"?C¨®mo va a decir ETA que no a un preacuerdo entre PNV, Batasuna y PSE?"
Otegi pidi¨® abrir la mesa pol¨ªtica para desatascar el di¨¢logo entre Gobierno y ETA - Los socialistas hablaron con la izquierda 'abertzale' de identidad nacional y de Navarra
Un mes despu¨¦s de que se iniciaran las primeras conversaciones entre el Gobierno y ETA, el proceso parec¨ªa abocado al fracaso. Por eso, seg¨²n Jes¨²s Eguiguren, presidente de los socialistas vascos, que impuls¨® el di¨¢logo para el fin del terrorismo, se decidi¨® abrir la mesa pol¨ªtica, donde los socialistas vascos hablaron con Batasuna y con el PNV.
Las reuniones se celebraron a pesar de que los planes anunciados por el Ejecutivo cuando arranc¨® el proceso consist¨ªan en que primero se celebrar¨ªan las conversaciones con ETA para el fin del terrorismo, donde se hablar¨ªa solo de medidas sobre los presos a cambio del desarme y, a posteriori, se podr¨ªa tratar de las negociaciones entre los partidos pol¨ªticos de Euskadi.
De aquellas conversaciones qued¨® un documento donde se plasm¨® un acuerdo, que nunca se lleg¨® a firmar porque Batasuna plante¨® una ¨²ltima exigencia sobre Navarra a los otros dos partidos, que los socialistas rechazaron de plano.
En su libro ETA, las claves de la paz, Eguiguren cuenta los detalles de aquella negociaci¨®n pol¨ªtica con Batasuna.
- Verano de 2006. ETA denuncia la crisis en la que ha entrado el proceso. Se abre la mesa de partidos. Lo m¨¢s importante en el verano de 2006 fue el comunicado de ETA denunciando p¨²blicamente la crisis del proceso, que hab¨ªa comenzado apenas un mes antes.
"La crisis era evidente", cuenta Eguiguren. "Si llegamos a un preacuerdo entre las tres grandes fuerzas pol¨ªticas, ?c¨®mo ETA va a decir que no?, argumentaba Otegi. El acuerdo, por tanto, supondr¨ªa el desbloqueo del proceso, el di¨¢logo Gobierno-ETA empezar¨ªa a funcionar y llegar¨ªamos a desarrollar la prevista hoja de ruta".
"En septiembre, Batasuna decidi¨® no legalizarse. Otegi me dijo, a la vuelta del verano, que no se daban las condiciones, que les iban a seguir deteniendo de igual forma. Hoy tengo claro que ETA se lo prohibi¨®".
El argumento que Batasuna utiliz¨® oficialmente para no acogerse a la legalizaci¨®n por la v¨ªa de la Ley de Partidos fue que no les ofrec¨ªa garant¨ªas porque en enero de 2006, antes de la declaraci¨®n de tregua de ETA, el juez Grande-Marlaska hab¨ªa redactado un auto por el que prorrogaba por dos a?os la ilegalidad de Batasuna acogi¨¦ndose a la v¨ªa penal, con lo que dejaba en papel mojado su legalizaci¨®n por la Ley de Partidos.
"Podr¨ªamos vernos en el rid¨ªculo de pasar por la ventanilla y ser ilegalizados por la v¨ªa penal", coment¨® entonces un dirigente de Batasuna para justificar su negativa al intento de legalizaci¨®n.
