La tragicomedia mexicana
Las fuerzas democr¨¢ticas del PAN y el PRD no logran actuar concertadamente. Eso da al PRI, partido del antiguo r¨¦gimen autoritario, una posici¨®n privilegiada en las encuestas tras 12 a?os en la oposici¨®n
Dos acontecimientos han sacudido la escena pol¨ªtica mexicana y han puesto en duda muchas certezas. En primer lugar, Humberto Moreira, el dirigente nacional del viejo partido autoritario, el PRI, se ha visto obligado a renunciar debido a que es sospechoso de corrupci¨®n, al haber falsificado documentos para esconder la gigantesca deuda de 36.000 millones de pesos (2.000 millones de euros) que contrajo cuando era gobernador del Estado de Coahuila. En segundo lugar, el candidato a la presidencia del PRI, Enrique Pe?a Nieto, mostr¨® p¨²blicamente y de manera espectacular su abismal ignorancia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: hizo evidente que jam¨¢s ha logrado terminar de leer un libro y que es incapaz de responder con coherencia cuando lo sacan del gui¨®n previamente preparado por sus asesores. En una entrevista reciente con EL PA?S (11-XII-11) mostr¨® que ignoraba el monto del salario m¨ªnimo en M¨¦xico.
La candidata del PAN no representa al ala m¨¢s avanzada. Su perfil pol¨ªtico no es muy definido
L¨®pez Obrador no da la imagen de sereno estadista de izquierda sino la de agitado predicador
S¨²bitamente, los ciudadanos se han percatado de que el partido que encabeza las intenciones de voto para las elecciones de 2012 postul¨® a un candidato de una sorprendente ineptitud y de una incultura escalofriante. Y que ese mismo partido tuvo que obligar a su m¨¢ximo dirigente a renunciar cuando se exhibi¨® como un ejemplo de corrupci¨®n pol¨ªtica. Ante esta situaci¨®n, much¨ªsimos se rieron a carcajadas y otros acaso lloraron. Hay dos pesadillas que atormentan a todo pol¨ªtico: aparecer como un corrupto y hacer el rid¨ªculo. Los dirigentes del PRI acaban de hacer las dos cosas. Con ello es probable que comience a cambiar un panorama pol¨ªtico que parec¨ªa ofrecer la certidumbre de que el PRI ganar¨ªa las pr¨®ximas elecciones presidenciales.
?C¨®mo ha sido posible que el partido que representa al antiguo r¨¦gimen autoritario, con casi 12 a?os en la oposici¨®n, se haya colocado como el m¨¢s favorecido (40%) por las intenciones de voto? Las causas se hallan en el tr¨¢gico hecho de que la transici¨®n ha ocurrido sin un pacto de las fuerzas democr¨¢ticas opuestas al autoritarismo del antiguo r¨¦gimen pri¨ªsta. As¨ª, la transici¨®n democr¨¢tica llev¨® al poder a un partido de derecha -el PAN- que ha gobernado en solitario. Fue inevitable que acabase muy desgastado. Para muchos era evidente que, desde el a?o 2000, era necesaria una alianza o un pacto entre la derecha liberal y la izquierda moderna. Pero ni en el PAN se acab¨® de afianzar su ala moderna ni el PRD, el partido de izquierda, logr¨® modernizarse y escapar del populismo. Adem¨¢s, siguen abiertas las heridas de la aguda confrontaci¨®n de 2006, cuando el candidato del PRD perdi¨® por muy pocos votos ante el candidato del PAN.
Por otro lado, en M¨¦xico no ha dejado de pesar la s¨®lida presencia de un enorme espacio territorial dominado por gobernadores del antiguo partido autoritario, que controlan sus dominios a la manera en que lo hac¨ªa antes el presidente de la Rep¨²blica. La transici¨®n se encuentra entorpecida debido a que, si bien en el a?o 2000 fue clausurado el parque jur¨¢sico del antiguo r¨¦gimen, los dinosaurios que all¨ª medraban se han organizado y han reconstruido su partido. Han logrado unificarse en torno de uno de los dinosaurios m¨¢s maquillados, el exgobernador del Estado de M¨¦xico. El PRI no se ha convertido en un nuevo partido, pero s¨ª ha logrado resta?ar sus heridas internas. Gracias a ello, este partido logr¨® colocarse como la primera fuerza en las elecciones intermedias de 2009, convocadas para renovar los poderes legislativos. Las elecciones del a?o siguiente mostraron que la transici¨®n no estaba detenida del todo, pero que transcurr¨ªa con gran lentitud. En estas elecciones, de 2010, se disputaron 12 gobernaturas y solamente en tres fue vencido el PRI. Pero estas derrotas fueron enormemente significativas, pues incluyeron el desplome de las formas m¨¢s rancias, corruptas y autoritarias de Gobierno en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. El balance final no fue positivo para el PRI: dej¨® de gobernar a casi ocho millones de ciudadanos.
