Rajoy mueve sus primeras fichas para anestesiar la pol¨ªtica espa?ola
Posada, Garc¨ªa-Escudero y Alonso, pensados para evitar tensiones y pol¨¦micas
No est¨¢ escrito en ning¨²n sitio que un pa¨ªs deba parecerse a su presidente del Gobierno. Pero s¨ª la pol¨ªtica de ese pa¨ªs. Y Mariano Rajoy, desde sus primeros nombramientos de calado, que hizo ayer, ha dejado claras sus intenciones de anestesiar, casi aplatanar, la pol¨ªtica espa?ola.
El futuro presidente no quiere l¨ªos, ni titulares de prensa, ni pol¨¦micas, ni debates. Cree que las aguas van a venir muy movidas por la crisis econ¨®mica y los recortes que ya est¨¢ preparando, y quiere evitar en lo posible los perfiles pol¨ªticos m¨¢s definidos y los conflictos.
Los nombramientos de ayer fueron un aut¨¦ntico ejercicio de marianismo puro. Para presidir el Congreso, cargo clave en una legislatura que se espera turbulenta con unas Cortes muy fragmentadas, eligi¨® al exministro de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar Jes¨²s Posada, un hombre tranquilo que no ha dado un problema en el PP en su vida, capaz de soportar en silencio que le forzaran a dejar la presidencia de Castilla y Le¨®n en 1991 -Aznar lo recuper¨® en 1996 como ministro-, que siempre ha estado ah¨ª sin hacer ruido, con buena relaci¨®n con todos, incluido el PSOE.
Posada apenas tiene perfil, pero no da problemas, y ayer salud¨® a Amaiur
La elecci¨®n de Alonso prueba que S¨¢enz de Santamar¨ªa tiene mucho poder
Es la ant¨ªtesis de su antecesor, Jos¨¦ Bono, siempre dispuesto a exhibir su perfil propio dentro del PSOE, a la b¨²squeda de protagonismo, entrando en todas las pol¨¦micas. El socarr¨®n Posada, ir¨®nico y a¨²n m¨¢s tranquilo que Rajoy, no mover¨¢ una pesta?a ni siquiera con los problemas que le pueda crear Amaiur con su grupo parlamentario. Y no buscar¨¢ titulares. Un sue?o para Rajoy.
Posada es un hombre querido en el partido y respetado en el Congreso, pero lleva a?os sin intervenciones p¨²blicas destacadas y nunca ha buscado perfil pol¨ªtico. Ni lo buscar¨¢, aunque su iron¨ªa provocar¨¢ momentos divertidos. Es un hombre capaz de encontrarse ayer en la C¨¢mara baja con los representantes de Amaiur y darles la mano a todos como si nada, mientras miembros del Gobierno y del PP los evitaban.
Una l¨ªnea similar tiene el nuevo presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero, pr¨¢cticamente el ¨²nico miembro de la c¨²pula que no quer¨ªa ser ministro. Adora el perfil bajo, no da entrevistas, e incluso ayer, pese a las buenas noticias, huy¨® de la prensa en la sede del PP. Un hombre tambi¨¦n afable en privado -aunque en p¨²blico ha mantenido debates muy agrios con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero-, que puede servir para buscar consensos. Pero sobre todo que evita el perfil propio, no arriesga y ser¨¢ fiel. Posada, mientras, ha ganado esta partida frente a un amigo de Rajoy como Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, que a un perfil muy conservador y m¨¢s pol¨¦mico un¨ªa un problema: pod¨ªa ser mal visto por CiU.
El futuro presidente quiere intentar que el coste pol¨ªtico de las medidas duras que va a tomar no lo asuma el PP en soledad, que es lo que le pas¨® al PSOE entre otras cosas porque los populares no apoyaron sus recortes. Y para eso necesita imagen de consenso, intentar implicar a otros grupos, sobre todo CiU y tal vez el PNV.
Los nombramientos del nuevo portavoz del Congreso, Alfonso Alonso, y el del Senado, Xos¨¦ Manuel Barreiro, tambi¨¦n est¨¢n pensados para evitar pol¨¦micas. Alonso, exalcalde de Vitoria, es un hombre de n¨²cleo duro de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Cada vez es m¨¢s evidente el poder que atesora la que fuera portavoz. Ella va a controlar con toda probabilidad los entresijos del Gobierno y adem¨¢s tendr¨¢ hilo directo en el Congreso. Se ha impuesto pues la idea de que alguien de su equipo, y no Esteban Gonz¨¢lez Pons, que no quer¨ªa ese puesto, se ocupar¨ªa del grupo.
Barreiro tambi¨¦n es hombre de consenso. Cercano a Rajoy, enfrentado sin embargo a Alberto N¨²?ez Feij¨®o -ambos compitieron por el liderazgo del PP gallego-, fue vicepresidente de la Xunta con Manuel Fraga.
Los cuatro son hombres, demostrando lo poco que a Rajoy le preocupa la paridad. La primera foto del nuevo poder marianista as¨ª lo atestigua: todo trajes y corbatas. Los cuatro son veteranos -incluso Alonso, el m¨¢s joven, tiene ya mucho recorrido- y de absoluta confianza del l¨ªder. El poder del futuro presidente es total dentro del PP y lo exhibe a la menor oportunidad. Hasta parec¨ªa disfrutar ayer dejando los nombramientos para el final de su discurso -de nuevo, sin preguntas- y con bromas para aumentar el suspense.
Por si fuera poco, no parece que consultara con nadie, y logr¨® evitar filtraciones al llamar a Posada a ¨²ltima hora de la noche del domingo y a Alonso a primera hora de la ma?ana de ayer. Una nueva exhibici¨®n de poder absoluto, tal vez compartido solo con S¨¢enz de Santamar¨ªa.
Los nombramientos tienen otra virtualidad. Ayer muchos felicitaban en los pasillos a los que no hab¨ªan sido nombrados: eso quiere decir que tienen muchas papeletas para ser ministros. En especial Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que tem¨ªa que le hicieran presidente del Congreso. El alcalde tiene ya todos los n¨²meros para estar en el Gobierno. Pero hay otros muchos que quedan por colocar: Crist¨®bal Montoro, Ana Pastor, Miguel Arias-Ca?ete, Jos¨¦ Manuel Soria, Gonz¨¢lez-Pons, Ana Mato, el propio Fern¨¢ndez, ?lvaro Nadal, F¨¢tima B¨¢?ez, Elvira Rodr¨ªguez... No todos los aspirantes podr¨¢n ser ministros en un Gobierno peque?o y en el que Rajoy quiere dar entrada a independientes.
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