuestos a prolongar la pr¨®xima cumbre "a lo largo de todo el fin de semana hasta alcanzar un gran acuerdo", seg¨²n fuentes comunitarias. La preocupaci¨®n por la crisis del euro inquieta cada vez m¨¢s a Reino Unido y a Estados Unidos, cuyo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, visitar¨¢ esta semana Par¨ªs, Roma, Madrid y Berl¨ªn para alentar a los l¨ªderes europeos a tomar los compromisos necesarios.
Merkel y Sarkozy se reunir¨¢n en Par¨ªs ma?ana para perfilar las distintas propuestas de reforma del Tratado, que implican una refundaci¨®n de la Uni¨®n Monetaria. Las conclusiones ser¨¢n presentadas antes de la cumbre al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien las integrar¨¢ a sus propuestas con las posiciones de los otros Estados y los trabajos de la Comisi¨®n Europea. El contenido de las reformas ser¨¢ objeto de un debate previo en la reuni¨®n que el Partido Popular Europeo (PPE) celebrar¨¢ en Marsella los pr¨®ximos d¨ªas 7 y 8 -la primera a la que asistir¨¢ Mariano Rajoy tras su reciente victoria electoral-, donde se esbozar¨¢n los principales acuerdos, dado que la pr¨¢ctica totalidad de los dirigentes europeos pertenecen a esta formaci¨®n.
"Merkel est¨¢ apretando el acelerador hasta llevarnos a todos al borde del abismo para que aceptemos sus condiciones. Es como una arriesgada jugada de p¨®quer, a ver qui¨¦n aguanta m¨¢s", se?ala un alto funcionario comunitario. ?Qu¨¦ pide Merkel? La canciller propugna una uni¨®n fiscal de la zona euro. Sustancialmente, se trata de crear una autoridad fiscal europea, ya sea un ministro de Econom¨ªa de la zona euro o un supercomisario, como el recientemente nombrado Olli Rehn, pero con los m¨¢ximos poderes, especialmente para controlar e intervenir en los Presupuestos de los Estados miembros, endurecer las sanciones de los infractores de los l¨ªmites de d¨¦ficit y deuda, con la posibilidad de privarles del derecho de voto y retirarles los fondos comunitarios. Para Merkel es fundamental que los pa¨ªses que incumplan las normas de d¨¦ficit y deuda establecidas en el Pacto de Estabilidad puedan ser llevados ante el Tribunal de la Uni¨®n Europea. Tambi¨¦n exige que los Estados inscriban en su legislaci¨®n la regla de oro de lograr el equilibrio presupuestario.
El debate de fondo es corregir los fallos fundacionales del euro que establecieron un sistema con una sola pata, la monetaria, pero sin la necesaria pol¨ªtica fiscal que la equilibrara. Pero Francia mantiene sus reservas acerca de qui¨¦n debe tener la ¨²ltima palabra sobre la decisi¨®n de las sanciones. Berl¨ªn propone que sea la Comisi¨®n Europea, mientras que Par¨ªs no quiere ceder esta parcela de soberan¨ªa.
De las tres opciones previstas que se barajan para crear la Uni¨®n Fiscal -una amplia reforma del Tratado, un acuerdo intergubernamental o la modificaci¨®n de un protocolo-, la ¨²ltima parece la m¨¢s probable, aunque todo ello es objeto de negociaci¨®n entre los sherpas de Francia, Alemania y los funcionarios de la Comisi¨®n y del Consejo. Los cambios se podr¨ªan introducir en el Protocolo 14, dedicado al funcionamiento del Eurogrupo, y adjuntarlos al Tratado de Adhesi¨®n de Croacia, que est¨¢ previsto que se firme en la cumbre del viernes. Aunque las modificaciones solo afecten a los 17 pa¨ªses del euro, los cambios deben ser aprobados por los Veintisiete.
Todav¨ªa existen muchas discrepancias sobre el m¨¦todo a seguir para lograr una mayor integraci¨®n europea. Ampar¨¢ndose en "el pragmatismo" que exigen los momentos actuales, Sarkozy apunt¨® en su discurso en Tol¨®n que "la integraci¨®n europea se producir¨¢ por el intergubernamentalismo, porque Europa debe hacer valer sus opciones estrat¨¦gicas y pol¨ªticas". Una posici¨®n sobre la que ya hab¨ªa lanzado claras advertencias el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso. En su discurso en Berl¨ªn del pasado 9 de noviembre, Barroso record¨® que "la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria es finalmente incompatible con la l¨®gica del puro intergubernamentalismo; porque requiere reglas y respeto de los compromisos y normas que van m¨¢s all¨¢ de las presiones de los pares o de la mera cooperaci¨®n entre los Gobiernos".
Los l¨ªderes europeos tienen cinco d¨ªas para superar sus diferencias en m¨²ltiples frentes. No son solo las discrepancias entre Francia y Alemania. Tambi¨¦n est¨¢n las divisiones en el seno de la zona euro entre estos dos pa¨ªses y sus aliados (Holanda, Finlandia, Austria) con el resto de titulares de la moneda ¨²nica y a su vez el distanciamiento entre los 17 del euro y los 10 restantes miembros de la UE.
Es el riesgo latente de la Europa a dos o tres velocidades. A este respecto, Dur?o Barroso ha advertido que "defender¨¢ la integridad del mercado ¨²nico [los 27] y de la moneda ¨²nica [los 17]. La UE en su conjunto y la zona euro deben permanecer unidas y no deben dividirse".
Kirsty Hughes, investigador de la organizaci¨®n Friends of Europe, ha subrayado que lo que est¨¢ en juego es todo el proyecto europeo. "Los l¨ªderes y pol¨ªticos europeos", afirma en su ¨²ltimo trabajo sobre la crisis del euro, "deben enfrentarse a la profundidad de la crisis y reconocer especialmente que es una crisis pol¨ªtica y democr¨¢tica y no solo econ¨®mica".
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