El ¨²ltimo creyente en el poder del cine sin palabras
Los portazos fueron corteses pero contundentes. ?Una pel¨ªcula muda, en blanco y negro? ?Hoy? Los pensamientos, nunca verbalizados, de que estaban ante un hombre poco cuerdo llegaron con claridad a Michel Hazanavicius. Ni tan siquiera ¨¦l en esos momentos cre¨ªa mucho en esa locura. Lo m¨¢s dif¨ªcil fue convencerse a s¨ª mismo de que aquella pel¨ªcula so?ada durante tanto tiempo merec¨ªa la pena, que no era algo irrealizable, que habr¨ªa p¨²blico que pagar¨ªa una entrada por verla. Un proyecto casi anacr¨®nico, que iba en contra de todas las tendencias actuales, en pleno fervor por Avatar y el 3D. Toda una aventura en contra del mercado y de las opiniones mayoritarias. Debe ser muy, pero que muy cabezota Hazanavicius porque despu¨¦s de diez a?os de darle vueltas al proyecto, de llamar puerta tras puerta de productores del mundo entero y toparse siempre con negativas, por fin encontr¨® lo que ¨¦l mismo califica de productor "loco". Y de ah¨ª, de la conjunci¨®n de esas dos locuras, la de un director y un productor, naci¨® The artist, el filme revelaci¨®n del a?o, Palma de Oro al mejor actor para Jean Dujardin en el ¨²ltimo Festival de Cannes y que ha arrasado con todos los galardones del p¨²blico all¨ª por donde ha pasado, en el certamen de San Sebasti¨¢n y en el de Sevilla. The artist, una pel¨ªcula muda y en blanco y negro, todo un homenaje al mejor y m¨¢s delicioso cine cl¨¢sico de Hollywood, se estrena en Espa?a el pr¨®ximo viernes. El filme cuenta, en el Hollywood de 1927, el triunfo y el ocaso de George Valentin, una estrella del cine mudo, al que la vida le sonr¨ªe, que no es capaz de adaptarse a la era del sonoro. Una joven extra, Peppy Miller, interpretada por B¨¦r¨¦nice B¨¦jo, que conoce el ¨¦xito entonces, acude en su ayuda. Dos destinos entrelazados.
"Quer¨ªa hacer una pel¨ªcula muda porque Hitchcock, Lang, John Lubitsch o Wilder proced¨ªan del cine mudo"
"Ten¨ªa miedo de hacer una historia demasiado infantil, que la gente la encontrara rid¨ªcula"
"La m¨²sica ha acompa?ado todo el proceso de realizaci¨®n, desde la escritura"
"Hago las pel¨ªculas que me gustar¨ªa ver. Intento respetarme como realizador, pero tambi¨¦n como espectador"
Michel Hazanavicius (Par¨ªs, 1967) es un hombre delgado y algo t¨ªmido. Todav¨ªa meses despu¨¦s de su gran puesta de largo en Cannes, durante su visita al Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, el pasado mes de septiembre, se le ve algo desbordado con el ¨¦xito de su cuarto largometraje, con el que ha roto radicalmente con el tono c¨®mico de sus anteriores trabajos. OSS 117: El Cairo, nido de esp¨ªas y OSS 117: Perdido en R¨ªo, divertidas parodias a la francesa sobre James Bond, que obtuvieron un gran ¨¦xito de taquilla en Francia y fuera de ella.
Todo indicaba que su recorrido futuro ir¨ªa por ese mismo camino de la comedia. Pero salt¨® la sorpresa. The artist se proyect¨® en Cannes al final del certamen y conmovi¨® a cr¨ªtica y p¨²blico. Todos se rindieron ante el espect¨¢culo de esta peque?a, o gran, joya. Desde aquel d¨ªa, Hazanavicius y su pel¨ªcula han conocido la gloria del p¨²blico, pero tambi¨¦n la del mercado. El todopoderoso Harvey Weinstein, distribuidor del filme en Estados Unidos, fundador de Miramax, est¨¢ realizando una agresiva campa?a para que The artist se coloque finalmente entre las favoritas a los pr¨®ximos premios Oscar, incluido el de mejor pel¨ªcula. Para eso habr¨¢ que esperar al 26 de febrero de 2012, d¨ªa en el que se celebrar¨¢ la ceremonia de los prestigiosos galardones.
