Esas voces chorras
La cultura popular americana est¨¢ sembrada de lucrativos fen¨®menos levantados sobre lo que, a primera vista, no parece m¨¢s que una descomunal chorrada. Es el caso de la carrera musical de Alvin y las ardillas, posteriormente prolongada en una serie televisiva de dibujos animados y en una saga cinematogr¨¢fica que ahora llega a su tercera entrega. Todo empez¨® cuando el compositor Ross Bagdasarian, senior, autor del standard Come on-a my house y ocasional actor -fue el pianista del edificio de enfrente en La ventana indiscreta-, se hallaba al borde de la bancarrota a finales de los cincuenta y decidi¨® invertir sus parcos ahorros en la compra de una grabadora con capacidad para alterar la velocidad de las cintas. Compuso un tema -Witch doctor- y someti¨® el estribillo a un chirriante apitufamiento de la voz: el single alcanz¨® un mill¨®n de copias. Dispuesto a rentabilizar el ¨¦xito, atribuy¨® esas voces a unos personajes imaginarios -un grupo de ardillas- y construy¨® una mitolog¨ªa a su medida.
ALVIN Y LAS ARDILLAS 3
Direcci¨®n: Mike Mitchell. Int¨¦rpretes: Jason Lee, David Cross, Jenny Slate, Andy Buckley.
G¨¦nero: comedia.
Estados Unidos, 2011.
Duraci¨®n: 87 minutos.
Dirigida por Mike Mitchell, autor de una de las piezas m¨¢s extra?as de la nueva comedia americana -Gigol¨® (1999)- y de la pel¨ªcula que cerr¨® la saga Shrek, Alvin y las ardillas 3 respeta el molde de sus predecesoras -una din¨¢mica golosina infantil con soterrados alicientes adultos e incisivos apuntes sobre las ¨²ltimas mutaciones de la industria musical en su interior-, pero reubica a sus personajes en un nuevo espacio -la isla ex¨®tica-, que trae consigo referencias par¨®dicas al cine de aventuras. David Cross vuelve a estar grande como antagonista delirante en un producto menos idiota de lo que parece.
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