- Otegi propone la Mesa de Partidos. Rubalcaba, en contra. En vista de que el proceso dise?ado en Ginebra y Oslo en el verano de 2005 no arrancaba, Arnaldo Otegi le propuso a Jes¨²s Eguiguren la posibilidad de celebrar reuniones entre el PSE, Batasuna y el PNV "para llegar a un preacuerdo de lo que ser¨ªa la Mesa de Partidos". "Tengo que decir que el ministro del Interior [Alfredo P¨¦rez Rubalcaba] no estaba de acuerdo, porque a su juicio esas reuniones romp¨ªan el esquema de, primero, la paz, y despu¨¦s, la pol¨ªtica; una expresi¨®n que acu?¨® Josu Jon Imaz [entonces presidente del PNV] y que tuvo ¨¦xito. Yo defend¨ª la propuesta de Otegi, al considerar que solo se romp¨ªa relativamente la hoja de ruta, porque lo que se pretend¨ªa no dejaba de ser un preacuerdo. El PSE apoy¨® mi propuesta y el PNV, aunque con escepticismo, tambi¨¦n. Me encargu¨¦ yo mismo de hablar con Imaz para convencerle. Ese fue el germen de las conversaciones de Loiola", relata Eguiguren.
En el mes de septiembre Otegi llev¨® a Txillarre, el lugar donde se reun¨ªa con Eguiguren desde el a?o 2000, un folio en el que se detallaban los puntos de discusi¨®n para un futuro acuerdo seg¨²n el criterio de Batasuna, que naturalmente habr¨ªa que consensuar:
1. Sobre el car¨¢cter y la identidad nacional del pueblo vasco.
2. Sobre los mecanismos que permitan a la ciudadan¨ªa vasca adoptar, libre y democr¨¢ticamente, decisiones en torno a su futuro pol¨ªtico e institucional.
3. Sobre la garant¨ªa y el respeto a todos los derechos de la ciudadan¨ªa vasca.
4. Sobre la articulaci¨®n institucional.
5. Incorporaci¨®n de los acuerdos al marco jur¨ªdico y refer¨¦ndum popular.
Una bas¨ªlica entre Azpeitia y Azkoitia "levantada donde est¨¢ la casa-torre de los Loiola" y santuario guipuzcoano de los jesuitas fue el lugar de las reuniones secretas que mantuvieron durante m¨¢s de mes y medio seis dirigentes de Batasuna, PSE y PNV.
Las conversaciones de Loiola tuvieron lugar con regularidad entre el 20 de septiembre y el 10 de noviembre de 2006.
A ellas asistieron Jes¨²s Eguiguren y Rodolfo Ares, por el PSE; Josu Jon Imaz e I?igo Urkullu, por el PNV, y Arnaldo Otegi y Rufi Etxeberria, por la izquierda abertzale (Batasuna). El objetivo que buscaban, seg¨²n la versi¨®n que ofrece el negociador Eguiguren, era desbloquear el proceso de paz a trav¨¦s de un preacuerdo que configurara lo que deb¨ªa abordarse y c¨®mo en la Mesa de Partidos.
Para intentarlo part¨ªan de las posibilidades que ofrece la Constituci¨®n espa?ola al otorgar un tratamiento diferenciado a Gipuzkoa, ?lava, Bizcaia y Navarra, lo que abr¨ªa, a su entender, una puerta a la futura formaci¨®n de una entidad com¨²n, de una entidad interparlamentaria entre la Comunidad vasca y la Comunidad navarra, a trav¨¦s de un proceso vinculado a la voluntad de vascos y navarros. Ambas comunidades podr¨ªan ceder competencias hasta formalizar una comunidad ¨²nica. "La Constituci¨®n ofrece esa posibilidad. Todo depender¨ªa, al final, de la libre decisi¨®n pol¨ªtica de vascos y navarros", reflexiona Eguiguren.
- Reforma de los estatutos de Euskadi y Navarra. Tras varias reuniones, llegaron a un principio de acuerdo, consistente en la formaci¨®n de dos mesas y una propuesta de reforma de los estatutos de Euskadi y Navarra, cuyos destinatarios eran sus respectivos parlamentos.
En la reforma de los estatutos se dejaba una posibilidad a la regulaci¨®n del derecho a decidir que solo era posible en un escenario de ausencia de terrorismo. En las Cortes se ratificar¨ªa lo acordado y despu¨¦s se someter¨ªa a refer¨¦ndum.