De momento, hay que mirar hacia atr¨¢s. Nada menos que diez a?os, que son los que Hazanavicius ha empleado en levantar el proyecto. Si no le fue f¨¢cil convencerse a s¨ª mismo de que estaba preparado para ello, c¨®mo iba a hacerlo con los dem¨¢s. Eso es lo que se preguntaba una y otra vez. "Me propuse adquirir confianza como realizador, a lo que contribuy¨® el hecho de estar rodeado de dos actores de mi confianza (Dujardin, un gran colaborador, con el que ha trabajado en sus dos anteriores filmes, y B¨¦jo, su esposa), del jefe de c¨¢mara, del m¨²sico. Sent¨ª que con esa gente a mi alrededor lo pod¨ªa hacer. Solo me faltaba encontrar al productor lo suficientemente loco para que apoyara el proyecto", explicaba el realizador en San Sebasti¨¢n. Y en estas apareci¨® Thomas Langmann, productor franc¨¦s de t¨ªtulos como Ast¨¦rix y Ob¨¦lix o la m¨¢s reciente de La guerra de los botones, que no solo se tom¨® en serio lo que le propon¨ªa Hazanavicius, sino que crey¨® con pasi¨®n en la historia.
?Qu¨¦ le llev¨® a desviarse de la senda de la comedia y adentrarse en la aventura del cine mudo? "Me gusta sorprenderme a m¨ª mismo. Mi forma de trabajar est¨¢ basada en el deseo de hacer una determinada pel¨ªcula. Quer¨ªa hacer una pel¨ªcula muda porque los grandes directores m¨ªticos a los que m¨¢s admiro, Hitchcock, Fritz Lang, John Ford, Lubitsch o Billy Wilder, proced¨ªan del cine mudo". Y escogi¨® el melodrama, convencido de que es el g¨¦nero que mejor soporta el paso del tiempo, ideal para contar una sencilla historia de amor, que no fuera demasiado f¨¢cil ni tampoco complicada, que fuera divertida y, sobre todo, dirigida a un p¨²blico normal, queriendo respetar en todo momento las pel¨ªculas que ¨¦l amaba. "Esa ha sido para m¨ª la parte m¨¢s complicada, hacer un filme popular. Ten¨ªa miedo de hacer una historia demasiado infantil, que la gente la encontrara rid¨ªcula".
Creci¨® cinematogr¨¢ficamente con los cl¨¢sicos. Al lado de su casa, en Par¨ªs, hab¨ªa un peque?o cine que proyectaba los grandes cl¨¢sicos en versi¨®n original y all¨ª se refugiaba Hazanavicius, pero tambi¨¦n acud¨ªa a los grandes bulevares de la ciudad francesa a disfrutar con los filmes de cowboys, o las comedias o las pel¨ªculas m¨¢s populares y comerciales. No le hac¨ªa ascos a nada. Sin considerarse un gran especialista en el g¨¦nero mudo -ahora ya s¨ª lo es-, lo que m¨¢s le atra¨ªa como espectador era el lado sensual y emocional de las historias que ve¨ªa. Y es en ese cine sensorial donde descansa toda la estructura y tambi¨¦n la magia de The artist. "En lo m¨¢s profundo de mi empe?o est¨¢ la posibilidad de hacer un cine exclusivamente visual, contar una historia a trav¨¦s exclusivamente de im¨¢genes, sin di¨¢logos". Se document¨® de manera tenaz con libros, biograf¨ªas de actores o directores, con la ¨²nica intenci¨®n de alimentar el contexto de la ¨¦poca, de unos personajes. En The artist, seg¨²n reconoce el director, hay ecos de Gloria Swanson, Greta Garbo o Joan Crawford.
