Un Gobierno de amigos y fieles
Rajoy se rodea de personas cercanas y opta por el t¨¢ndem De Guindos-Montoro - No hay vicepresidencia econ¨®mica y el m¨¢ximo poder es para S¨¢enz de Santamar¨ªa
Un hombre tan desconfiado como Mariano Rajoy solo pod¨ªa pensar en un Gobierno con gente muy pr¨®xima. Incluso amigos personales. Y eso es lo que ha hecho. Ante la duda, en el momento cumbre de su carrera pol¨ªtica, y con la decisi¨®n clave, que es la de elegir el Ejecutivo que se enfrentar¨¢ a la crisis, el l¨ªder del PP se ha rodeado de gente con la que lleva hablando casi a diario durante los ¨²ltimos 30 a?os, aut¨¦nticos ¨ªntimos, algo raro en pol¨ªtica.
Es lo que son Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo (Exteriores), Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (Interior), Miguel Arias Ca?ete (Agricultura), Ana Pastor (Fomento) o Jos¨¦ Manuel Soria (Industria). Todos altos funcionarios como ¨¦l, de su generaci¨®n y con mucha experiencia pol¨ªtica. Pero sobre todo amigos. Y el resto, pr¨¢cticamente todos son personas de su absoluta confianza, que le han acompa?ado en la larga traves¨ªa del desierto de la oposici¨®n. Un Gobierno absolutamente marianista, pues, para buscar una pi?a con tres exministros de Aznar.
De Guindos, exjefe de Lehman Brothers en Espa?a, hombre clave para Europa
El presidente hace que todo gire en torno a ¨¦l, como siempre, pero entrega todo el poder delegado a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que ser¨¢ la ¨²nica vicepresidenta. Para que no haya dudas en caso de conflicto. Para que hable con autoridad los viernes como portavoz. Para que los veteranos no cuestionen su poder.
Era una f¨®rmula de Gobierno abandonada ya hace mucho tiempo, desde la ¨¦poca en que Alfonso Guerra era la mano derecha de Felipe Gonz¨¢lez. Aznar siempre tuvo un vicepresidente econ¨®mico. Zapatero, tambi¨¦n. Ahora, en plena crisis, no la habr¨¢.
Todos los ojos estaban puestos en el equipo econ¨®mico, la clave para salir de la crisis. Los marianistas presionaban a favor de Crist¨®bal Montoro, la cara visible en la oposici¨®n. Otros sectores econ¨®micos ve¨ªan mejor a Luis de Guindos, que fue secretario de Estado de Econom¨ªa con Rodrigo Rato pero tambi¨¦n, despu¨¦s, responsable en Espa?a de Lehman Brothers, cuya ca¨ªda en 2008 dio inicio a la crisis financiera.
Era algo tan simb¨®lico en su biograf¨ªa que algunos dirigentes le descartaban por la imagen que puede dar de apuesta por el sector responsable de la crisis. Pero muchos lo ve¨ªan dentro porque ha sido durante estos a?os el asesor principal de Rajoy para cuestiones econ¨®micas. Tiene hilo directo con el mundo financiero y se mueve bien en la City de Londres precisamente desde su etapa en Lehman Brothers. Ahora estaba de consejero en Endesa y trabajaba en el Instituto de Empresa.
Al final Rajoy ha apostado por un t¨¢ndem. De Guindos se ocupar¨¢ de Econom¨ªa, la cartera clave para negociar con la Uni¨®n Europea los recortes en Espa?a -ser¨¢ el encargado de ir a los Ecofin-. Ah¨ª le apoyar¨¢ Garc¨ªa Margallo, un eurodiputado veterano con buenos contactos en Bruselas. Un ministro de Exteriores pensado para influir en la UE. De Guindos tambi¨¦n pilotar¨¢ la reforma financiera y negociar¨¢ con los bancos, la gran preocupaci¨®n de Rajoy. Dise?ar¨¢ ese posible banco malo y las fusiones que el presidente quiere promover. De Guindos es absolutamente fiel a Rajoy, pero tambi¨¦n es un hombre de Rato, el presidente de Bankia, una entidad con problemas clave en esas posibles fusiones.