El m¨¦todo respetaba los cauces legales, contemplaba mecanismos que trasladaban la doctrina del Concierto Econ¨®mico Vasco a las relaciones entre el Pa¨ªs Vasco y Espa?a de una manera gradual. Todos los partidos reunidos hicieron sus aportaciones al acuerdo. El PSE cuid¨® especialmente que el mismo respetara, en todos sus pasos, los cauces legales, seg¨²n la versi¨®n de Eguiguren.
El presidente de los socialistas vascos defiende que aquella propuesta siempre se vinculaba a su aprobaci¨®n por las Cortes Generales.
- Primero la paz y despu¨¦s la pol¨ªtica. "Otro gran inconveniente achacado a las conversaciones de Loiola fue el haber alterado el principio: primero paz y despu¨¦s pol¨ªtica. En esto s¨ª hab¨ªa algo de verdad, por eso fue tan dif¨ªcil la decisi¨®n de acudir a ellas. Digo parte de verdad, porque en realidad no se romp¨ªa del todo el citado principio, pues siempre estuvo claro, como se demostr¨® al final, que nada de lo hablado tendr¨ªa valor hasta que fuera una realidad la consecuci¨®n de la paz y la culminaci¨®n del proceso", escribe Eguiguren.
"M¨¢s dif¨ªcil fue convencer a Rubalcaba, que estuvo en desacuerdo con la decisi¨®n y con la alteraci¨®n de la hoja de ruta. Pero ante la insistencia socialista vasca y del PNV, dej¨® hacer; advirtiendo, no obstante, que era un error y que el tiempo lo demostrar¨ªa".
Con el acuerdo pr¨¢cticamente cerrado sobre la identidad nacional del Pa¨ªs Vasco y las f¨®rmulas de colaboraci¨®n institucional entre Navarra y Euskadi, e incluso sobre las f¨®rmulas legales para incluir el derecho a decidir en los estatutos de esas dos comunidades, todas las partes se citaron el 8 de noviembre para ratificar el consenso alcanzado.
- Las exigencias de ¨²ltima hora de Otegi: una comunidad aut¨®noma ¨²nica Euskadi-Navarra. Un par de d¨ªas antes del 8 de noviembre, Arnaldo Otegi cit¨® a Jes¨²s Eguiguren en Txillarre, alegando que ten¨ªa que comentarle una cuesti¨®n importante antes de la cita en Loiola.
"Fue all¨ª donde me inform¨® de que iban a presentar dos modificaciones el d¨ªa 8 de noviembre. Una expresa referencia a las opciones independentistas -que me pareci¨® una obviedad- y despu¨¦s dej¨® caer la bomba: Me inform¨® de que quer¨ªan a?adir al acuerdo un nuevo punto, en el cual todos nos compromet¨ªamos a la creaci¨®n de una comunidad aut¨®noma ¨²nica, formada por Euskadi y Navarra, en un plazo de dos a?os. Y que quer¨ªa que lo supi¨¦ramos antes de la reuni¨®n, por si era posible buscar alguna f¨®rmula de compromiso. Mi respuesta fue tajante e inmediata. Era una exigencia imposible. No exist¨ªa ninguna f¨®rmula legal ni democr¨¢tica para consensuar eso. Aparte de ser inviable, iba en contra de toda la filosof¨ªa del acuerdo. Y nunca se hab¨ªa planteado en todos los a?os de conversaciones. No me lo pod¨ªa creer. La ¨²nica esperanza era que se tratara de una extra?a estrategia para conseguir otra cosa".
"El desacuerdo de Loiola", recuerda Eguiguren, "se produjo en la antesala de la ruptura del proceso de paz".
Desde aquel pacto frustrado a ¨²ltima hora hasta el final abrupto de las conversaciones con ETA pas¨® algo m¨¢s de un mes. El di¨¢logo entre los terroristas y los enviados del Gobierno en diversas reuniones convocadas en Ginebra fue de mal en peor. Los terroristas exigieron hablar de Navarra y autodeterminaci¨®n. El Gobierno se neg¨®.
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