?Tuvo problemas para convencer a los dos actores? "Con la actriz no hubo ninguno porque es mi mujer, fue muy f¨¢cil de convencer. Con Jean ten¨ªa miedo de que el gui¨®n, que hab¨ªa escrito pensando en ¨¦l, le pareciera un poco infantil. As¨ª que le dije que lo leyera y que si no le gustaba, no pasaba nada. Tan amigos. Le gust¨® mucho la historia y se implic¨® de manera muy c¨®mplice".
?Piensa seguir por la senda del cine mudo? "Si tengo una buena idea, ?por qu¨¦ no? Creo que The artist va a cambiar mi forma de hacer cine. Los grandes directores de Hollywood a los que he admirado han propuesto siempre diferentes maneras de hacer cine y tambi¨¦n una manera elegante de contar las historias. Tengo un gusto especial por la elegancia y la claridad, aunque es verdad que hay otras pel¨ªculas que necesitan todo lo contrario. Como hay tantas maneras de hacer cine, lo m¨¢s importante es encontrar la mejor manera de contar cada historia".
?Tuvo miedo de que The artist fuera un fracaso comercial? "No reflexiono de esa forma. Hago las pel¨ªculas para m¨ª, las que me gustar¨ªa ver. Intento respetarme como realizador, pero tambi¨¦n como espectador".
?Es buena la presi¨®n como creador tras un ¨¦xito como este y m¨¢s si se est¨¢ moviendo de esa manera en Hollywood? "Hay mucha presi¨®n, pero intento protegerme. Ahora pienso que el momento m¨¢s importante de un filme es aquel en el que decides cu¨¢l vas a hacer. Por eso quiero proteger ese momento al m¨¢ximo y no hacer nunca la pel¨ªcula que otros quieren. No puedo subirme en esa ola".
?C¨®mo cambiar¨¢ su carrera? "Mi carrera ha evolucionado, pero mi vida tambi¨¦n. Visto desde el exterior, quiz¨¢ me gustaba m¨¢s la vida que ten¨ªa antes, por eso no quiero cambiarla totalmente. El hecho de tener una pel¨ªcula que se vende internacionalmente te da una libertad que no tienes cuando tu carrera se restringe a tu pa¨ªs. De repente, tienes acceso a grandes presupuestos, distribuidores internacionales...".
The artist se rod¨® en 35 d¨ªas en Hollywood y con dinero franc¨¦s. Buscaron unas localizaciones exquisitas y visitaron todos los m¨ªticos estudios, en los que rodaron los m¨¢s grandes, como Chaplin en La quimera del oro o Luces de la ciudad. Incluso la casa de la protagonista Peppy Miller es la de Mary Pickford, una de las m¨¢ximas estrellas del cine mudo. Todo muy emocionante, seg¨²n recuerda su realizador. Sin olvidar la m¨²sica, ese elemento imprescindible en una pel¨ªcula sin di¨¢logos, obra de Ludovic Bource. "La m¨²sica ha acompa?ado todo el proceso de realizaci¨®n, desde la escritura. Escuch¨¦ todas las canciones del Hollywood m¨¢s cl¨¢sico, los temas de todos los grandes compositores, como los de Leonard Bernstein, y se los iba pasando a los m¨²sicos. Tambi¨¦n les suger¨ª que visionaran el mayor n¨²mero posible de filmes cl¨¢sicos mudos para que vieran c¨®mo funcionaba la m¨²sica. Durante todo el rodaje, o¨ªamos los temas compuestos para crear una atm¨®sfera favorable a los actores. La composici¨®n fue realizada por bloques narrativos y no por escenas. En esos bloques yo marcaba los puntos importantes, la tristeza, la alegr¨ªa... Fue complicado porque la m¨²sica deb¨ªa respetar mi forma de estructurar la historia y al mismo tiempo encontrar su propia sensibilidad. Todo eso en un tiempo muy corto".
The artist navega de forma majestuosa y divertida por los silencios, esos silencios tan dif¨ªciles de encontrar hoy en el cine y tambi¨¦n en la vida. Hazanavicius lucha por los silencios. "Son tan necesarios en la vida...".
The artist se estrenar¨¢ en Espa?a el pr¨®ximo d¨ªa 16. Director: Michel Hazanavicius. Actores: Jean Dujardin y B¨¦r¨¦nice B¨¦jo.
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