Matr¨ªcula de horror

El monumental edificio de la Mutua en la calle de Almagro era "Nuestra Se?ora de los Seguros" y la met¨¢lica iglesia del Buen Suceso de Princesa, "el Santo Ni?o de la Buena Lata". Entre 1984 y 1985, Manolo Blanco, hoy catedr¨¢tico de Composici¨®n Arquitect¨®nica, escribi¨® la secci¨®n Mis horrores favoritos en la emblem¨¢tica revista de la movida La Luna. "Madrid era entonces un lugar arquitect¨®nicamente gris, as¨ª que si quer¨ªa hablar del aqu¨ª y el ahora, que era lo que nos interesaba en la movida, lo ¨²nico que pod¨ªa hacer era criticar con sentido del humor". En su estudio repasa sus ataques contra Azca o la reforma de Col¨®n muerto de risa: "?Me ratifico en todo!", dice, y tambi¨¦n "hoy la ciudad es mucho m¨¢s interesante". Puede ser, pero ?qu¨¦ equivocaciones marcan la ciudad actual? Preguntamos a 10 arquitectos por sus horrores favoritos y no nos responsabilizamos de sus opiniones.

1. Los PAU. De entre sus horrores actuales, Manolo Blanco prefiere no concretar. "Me disgusta la arquitectura comercial de mucho brillo, que solo es ruido, y esas casas de la periferia, anodinas, aburridas y basadas en un est¨¢ndar caduco". "En los nuevos PAU [Programa de Actuaci¨®n Urban¨ªstica] hay actuaciones muy brillantes, como las obras de Alejandro Zaera o el Estudio Dosmasuno en el Ensanche de Carabanchel", dice, "pero est¨¢n rodeadas de edificios horribles, homog¨¦neos, sin ideas. Y son precisamente esos pisos, los de enfrente de los buenos, los que est¨¢n hechos 'como Dios manda', donde la gente prefiere vivir porque son como los que tiene su cu?ada. Esa alienaci¨®n me horroriza, ese deseo de es-tandarizaci¨®n, ese triunfo de lo de siempre sobre lo bueno".

2. La Puerta de Europa (Castellana, 180 y 212). "Las Torres KIO son la s¨ªntesis de lo que nunca deber¨ªa hacer la arquitectura", dice el multipremiado Alberto Campo Baeza, usando el nombre antiguo de las llamadas Puerta de Europa I y II. Promovidas en los noventa por la empresa Kuwait Investments Office, fueron protagonistas de un esc¨¢ndalo inmobiliario. "Son el s¨ªmbolo de un momento cutre que resume muy bien El d¨ªa de la Bestia de Alex de la Iglesia", dice Campo Baeza. Aquella gomina yuppi engras¨® esta crisis pero s¨ªmbolos aparte, Campo Baeza critica la principal decisi¨®n est¨¦tica de los estadounidenses Philip Johnson y John Burgee: "Las torres est¨¢n caprichosamente inclinadas. Son contra natura. La estructura se encarece, y mucho, innecesariamente. Lo m¨¢s que consiguen es el asombro de los ignorantes". Y tampoco han envejecido bien: "Se les ha pasado la gracia, ?maldita gracia! Y hasta se han quedado peque?as, rid¨ªculas, frente a las torres del Real Madrid, que son m¨¢s altas y m¨¢s l¨®gicas y m¨¢s airosas que ellas".

3. La catedral de la Almudena (Bail¨¦n, 8). Neocl¨¢sica en el exterior, neog¨®tica en el interior y neorrom¨¢nica en la cripta. La catedral de la Almudena, es, seg¨²n Antonio Miranda, catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica, "un pastiche de estilos anacr¨®ni-cos". "Ecl¨¦ctico y artificial, es un edificio repulsivo, que mezcla todos los estilos habidos y por haber con tan poca gracia que ni siquiera puede resultar ir¨®nico". La catedral es el resultado de una obra que se extiende desde 1879 a 1993, de la que se ocuparon varios arquitectos, principalmente el Marqu¨¦s de Cubas (autor del proyecto original de finales del XIX, inspirado en el g¨®tico franc¨¦s) y Fernando Chueca Goitia, que se hizo con el proyecto hacia 1945 y lo finiquit¨® medio siglo despu¨¦s en un estilo m¨¢s neocl¨¢sico. En medio, parones, problemas, cambios de moda y de arzobispos... contribuyeron al pastiche. "El resultado es una porquer¨ªa", dice Miranda. De remate, la muy pol¨¦mica decoraci¨®n de pinturas y vidrieras del ¨¢bside encargada en 2004 por Rouco Varela a Kiko Arg¨¹ello.

4. Hotel Puerta de Am¨¦rica (avenida de Am¨¦rica, 41). Gallard¨®n descubri¨® la fachada flanqueado por Jean Nouvel, Arata Isozaki y algunos m¨¢s de los 19 arquitectos y dise?adores de relumbr¨®n que participaron en la obra. Doce plantas distintas ideadas por Zaha Hadid, Mariscal, Norman Foster o Victorio y Lucchino. Era 2005 y el colorista edificio resum¨ªa, seg¨²n el alcalde, la promesa de Madrid 2012: vanguardia e inversiones. Pero 2012 ya llega y no se presenta precisamente ol¨ªmpico... "Este edificio me produce un malestar especial porque degrada la funci¨®n de la arquitectura al mero espect¨¢culo, convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo del momento en el que fue construido, en plena burbuja de prosperidad fingida y de excesos", dice Luis Fern¨¢ndez Galiano, catedr¨¢tico y director de la revista Arquitectura Viva. "Entiende la arquitectura como algo vinculado a la moda, al glamour; como la decoraci¨®n o el ornato de una estructura an¨®nima. Y encima oculta uno de los mejores edificios de Madrid, Torres Blancas, de S¨¢enz de Oiza, que antes era lo primero que ve¨ªas cuando entrabas en la ciudad".