La gran novedad fue un hecho que se convirti¨® en el s¨ªmbolo de aquellas elecciones: derechas e izquierdas se aliaron para derrocar el poder corrupto y autoritario del PRI. Por m¨¢s que se desga?itaron clamando que son la primera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs, los dirigentes del PRI no lograron ocultar el hecho de que la restauraci¨®n del antiguo r¨¦gimen hab¨ªa sido frenada por la coalici¨®n auspiciada por las fuerzas m¨¢s avanzadas y modernas de la derecha y la izquierda.
Pero las cosas no siguieron por buen camino y se torcieron. Acabaron por imponerse las corrientes opuestas a las alianzas. En el mismo a?o 2010 fueron bloqueadas con ¨¦xito las alianzas en Durango y Veracruz, que seguramente se hubiesen sumado a la lista de Estados donde, despu¨¦s de 80 a?os, el PRI ha sido derrotado. Y en las decisivas elecciones para elegir gobernador en el Estado de M¨¦xico, en julio de 2011, tampoco se logr¨® la alianza entre el PAN y el PRD, gracias al esfuerzo combinado de L¨®pez Obrador y de los sectores m¨¢s atrasados del PAN. Por ello, los candidatos del PRI ganaron las elecciones y el exgobernador del Estado de M¨¦xico se fortaleci¨® notablemente. Despu¨¦s, el PRI le arrebat¨® al PRD el Estado de Michoac¨¢n, uno de los m¨¢s antiguos feudos de la izquierda.
Ante este panorama, ?qu¨¦ hacen los grandes partidos opuestos al PRI? El partido de la derecha en el Gobierno, el PAN, carga con los errores del presidente Felipe Calder¨®n. La confrontaci¨®n en gran escala con los narcotraficantes ha disparado la tasa de homicidios a los niveles de hace 20 a?os. La gente no percibe que la batalla contra el crimen se est¨¢ ganando y ha cundido el miedo. La situaci¨®n econ¨®mica, sin ser un desastre, no ha mejorado sensiblemente y ha sufrido los embates de la crisis internacional. El sistema educativo sigue mostrando se?ales de deterioro y es reh¨¦n del gigantesco y corrupto sindicato de maestros encabezado por una dirigente que es todo un s¨ªmbolo del atraso, Elba Esther Gordillo, que ahora vuelve a apoyar al PRI, despu¨¦s de haberse ligado al PAN. Este partido no logr¨® convertirse en una fuerza de derecha moderna decidida a reformar el sistema pol¨ªtico. Su m¨¢s probable candidata a la presidencia, Josefina V¨¢zquez Mota, no representa al ala m¨¢s avanzada y no ofrece, hasta el momento, un perfil pol¨ªtico muy definido. Ser¨¢ probablemente la voz de una derecha moderada que tendr¨¢ que enfrentarse a la muy agresiva derecha "revolucionaria" del PRI.
Por su lado, la izquierda parece dedicada a reparar los destrozos que durante m¨¢s de cinco a?os ocasion¨® la actitud pendenciera de su m¨¢s importante dirigente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que no acept¨® los resultados de las elecciones de 2006, se autonombr¨® "presidente leg¨ªtimo" e intent¨® en vano provocar un colapso del Gobierno de Felipe Calder¨®n. Sin ser radical, mantuvo la misma tenaz actitud agresiva que le hab¨ªa costado perder las elecciones y que despu¨¦s de estas le ocasion¨® un descenso espectacular en el apoyo popular. Ahora tiene que iniciar un dif¨ªcil ascenso desde el 15% de la intenci¨®n de voto que le asignan las encuestas. Para ello, est¨¢ intentando borrar su perfil duro y ha declarado que pugna por una "rep¨²blica amorosa" que parece dar por cancelado el populismo furioso que lo ha caracterizado hasta hoy. No estoy muy convencido de que esta l¨ªnea, que parece muy conservadora, le d¨¦ buenos resultados. No refleja la imagen de un sereno estadista de izquierda, sino la de un agitado predicador franciscano. Cuando se percate de ello -si es que ello ocurre- tendr¨¢ que dar otro viraje.
Pero la situaci¨®n est¨¢ cambiando con rapidez y seguramente habr¨¢ sorpresas. De momento, el PRI ha tropezado y ha ense?ado su vieja cara. Seguir¨¢ descendiendo el apoyo que ha obtenido, pero no es posible saber en qu¨¦ nivel se detendr¨¢ la ca¨ªda.
Roger Bartra, antrop¨®logo y soci¨®logo, es investigador em¨¦rito de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM).
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