En el div¨¢n con el soldado Manning

La defensa de Bradley Manning no escatim¨® ayer adjetivos para describir a su cliente: aislado, solitario, violento, humillado y marginado, por ejemplo. En la vista judicial, el soldado, al que se acusa de filtrar cientos de miles de documentos clasificados a Wikileaks, opt¨® por presentarse como una v¨ªctima de la indolencia del Ej¨¦rcito. La parte central de esa estrategia es la identidad sexual de Manning. Durante a?os se defini¨® como homosexual. Solo en estas audiencias judiciales, el soldado se ha descubierto como transexual. Seg¨²n sus abogados, deber¨ªa haber sido expulsado antes de ser destinado a Irak, algo que habr¨ªa evitado las filtraciones.

En la vista de ayer, varios compa?eros de filas de Manning describieron diversos incidentes en los que el soldado hab¨ªa exhibido un comportamiento inusual. "Se le ve¨ªa corriendo solo por la base, por la noche, y la gente se re¨ªa, y le preguntaban ad¨®nde iba", testific¨® ayer el sargento Chad Madaras, que sirvi¨® con ¨¦l en Arizona, Nueva York e Irak. "Presenci¨¦ tambi¨¦n varias crisis de nervios", a?adi¨®. Una de ellas ocurri¨® hace dos a?os. Un superior le orden¨® que retirara un proyector. Manning se neg¨® e, de pronto, comenz¨® a tumbar sillas, gritando.

Ese superior era su responsable inmediato en la cadena de mando, el sargento Paul Atkins, que trat¨® de calmar a Manning. Pero posteriormente no present¨® informe alguno sobre ese incidente u otros similares, ocurridos entre octubre de 2009 y mayo de 2010 en la base de Hammer, cerca de Bagdad. El sargento recibi¨® en abril de 2010 una misiva de Manning en la que le confesaba que era transexual, y en la que adjuntaba una foto de ¨¦l vestido de mujer. Admit¨ªa, adem¨¢s, que ten¨ªa un ¨¢lter ego femenino en Internet, Breanna Manning.

El debate sobre la homose-xualidad o la transexualidad de Manning, que conoc¨ªan dos de los testigos militares interrogados, es crucial para la defensa, porque hasta diciembre del a?o pasado reg¨ªa en el Ej¨¦rcito de EE UU una ley que imped¨ªa a gais y lesbianas servir en el Ej¨¦rcito abiertamente. Si un soldado confesaba en p¨²blico que no era heterosexual, deb¨ªa ser expulsado inmediatamente. En el caso de Manning, sus abogados aseguran que su identidad sexual era por todos conocida.

Si se hubiera aplicado la ley, Manning no habr¨ªa acudido a Irak; no hubiera contactado con Julian Assange, fundador de Wikileaks, y no hubiera sustra¨ªdo cientos de miles de documentos.

La capit¨¢n Casey Fulton, que supervisaba el trabajo de Manning en el frente, asegur¨® que recomend¨® su suspensi¨®n despu¨¦s de que el soldado agrediera violentamente a una compa?era de filas, Jihrlean Showman.