5. Rectorado de la Complutense (Ciudad Universitaria). La Ciudad Universitaria estaba a punto de estrenarse cuando estall¨® la Guerra Civil. Las racionalistas facultades se usaron como trincheras y gran parte del proyecto desarrollado se reconstruy¨® tras la contienda. Al final de la posguerra, entre 1948 y 1952, se levant¨® el Colegio Mayor Jos¨¦ Antonio, hoy sede del Rectorado. "Lo llam¨¢bamos el Tel¨®n de Arrese", recuerda el premio Nacional de Arquitectura Antonio Fern¨¢ndez Alba, "porque cortaba las vistas a la sierra y porque lo levant¨® Jos¨¦ Luis Arrese, un arquitecto falangista que lleg¨® a secretario del Movimiento". "El inmueble intenta reproducir la arquitectura de los Austrias, recuperando las esencias del Imperio", dice Fern¨¢ndez Alba. "El estilo nacional tiene edificios buenos como el Ministerio del Aire de Guti¨¦rrez Soto. Pero el Rectorado es un revival malo y molesto porque no pinta nada en un ¨¢mbito tan bien planteado". "As¨ª que, adem¨¢s de feo, destruye el paisaje y el entorno urban¨ªstico donde se encuentra".

6. Torre Titania (Castellana, 71-85). "Lo que duele de la nueva torre es la oportunidad perdida", dice el arquitecto y bloguero Edgar Gonz¨¢lez. "El Windsor, al que reemplaza, era un edificio muy interesante y este baja el list¨®n en un lugar de mucha visibilidad". La nueva Torre Titania, proyectada por dos de los 19 arquitectos en plantilla de El Corte Ingl¨¦s, "raya lo anodino", seg¨²n Gonz¨¢lez. "Es una obra autista: sin arraigo identitario con el entorno... Podr¨ªa estar en Wichita". "En un barrio nuevo no me parecer¨ªa grave, pero me da pena que el ¨²nico rascacielos nuevo de Azca sea esto", dice el bloguero. Los arquitectos Emilio Tu?¨®n y Luis Mansilla opinan casi exactamente lo mismo: "Tras el incendio, en febrero de 2005, el recuerdo de la n¨ªtida torre anterior, con su poderoso planteamiento estructural, hace que el nuevo edificio resulte d¨¦bil y desdibujado. Pero, tal vez, su mayor d¨¦ficit sea el hecho de haber perdido una gran oportunidad de repensar y hacer ciudad en un lugar tan complejo e intenso como es Azca".

7. Gerencia de Urbanismo (Guatemala, 13). "?Un edificio horrible? Gerencia de Urbanismo, ?sobre todo porque es un nido de g¨¢nsteres!". Ricardo Aroca, exdecano del Colegio de Arquitectos, se carcajea con su propia incorrecci¨®n pol¨ªtica. La instituci¨®n se aloja en unas antiguas cocheras de autob¨²s, "un inmueble inadecuado, construido para una funci¨®n radicalmente distinta a la que cumple". Resultado: "Es un caos de pasillos, un laberinto de despachos que incumple todas las normas que ellos exigen a los ciudadanos... He visto salidas de emergencia con candado". La instituci¨®n se mudar¨¢ el a?o que viene, y el Ayuntamiento planea derribar el edificio para vender el suelo residencial. "En Gerencia de Urbanismo se decide la ciudad del ma?ana, as¨ª que el edificio que la aloje deber¨ªa parecerse a lo que imaginan que es el futuro quienes deciden c¨®mo es la ciudad", dice Aroca.

8. Las corralas. "Madrid es una birria, arquitect¨®nicamente. No tiene monumentos, no tiene Torre Eiffel ni Campos El¨ªseos... Es simp¨¢tica, pero como lo es un ni?o bizco". Carlos Sambricio, catedr¨¢tico de Historia de la Arquitectura, echa la culpa a Fernando VII, a quien llama "la bestia". De esa ciudad de anta?o salva el Prado de Villanueva y lo que m¨¢s le irrita son las corralas, sobre todo la visi¨®n nost¨¢lgica que de ellas tenemos hoy. "Recuperarlas supone idealizar la miseria", dice, "las zarzuelas de Arniches han sido muy da?i-nas... confunden lo popular, que es noble, con lo populachero, defienden la cochambre y a esos chulos que no son m¨¢s que maleducados bajo la etiqueta del casticismo". "Las corralas eran infraviviendas con retretes compartidos, donde la gente se hacinaba sin higiene. Un modelo especulativo que ni siquiera tiene el empaque est¨¦tico de las Mietkasernen, los bloques de alquiler berlineses del XIX", dice el catedr¨¢tico.