Redada en el aparcamiento
Una operaci¨®n policial en Les Corts detecta a 50 chicas ejerciendo la prostituci¨®n
A las doce y media de la noche, el primer grupo de mujeres llega al aparcamiento en Barcelona. Caminan firmes sobre tacones de infarto, con el bolso agarrado bajo el brazo, y cerr¨¢ndose el abrigo para intentar cubrirse el cuerpo semidesnudo. El fr¨ªo arrecia en la ciudad. Sol¨ªcitas con los agentes que las escoltan, prefieren darles la espalda y mirar de frente a una verja muy alta. Les toca esperar a que la polic¨ªa compruebe qui¨¦nes son una a una.
En una operaci¨®n conjunta de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, 46 personas fueron identificadas la madrugada de ayer. La inmensa mayor¨ªa, mujeres que ejercen la prostituci¨®n en el barrio barcelon¨¦s de Les Corts. En concreto, en las inmediaciones de la zona universitaria. Captan a los clientes en la calle, y luego les suelen llevar a un aparcamiento en la calle de Baldiri Reixach. El lugar pas¨® ayer de ser el centro de la prostituci¨®n del barrio al punto de operaciones de la polic¨ªa. "Veo a un grupito de tres, espero que no salgan corriendo cuando nos acerquemos", se oye a trav¨¦s de la radio de uno de los agentes que espera en el aparcamiento. El mensaje suena pasadas las doce de la noche, en el inicio de la operaci¨®n, en la que participaron m¨¢s de 50 polic¨ªas. A los pocos minutos llegan las primeras mujeres, encogidas por el fr¨ªo. "No grab¨¦is, por favor, tenemos hijos", pide una de ellas, en cuclillas y con un abrigo en la cabeza, escondida detr¨¢s de un coche. Otra chica, a su lado, vestida con un ch¨¢ndal, se echa a llorar.
La Guardia Urbana multa con 2.250 euros a dos clientes por practicar sexo
"La prostituci¨®n se ha reducido casi a la mitad en poco m¨¢s de un a?o y medio", explica el inspector de los Mossos d'Esquadra Josep Saumell, responsable de la comisar¨ªa de Les Corts. Entonces, hab¨ªa unas 115 mujeres en la zona. En la operaci¨®n de ayer identificaron casi una cincuentena. Aunque admite que la cifra real es superior: la caravana policial y el fr¨ªo las ahuyenta.
Pero a pesar de eso, el goteo de chicas contin¨²a. A la una menos cuarto, frente al alambrado, hay un grupo de unas 22 mujeres, que se agarran a sus abrigos cada vez que sopla una racha de viento. La polic¨ªa inicia las identificaciones. Una chica, aparentemente muy joven, entra en uno de los furgones habilitados de los Mossos. "No s¨¦ nada", corta, reacia a hablar con la prensa.
A unos metros de ella, un hombre con el gesto serio lanza miradas esquivas a las mujeres que aguardan su turno. La polic¨ªa la custodia tambi¨¦n despu¨¦s de pillarla en un coche con una de ellas. La Guardia Urbana le ha multado con 2.250 euros por mantener relaciones sexuales en la calle. ?l lo niega.
La noche avanza, pero los agentes de paisano siguen llegando con m¨¢s mujeres. Esta vez, un grupo de nigerianas que suele captar clientes en la avenida de Chile, mientras que los transexuales eligen los aleda?os del Campo Nou. Los agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa se encargan de comprobar su situaci¨®n en Espa?a: 26 de ellas acaban en la Jefatura por infringir la Ley de Extranjer¨ªa.
La noche de identificaciones, g¨¦lida, se alarga hasta pasadas las tres de la madrugada. En ese tiempo, los agentes dan con otro cliente, al que tambi¨¦n sancionan. Adem¨¢s, multan a dos personas por llevar drogas, otras dos por conducir ebrias y a una tercera, drogada al volante. Tambi¨¦n detienen a un hombre reclamado por la justicia. Aunque el objetivo principal de la noche es la lucha contra la prostituci¨®n, y los hurtos que, en algunos casos, lleva aparejada.
Durante la operaci¨®n, dos trabajadores de una asociaci¨®n est¨¢n presentes para apoyar a las chicas. La polic¨ªa no multa a las prostitutas. Ser¨ªa una "doble victimizaci¨®n", sostiene el subinspector de la Guardia Urbana Eduard Fornells. En otros lugares de Barcelona, como Ciutat Vella, s¨ª las sancionan.
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