El estado de gracia islamista
La revoluci¨®n ¨¢rabe no ha hecho m¨¢s que empezar y va a prolongarse todav¨ªa durante muchos a?os de un extremo a otro de esta regi¨®n. Sin embargo, los ¨¦xitos electorales cosechados por las formaciones islamistas en T¨²nez, Marruecos y Egipto llevan a algunos a considerar que este cap¨ªtulo est¨¢ cerrado y que un oto?o islamista ha sucedido ya a la primavera ¨¢rabe. Nada ser¨ªa m¨¢s err¨®neo que caer en esta trampa intelectual, ya que el levantamiento democr¨¢tico enterr¨® la alternativa entre dictadura e islamismo, despu¨¦s de d¨¦cadas en las que Ben Ali y Mubarak la martillearon para justificar su despotismo. En cuanto a los islamistas, saben que disponen de una ventana de oportunidad y van a tratar de sacar de ella los m¨¢ximos beneficios, antes de que esta coyuntura favorable evolucione, quiz¨¢s en su detrimento.
Nada m¨¢s err¨®neo que achacar a la 'primavera ¨¢rabe' un 'oto?o integrista'
La intensidad de la crisis social podr¨ªa acortar esta hora islamista
En T¨²nez, Ennahda ha logrado 89 esca?os, de 217 posibles, en la Asamblea Constituyente (con un 36% de sufragios emitidos) y obtiene as¨ª la presidencia del Gobierno, dejando la de la Asamblea a un socialdem¨®crata y la de la Rep¨²blica a un nacionalista. El Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que obtiene 107 diputados de 385 posibles, con el 29% de los votos, consigue tambi¨¦n el cargo de primer ministro en Marruecos. Los Hermanos Musulmanes egipcios ganan el 40% de los votos en la primera de las tres vueltas de las elecciones egipcias, sin juzgar de antemano el resultado de estas.
Nos encaminamos en todos los casos hacia unos Gobiernos de coalici¨®n, en los que los islamistas deber¨¢n alcanzar compromisos con formaciones laicas, nacionalistas o liberales. No hay que olvidar nunca que los Hermanos Musulmanes jordanos obtuvieron el 40% de los votos en 1989, en las primeras elecciones libres en un cuarto de siglo, pero los mediocres resultados de su Gobierno les hicieron perder los siguientes comicios.
En los tres pa¨ªses, los partidos islamistas no han hecho campa?a con un programa isl¨¢mico, sino con lemas de moralizaci¨®n de la vida pol¨ªtica y de afirmaci¨®n nacionalista. Sacan provecho de un voto heterog¨¦neo, en el que el factor islamista no es necesariamente mayoritario, pero en el que se pueden encontrar dos aspiraciones contradictorias: la voluntad de ruptura con el antiguo r¨¦gimen, por una parte, que ha beneficiado a formaciones que fueron el blanco de la represi¨®n de las dictaduras, y el deseo de normalizaci¨®n r¨¢pida, por otra, que ha beneficiado a un partido del orden, sobre todo en Egipto, donde los Hermanos Musulmanes se han distanciado de la protesta de la plaza de Tahrir. La heterogeneidad de este voto corresponde a la gran diversidad de tendencias en el seno de estos partidos, cuya disciplina interna, de tipo leninista, ha contenido hasta ahora. Pero Ennahda se muestra incapaz de celebrar un congreso desde su legalizaci¨®n y las tensiones entre los Hermanos Musulmanes son innumerables.
Las formaciones islamistas van a verse obligadas en todas partes a realizar un aprendizaje acelerado de pluralismo externo e interno, mientras que los a?os de represi¨®n, e incluso de clandestinidad, les han inculcado una cultura y una pr¨¢ctica del monolitismo. Adem¨¢s, las organizaciones con las que se niegan a trabajar -la Propuesta Popular (populista), en T¨²nez; Justicia y Caridad (aliado de los contestatarios del Movimiento del 20 de Febrero), en Marruecos, y los salafistas (muy conservadores en los temas sociales) en Egipto- las cuestionan por ese pluralismo. El juego se inicia en una escena pol¨ªtica estructurada, por primera vez de forma clara, entre una mayor¨ªa y una oposici¨®n. Los vencedores de las elecciones de este oto?o van a tener que demostrar su capacidad para gestionar los asuntos del pa¨ªs. La inclinaci¨®n natural ser¨¢ m¨¢s bien hacia la ret¨®rica patri¨®tica que hacia la escalada religiosa. Y la intensidad de la crisis social podr¨ªa, si no acortar esta hora islamista, s¨ª al menos acabar muy r¨¢pido con su actual estado de gracia.
Jean-Pierre Filiu es catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas (Par¨ªs) y autor de Las nueve vidas de Al Qaeda (Icaria). Traducci¨®n de News Clips.
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