El t¨¦cnico que se convirti¨® en la voz econ¨®mica del PP
Crist¨®bal Montoro Romero (Ja¨¦n, 1950) es un tipo soso, aburrido... repetible. Lo ha definido as¨ª, en diferentes entrevistas, quien mejor lo conoce: el propio Crist¨®bal Montoro. Doctor en Ciencias Econ¨®micas, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Cantabria, diputado en cinco legislaturas, exministro de Hacienda (2000-2004) y exeurodiputado, Montoro ha sido la voz del PP en cuestiones econ¨®micas en los ¨²ltimos tres a?os. Ahora estaba en todas las quinielas para formar parte del Gobierno del PP.
"Tiene posibilidades", dec¨ªa de ¨¦l un excompa?ero de Gabinete que ha acertado en el pron¨®stico. Porque Montoro tiene una amplia hoja de servicios. En ella se incluyen la autor¨ªa de los sucesivos planes liberalizadores del PP y los ajustes ¨²ltimos para la incorporaci¨®n de Espa?a a la uni¨®n monetaria europea en 1999, bajo la batuta del entonces vicepresidente Rodrigo Rato. "Crist¨®bal es de los de primera hora, de los del 93, del clan inicial, no de los del 96", asegura otro exministro de Aznar. Entre sus puntos d¨¦biles est¨¢ que no domina idiomas. No es un asunto menor. Est¨¢ casado y es padre de dos hijas.
Pero si no conecta con la modernidad en materia de idiomas, la base de su pensamiento s¨ª est¨¢ en sinton¨ªa con la ola de peticiones que llegan desde las organizaciones empresariales. En los noventa, Montoro ya propon¨ªa el freno a la presi¨®n fiscal, la flexibilidad en el mercado de trabajo y la contenci¨®n salarial. Sin medias tintas. Montoro, que en los ¨²ltimos tiempos ha a?adido barniz pol¨ªtico al perfil profesoral y t¨¦cnico, tiene facilidad, aseguran, para explicar de forma pedag¨®gica cuestiones econ¨®micas ¨¢ridas. Lo que no significa que siempre acierte en sus an¨¢lisis y exposiciones.
Todav¨ªa hay quien recuerda c¨®mo, siendo secretario de Estado de Hacienda, contribuy¨® a hundir la cotizaci¨®n en Bolsa de los grandes bancos al advertir, en plena crisis asi¨¢tica, de los riesgos asumidos por las entidades en Am¨¦rica Latina. Fue un lunar que lleg¨® a convertirse en absceso con el caso Gescartera. Por resumir: una agencia de valores que estaf¨® 120 millones de euros a miles de inversores y que ten¨ªa como mascar¨®n de proa (presidenta) a la hermana del secretario de Estado de Hacienda de entonces, Enrique Gim¨¦nez-Reyna, subordinado de Montoro. El secretario de Estado se vio obligado a dimitir y su hermana fue condenada a tres a?os y medio de c¨¢rcel. Pero aquello qued¨® atr¨¢s. Montoro, buen conocedor de las interioridades del PP, tiene como misi¨®n fundamental cuadrar n¨²meros. Y hacerlos cuadrar en y con las comunidades aut¨®nomas. No ser¨¢ una tarea f¨¢cil.
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