Regreso a Villa Necchi
Santiago Miranda es Premio Nacional de Dise?o en Espa?a, pero ha pasado media vida en Mil¨¢n. Junto con su socio, el brit¨¢nico Perry King, forma uno de los estudios m¨¢s interesantes del dise?o industrial europeo, volcado en la responsabilidad social, econ¨®mica y medioambiental.
Destacan sus colaboraciones con la empresa Olivetti, para quien realizan desde 1982 el interface design de los productos electr¨®nicos, es decir, los estudios de interacci¨®n entre las funciones de las m¨¢quinas y el usuario. Han realizado dise?os para empresas como Akaba y Disform y son autores de estudios en m¨²ltiples campos del dise?o industrial. Para el a?o 2012, adem¨¢s del dise?o de mobiliario e iluminaci¨®n, est¨¢n desarrollando proyectos de innovaci¨®n de procesos. Investigan materiales con nuevas funcionalidades a partir de la piedra natural, material cer¨¢mico, madera o composites.
Este milan¨¦s de adopci¨®n tiene una visi¨®n muy positiva de la ciudad: "A la vista est¨¢ la transformaci¨®n de Mil¨¢n de ciudad cebolla conc¨¦ntrica, donde todo sucede en el centro, a ciudad red con continuos brotes de inter¨¦s y de contrastes culturales, econ¨®micos, productivos y arquitect¨®nicos, esparcidos por su inmensa periferia posindustrial. Es dif¨ªcil predecir qu¨¦ comportar¨¢ este cambio. Personalmente, me encanta utilizar los transportes p¨²blicos, perderme entre las obras en construcci¨®n y ver c¨®mo cambia la piel de la ciudad. A veces constato errores y brutalidades, mientras que en otras ocasiones descubro una perspectiva que no hab¨ªa imaginado".
Para entender Mil¨¢n, Santiago Miranda nos recomienda ver cine. Para empezar, tres pel¨ªculas: Milagro en Mil¨¢n (1951), de Vittorio de Sica; los desventurados vuelan sobre la Piazza del Duomo montando escobas de barrenderos. Rocco y sus hermanos (1960), de Luchino Visconti; otra vez los desventurados, pero esta vez emigrantes, con la periferia como gueto. Y como contraste, Io sono l'amore (2009), de Luca Guadagnino; vida, ritos y dramas de una familia burguesa y de su casona en el centro de Mil¨¢n. Para el rodaje, se utiliz¨® como escenario la Villa Necchi, construida en los a?os treinta por el arquitecto milan¨¦s Piero Portaluppi. Alberga una extraordinaria colecci¨®n de arte y mobiliario y cuenta con un estupendo restaurante en el jard¨ªn. Recorrer sus habitaciones es imbuirse de la quintaesencia milanesa.
La antigua f¨¢brica Pirelli
Y otra visita interesante es el Hangar Bicocca, de reciente apertura. La antigua f¨¢brica Pirelli se ha transformado en espacio expositivo, con un intenso programa cultural de arte contempor¨¢neo y un restaurante. All¨ª se puede ver I Sette Palazzi Celesti, magnifica instalaci¨®n permanente de Anselm Kiefer.
"Creo que ambas visitas son un perfecto retrato del alma milanesa: un perenne pulso entre lo concreto y lo ef¨ªmero". As¨ª vive Santiago Miranda la ciudad que le ha acogido desde los a?os setenta, con entusiasmo y curiosidad por su evoluci¨®n constante.
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