"En el hospital me dijeron que el tratamiento era gratuito"
"Fui a hacer un acto de humanidad y acab¨¦ metido en un l¨ªo que me est¨¢ volviendo loco". As¨ª resume Jos¨¦ D¨ªaz, de 51 a?os, la odisea que empez¨® a vivir en 2007, cuando, tras acudir a donar sangre, le diagnosticaron que era seropositivo. La noticia se la dio el director del centro de transfusi¨®n de Ja¨¦n y fue ¨¦l mismo quien, asegura Jos¨¦, le remiti¨® al hospital p¨²blico de la ciudad para que le trataran.
Ah¨ª empez¨® el problema: Jos¨¦ es guardia civil y, como la de muchos funcionarios, su cobertura sanitaria corr¨ªa a cargo de Asisa. Le trataron en un hospital del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el funcionario tiene ahora embargada su casa, una plaza de garaje y la devoluci¨®n del IRPF de 2008 porque el SAS le reclama 5.060 euros por la medicaci¨®n que le administraron.
El paciente ten¨ªa seguro privado, pero se trat¨® en un centro p¨²blico
La Consejer¨ªa de Salud sostiene que Jos¨¦ nunca cont¨® que estaba asegurado por una compa?¨ªa privada, pero el enfermo insiste en que lo dej¨® claro nada m¨¢s llegar al hospital. "Les dije desde el primer momento que era de Asisa. Apuntaron mi n¨²mero de tarjeta y todo", asegura. "El 27 de junio de 2007 el m¨¦dico me dijo que el tratamiento era gratuito y que la medicina ten¨ªa que recogerla en la farmacia del hospital", detalla.
Empez¨® a medicarse y no fue hasta noviembre de 2008 cuando, seg¨²n Jos¨¦, se enter¨® del embargo al acudir extra?ado a la delegaci¨®n de Hacienda porque no le hab¨ªan ingresado la devoluci¨®n del IRPF. El SAS reclam¨® el dinero a Asisa y se ampara en la Ley General de Sanidad, de 1986, que establece el derecho de todos los ciudadanos a recibir atenci¨®n en la sanidad p¨²blica y en dos sentencias de los tribunales superiores de Galicia y Canarias, que fijan la "obligaci¨®n legal" del servicio p¨²blico de prestar esta atenci¨®n. "Si no le hubi¨¦ramos atendido estar¨ªamos prevaricando", asegura un portavoz del SAS, que entiende que la factura debe pagarla el Isfas (el Instituto Social de las Fuerzas Armadas) o Asisa.
La compa?¨ªa alega que ni Jos¨¦ ni la Consejer¨ªa de Salud le hab¨ªan comunicado que su asegurado era seropositivo y que hab¨ªa acudido a tratarse a un hospital p¨²blico. "Yo no fui a ning¨²n m¨¦dico", se defiende el enfermo, que est¨¢ de baja definitiva por un trastorno ansioso depresivo. "Fui a donar sangre y de all¨ª me mandaron al hospital. Yo no sab¨ªa si la Administraci¨®n hab¨ªa hablado o no con la compa?¨ªa". Jos¨¦ asegura, adem¨¢s, que cuando se enter¨® de que el SAS le reclamaba el dinero, llam¨® insistentemente a Asisa. "Solo me dec¨ªan que ellos eso no lo cubr¨ªan. Y no me daban m¨¢s soluci¨®n".
El asunto ha llegado a los tribunales porque Jos¨¦ ha recurrido el embargo. Mientras, espera que se asigne una nueva fecha para el juicio, que se suspendi¨® el pasado martes para pedir la comparecencia de Asisa y del Isfas. "Sal¨ª del Juzgado desmoralizado, yo pens¨¦ que ya todo iba a acabar y otra vez empezamos", lamenta. Jos¨¦ se march¨® en 2009 de Ja¨¦n y ahora vive en Almer¨ªa, donde sigue con su tratamiento. All¨ª s¨ª que ha conseguido que le atiendan en la compa?¨ªa privada, aunque acude a revisiones peri¨®dicas al hospital Torrec¨¢rdenas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.