?Qu¨¦ hace Clegg en un Gobierno como este?

Se puede discrepar sobre si el veto del conservador David Cameron es bueno o malo para Gran Breta?a, si es una jugada t¨¢ctica maestra o un colosal error estrat¨¦gico, si acabar¨¢ ayudando a salvar al euro, al haber ayudado a unir a todos contra Reino Unido y en torno a Francia y Alemania, o contribuir¨¢ a hundirlo.

Lo que est¨¢ fuera de toda discusi¨®n es que si hay alguien especialmente perjudicado es el Partido de los Liberales-Dem¨®cratas y su durante tres semanas de campa?a electoral carism¨¢tico l¨ªder, Nick Clegg.

Sobre el papel, y teniendo en cuenta las especiales circunstancias del momento, la decisi¨®n de Clegg de formar una coalici¨®n con los conservadores pod¨ªa ser discutible, pero estaba llena de sentido. Sin embargo, en apenas 18 meses ha chocado con la realidad y se ha convertido en un cad¨¢ver pol¨ªtico que ha fallecido ya varias veces.

Primero tuvo que asumir un programa de ajuste presupuestario que ha ido m¨¢s all¨¢ de lo que se esperaba y ha empezado a tener tintes de apuesta ideol¨®gica de los tories. Luego perdi¨® la confianza del voto joven al traicionar su compromiso electoral de no subir las tasas universitarias, un incremento que ha provocado protestas en las calles brit¨¢nicas. Ese desencanto de la izquierda y de los j¨®venes, unido a la agresiva campa?a de sus compa?eros de coalici¨®n, llev¨® a los liberales a perder el refer¨¦ndum sobre la reforma electoral, perdiendo as¨ª todo sentido su colaboraci¨®n con los conservadores m¨¢s all¨¢ del prurito ¨¦tico de contribuir a la gobernabilidad del pa¨ªs.

Y ahora se han convertido en c¨®mplices de un veto hist¨®rico que sit¨²a a Gran Breta?a en los momentos m¨¢s bajos de sus relaciones con los socios europeos.

?Qu¨¦ hace el partido brit¨¢nico m¨¢s europe¨ªsta vetando un tratado europeo con el argumento de que est¨¢ protegiendo los intereses de la City? Es lo que se preguntan desde la madrugada del jueves muchos militantes de base del partido liberal-dem¨®crata.