"En Durango la gente busca su memoria en la m¨²sica"
Anjel Vald¨¦s (Bilbao, 1958) naci¨® y creci¨® rodeado de hermanos (7) e instrumentos, "siempre and¨¢bamos con guitarras, flautas, tambores", recuerda. El responsable de la divisi¨®n de m¨²sica de Elkar, ingeniero de profesi¨®n, termin¨® convirtiendo una afici¨®n, la percusi¨®n, en un la puerta que le franquear¨ªa el acceso a su nuevo oficio: la producci¨®n. "Empec¨¦ tocando con grupos, ayudando en estudios y a mediados de los 90 llegue a Elkar y hasta ahora", afirma. Vald¨¦s habla y analiza la otra cara de una de las citas culturales m¨¢s significativas de Euskadi.
Pregunta. A veces da la sensaci¨®n de que en la Azoka de Durango solo hay libros y escritores que presentan sus obras.
Respuesta. Como siempre he estado relacionado con la industria musical casi ni me entero de las ofertas y novedades editoriales. Aunque el peso de la literatura en la feria es muy fuerte, el eje son los libros y los discos en euskera o relacionados con el mundo vasco, con una cultura e identidades concretas. De hecho, cada a?o nos encontramos con nuevos soportes como pueden ser los CD.
P. Con la irrupci¨®n de Internet, del consumo de m¨²sica online, ?tiene sentido mantener un evento de estas caracter¨ªsticas dedicado al disco?
R. La m¨²sica tiene un valor muy importante en Durango. Aqu¨ª, la gente suele buscar memoria. Por ejemplo, en nuestro cat¨¢logo tenemos referencias de los a?os 50, 60. Presentamos la memoria de la gente, incluso los chavales se pueden sentir identificados y buscan canciones que han o¨ªdo de sus abuelos, de sus padres. Tampoco, podemos olvidar las novedades, pero en esta feria parece que todo se mueve en funci¨®n del amor hacia lo tuyo. Considero que siempre ha sido muy dif¨ªcil ser vasco y la cultura ayuda a deshacer ese nudo en un pa¨ªs en el que una parte de la poblaci¨®n habla, la otra no pero entiende, una ni habla ni entiende, y otra ni quiere hablar, ni entender.
P. ?C¨®mo se encuentra el sector?
R. El sector musical ha cambiado mucho y todav¨ªa tiene que hacerlo mucho m¨¢s. No hablo solo de la opci¨®n de consumir m¨²sica por Internet, un h¨¢bito al que ya se han acostumbrado j¨®venes y mayores, tambi¨¦n a otros factores. Es cierto que han aumentado las ventas de m¨²sica online pero tambi¨¦n que eso otorga menos beneficios y no s¨®lo afecta a un artista o a una discogr¨¢fica, tambi¨¦n a las tiendas f¨ªsicas. Pero a la vez creo que ahora el sector est¨¢ m¨¢s cohesionado y entiende mejor lo que quiere el p¨²blico.
P. Y, ?qu¨¦ quiere el p¨²blico?
R. Parece que nos hemos vuelto locos intentando descifrarlo pero creo que la soluci¨®n es sencilla: honestidad y calidad, buena m¨²sica. Preguntarse cu¨¢ntos de nosotros comprar¨ªamos un producto en concreto. Siempre habr¨¢ m¨²sicos que sean capaz de emocionar y ese es el verdadero valor de lo que hacemos, transmitir sentimientos y eso implica registros, calidad art¨ªstica, de grabaci¨®n, distribuci¨®n...
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