El retiro serrano de un chef de Madrid

Oteruelo es un precioso n¨²cleo de poblaci¨®n cuidadosamente apartado del gran movimiento que genera su hermana mayor Rascafr¨ªa, con el monasterio del Paular a los pies del parque natural de Pe?alara como gran referente tur¨ªstico de la zona. A la hora de comer, lejos del bullicio y de la caracter¨ªstica oferta de asadores de la sierra madrile?a, ha abierto hace pocas semanas este restaurante de ambiente muy casero y familiar.

El complemento que plantea La Fuentada a la oferta de la zona es sencillo: "No somos un gran asador de carnes rojas ni una cocina innovadora o de fusi¨®n, sino una apuesta por lo tradicional y el buen producto local de temporada", seg¨²n Gabriel Cavestany, que se form¨® en el hotel Santo Mauro de Madrid y tambi¨¦n fue jefe de cocina en el hotel Urban. En su nuevo local peque?o y recogido, que es el ¨²nico restaurante del pueblo, se insiste en que todo est¨¢ "hecho en casa" y que los guisos de cuchara de toda la vida (lentejas, callos con garbanzos) no son platos de orden menor o menos elaborados.

Adem¨¢s, en el despegue de La Fuentada ya se han consolidado la ensalada de queso fresco casero, las paletillas de conejo asadas y los arroces de setas o chipirones como los platos m¨¢s solicitados. "Como comer en casa" puede que sea un formidable t¨®pico culinario, pero aqu¨ª se justifica, si por comer en casa entendemos comida en la sierra que "sienta bien". Este local donde la comida "sienta bien" ha estado esperando las tard¨ªas lluvias de este oto?o en Madrid para incorporar las setas a su carta, y ya en invierno ir¨¢ sumando productos de caza de proveedores locales.

En la oferta de postres, de nuevo ¨ªntegramente elaborados in situ, mencionar la tarta tatin de manzanas del valle del Lozoya. Vinos de Madrid, La Rioja y la ribera del Duero, as¨ª como de Jumilla y el ribeiro San Clodio, terminan de justificar esta parada en la bell¨ªsima ruta de aproximadamente diez kil¨®metros que separan las localidades de Rascafr¨ªa y Lozoya.