"El 15-M es parad¨®jico: reclama el derecho a ser burgu¨¦s"
El autor colombiano Carlos Gran¨¦s presenta 'El pu?o invisible', el libro con el que ha ganado el ¨²ltimo premio de ensayo Isabel Polanco
"Los cambios pol¨ªticos sin cambios culturales no son nada". As¨ª resumi¨® ayer Francisco Calvo Serraller la idea central de El pu?o invisible (Taurus), el libro con el que el colombiano Carlos Gran¨¦s (Bogot¨¢, 1975) ha obtenido este a?o el premio de ensayo Isabel Polanco, concedido por un jurado presidido por Fernando Savater. En el auditorio de la Casa de Am¨¦rica de Madrid y acompa?ado por el escritor y periodista de EL PA?S Juan Cruz, Calvo Serraller, catedr¨¢tico de historia del arte, record¨® que los boxeadores llaman pu?o invisible al que resulta m¨¢s violento no porque sea el m¨¢s fuerte sino porque no lo ves venir.
Seg¨²n Gran¨¦s, antrop¨®logo social y autor tambi¨¦n de La revancha de la imaginaci¨®n, el golpe que recorri¨® subterr¨¢neamente el siglo XX no lo dio la pol¨ªtica sino el arte de vanguardia en sus diferentes mutaciones y traslados por Europa y Am¨¦rica, incluida, por supuesto, Latinoam¨¦rica. Esa visi¨®n, insisti¨® Francisco Calvo Serraller, es lo que rompe con la tradicional visi¨®n encapsulada del arte, "all¨ª donde todos somos doctores".
"No hay cambios pol¨ªticos sin cambios culturales", dijo Calvo Serraller
Donde los historiadores, explic¨®, se hab¨ªan dedicado a dar vueltas en torno a la revoluci¨®n formal, Gran¨¦s ha sabido ver que la sacudida mayor era social. El propio autor desvel¨® que en el origen de su ensayo hab¨ªa una pregunta: ?De d¨®nde surge el impulso revolucionario? Durante un tiempo, reconoci¨®, ¨¦l mismo pens¨® que el campo "natural" en el que deb¨ªa buscar esa respuesta era la pol¨ªtica, tal vez la religi¨®n. Pero a medida que remontaba la corriente del r¨ªo de lava de la revoluci¨®n se dio cuenta de que el cr¨¢ter estaba en los estudios de los artistas y no en los s¨®tanos de los ide¨®logos.
El futurismo, Dad¨¢, Duchamp, Cage, Z¨²rich, Nueva York, La Habana y cien m¨¢s son las estaciones de un viaje que llega hasta hoy. "Me di cuenta", cont¨® Gran¨¦s, "de que los valores de los vanguardistas -el sarcasmo, la humorada, la desacralizaci¨®n, el infantilismo- empezaban a serme sospechosamente familiares. Los ve¨ªa en m¨ª mismo, en los medios, en la calle".
El triunfo de los dada¨ªstas era evidente en todas partes, empezando por los museos y academias, aquellos lugares que representaban para ellos lo peor de ese universo antiguo y anticuado que se hab¨ªan empe?ado en dinamitar.
El pu?o invisible, actualizad¨ªsimo, arranca en 1900 y termina este mismo a?o, a un centenar de metros del lugar de la presentaci¨®n, en la Puerta del Sol. Y por la actualidad pregunt¨® Juan Cruz. ?Qu¨¦ tienen en com¨²n la rebeli¨®n actual y aquellas cuya "¨¦pica" retrata Gran¨¦s? "El 15-M es antiut¨®pico", respondi¨® el ensayista colombiano. "Su referente es mayo del 68 pero los indignados en el fondo se rebelan contra la generaci¨®n del 68. Daniel Cohn-Bendit abominaba del Estado y el 15-M lo que pide es m¨¢s Estado. Se indignan porque se ha esfumado aquello que cre¨ªamos que nos iba a tocar por derecho. Por eso se saltan una generaci¨®n y toman como referente a St¨¦phane Hessel, un resistente". Para ilustrar la correcci¨®n de la consignas del movimiento surgido en Espa?a, Gran¨¦s recurri¨® a una de las m¨¢s famosas: "No somos antisistemas, el sistema es antinosotros'. Los indignados tienen todas las credenciales y las virtudes c¨ªvicas para ser burgueses ejemplares. Piden casa, trabajo, seguridad, estabilidad... todo lo que espant¨® siempre a los revolucionarios. El 68 se esforzaba por no ser burgu¨¦s. Hoy lo dif¨ªcil es serlo".
Babelia
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