Montoro se queda con Hacienda -repite el ministerio que tuvo con Aznar, igual que Arias Ca?ete, algo tambi¨¦n muy inusual-, pero se le a?ade Administraciones P¨²blicas. Montoro, un hombre cercano a Javier Arenas, ser¨¢ as¨ª el encargado de hacer pol¨ªtica de partido, de negociar con los barones auton¨®micos los recortes, de meter un gran tajo a la Administraci¨®n, despidos incluidos.
Para que no haya dudas de qui¨¦n manda, Rajoy presidir¨¢ la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos, con lo que dirimir¨¢ los posibles conflictos Montoro-De Guindos.
Es un Gobierno no solo muy de Rajoy. Tambi¨¦n es muy del PP, aunque sin barones territoriales. Hay tres independientes, relativos. Uno, De Guindos, ha estado en pol¨ªtica muchos a?os y nunca ha dejado ese contacto casi diario con Rajoy. Otro, Pedro Moren¨¦s, ministro de Defensa, es el m¨¢s t¨¦cnico, pero ya fue secretario de Estado de ese departamento con Eduardo Serra. Y el tercero, Jos¨¦ Ignacio Wert, la gran sorpresa del nuevo Gobierno, en el que se ocupar¨¢ de Educaci¨®n, es un soci¨®logo y conocido tertuliano vinculado al PP. De hecho, en una muestra m¨¢s de que el presidente solo se f¨ªa de sus fieles, Wert es la mano derecha de Pedro Arriola, el principal consejero de Rajoy, su gur¨² de las encuestas. Nunca ha querido ser ministro, y ahora ve ah¨ª a su hombre de confianza.
Tambi¨¦n es un Gobierno con claves internas. La principal es el pago a la fidelidad -Rajoy ha premiado solo a quienes le apoyaron en su crisis de liderazgo tras la derrota de 2008-. Y la fuerza de dos personas: S¨¢enz de Santamar¨ªa, que ya controla el grupo parlamentario a trav¨¦s de Alfonso Alonso, y Javier Arenas, el gran hombre fuerte en la sombra. Entre los dos han logrado que estuviera ah¨ª F¨¢tima B¨¢?ez (Trabajo), otro premio a la lealtad y una joven que baja la media de edad y sube el porcentaje de mujeres. Rajoy ha prescindido, como se esperaba, de la paridad.
Es el Gobierno m¨¢s maduro de la democracia, con una edad media de 55 a?os, tres m¨¢s que el ¨²ltimo de Zapatero. Tiene nueve hombres y cuatro mujeres, que representan solo el 28,5% del Gabinete (casi la mitad que el ¨²ltimo de Zapatero, 52,9%). Hay siete licenciados en derecho y cuatro en econ¨®micas. Y la vicepresidenta es, de lejos, la m¨¢s joven.
Otra de las sorpresas, por el escaso papel que parece tener, es Alberto Ruiz Gallard¨®n, un peso pesado que va a Justicia, sin apenas competencias. Rajoy no quiso juntar Justicia e Interior y s¨ª ha subsumido en otros, como se esperaba, Cultura, Administraciones P¨²blicas y Medio Ambiente. Con 13 ministerios, solo dos menos de los que hab¨ªa, es el Gobierno m¨¢s corto de la democracia.
Jorge Fern¨¢ndez es el m¨¢s conservador del Ejecutivo. Est¨¢ muy vinculado a las posiciones de la Conferencia Episcopal. Su colocaci¨®n en Interior es un gesto: un duro que no ser¨¢ criticado por algunos medios se encargar¨¢ de dirigir la pol¨ªtica m¨¢s delicada, la posibilidad del acercamiento de presos de ETA o terceros grados.
Ana Mato, una mujer del aparato del partido de siempre, tambi¨¦n ha visto premiada su lealtad con un ministerio (Asuntos Sociales). A Rajoy no le ha frenado que su exmarido estuviera vinculado al caso G¨¹rtel. Muchos la ve¨ªan en el partido de secretaria general. Su presencia indica que Dolores de Cospedal quiere seguir si¨¦ndolo. Habr¨¢ que ver qu¨¦ papel tendr¨¢ en el PP Esteban Gonz¨¢lez Pons, el gran descartado del Ejecutivo pese a su fidelidad a Rajoy. Federico Trillo, como estaba previsto, tambi¨¦n se queda fuera. Parece que ya no cab¨ªan m¨¢s fieles.
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