La tasa que espantar¨¢ al turista de bocadillo
La Generalitat planea un pago de entre uno y tres euros por noche en los alojamientos catalanes - El sector teme que ahuyente al visitante, en especial al del 'todo incluido' - Par¨ªs o Roma ya cobran
Imagine que est¨¢ preparando sus vacaciones y tiene que elegir entre dos destinos. ?Afectar¨ªa a su decisi¨®n que en uno de ellos el hotel, aparte de la tarifa normal, le cobrara cada noche un impuesto de entre uno y tres euros destinado a promoci¨®n tur¨ªstica? Los empresarios de Catalu?a creen que no se lo pensar¨¢ dos veces y se decantar¨¢ por visitar otro sitio m¨¢s barato. Por eso ha iniciado una guerra contra la tasa tur¨ªstica que la Generalitat present¨® el martes. El Gobierno auton¨®mico defiende que otros destinos como Par¨ªs y Roma cobran a los turistas y calcula que ingresar¨¢ 100 millones de euros con ella. Varios expertos coinciden en que la marca tur¨ªstica de Catalu?a es fuerte y soportar¨¢ el impuesto. Aun as¨ª, los hoteleros temen que ahuyente a los visitantes, sobre todo a los que llegan a trav¨¦s de ofertas y turoperadores.
Los hoteleros tumbaron la 'ecotasa' de Baleares al primer a?o
La recaudaci¨®n en Catalu?a no ir¨¢ a ecolog¨ªa, sino a promoci¨®n tur¨ªstica
Los expertos creen que la medida puede afectar a hoteles de bajo coste
"La tasa quiz¨¢ sirva para mejorar la calidad del turismo", dice un profesor
"Si subo el precio, mis clientes se ir¨¢n a Castell¨®n", teme el due?o de un 'camping'
El sector no ha participado en la creaci¨®n de la norma
La tasa tur¨ªstica no es nueva. No solo ha habido experiencias fuera de Espa?a. Baleares comenz¨® a cobrar una en mayo de 2002. Era una ecotasa, destinada a paliar los efectos medioambientales que generaban los for¨¢neos en las islas destinando los fondos, por ejemplo, a la rehabilitaci¨®n de zonas naturales o su compra para uso p¨²blico. Se abonaba en hoteles y pensiones. Entre 0,25 y 2 euros por d¨ªa y persona sobre el precio de la estancia. En 2003 fue derogada, tras generar una dura guerra entre los empresarios y la administraci¨®n balear que pas¨® factura al presidente de la Comunidad, el socialista Francesc Antich. Los hoteleros se alinearon con el PP, machacaron la ecotasa y los populares la derogaron en cuanto llegaron al poder.
"No es lo mismo la ecotasa balear que la que quiere imponer Catalu?a. Para empezar, porque hay una coyuntura distinta. Los catalanes en plena crisis no se quejar¨¢n porque es una tasa que no sale de su bolsillo. Ellos ya est¨¢n haciendo muchos esfuerzos [el Gobierno pretende, por ejemplo, que paguen un euro en las farmacias por cada medicamento con receta], y por una vez se exige algo a los visitantes que disfrutan de los servicios y la infraestructura", apunta Ricard Santom¨¤, subdirector de TSI-Turismo Sant Ignasi, centro de la Universitat Ramon Llull. "No es una tasa que mira por la pela, sino por el futuro", defiende. ?Y los visitantes lo aceptar¨¢n? Para Santom¨¤, lo importante es que se explique que ese gasto les acabar¨¢ beneficiando a ellos tambi¨¦n, porque si se usa correctamente el dinero de la tasa tur¨ªstica ir¨¢ destinado a modernizar e innovar en el sector.
Los que usen hoteles, apartamentos, casas rurales, pernocten en cruceros atracados en un puerto o en campings pagar¨¢n el impuesto para promoci¨®n del turismo. Tres euros si es un hotel de cinco estrellas o un crucero. Dos euros para los de cuatro estrellas. Un euro por persona y noche en el resto. Como m¨¢ximo se pagar¨¢ diez noches seguidas. Lo cobrado ir¨¢ a un fondo que gestionar¨¢ la recaudaci¨®n. Transferir¨¢ un 25% de los fondos a los municipios, a repartir en funci¨®n de lo que recauden sus establecimientos, para que hagan promoci¨®n local. Y el resto se destinar¨¢ a promover el turismo. Un concepto amplio, ya que puede incluir la contrataci¨®n de campa?as publicitarias o ferias y congresos, pero tambi¨¦n subvenciones a aerol¨ªneas como Ryanair o el pago de infraestructuras que beneficien al turismo. ?Un metro hasta el aeropuerto? De momento, nadie ha dicho que no se pueda dedicar a eso.
Con un formato u otro, muchos destinos cobran a los turistas solo por ser turistas. En EE UU, por ejemplo, los extranjeros que no tramitan visado deben pedir una autorizaci¨®n electr¨®nica para entrar al pa¨ªs por cualquier aeropuerto. Cuesta 14 d¨®lares (m¨¢s de 10 euros). En Francia la llamada taxe de s¨¦jour se cobra en los alojamientos de los principales municipios tur¨ªsticos, entre ellos Par¨ªs. El origen del impuesto se remonta a 1910, se paga tanto en hoteles como en campings. Su recaudaci¨®n (entre 0,20 y 1,50 euros, seg¨²n el municipio y la categor¨ªa del establecimiento) va destinada a mejorar desde los senderos de la monta?a a las oficinas de turismo. Roma instaur¨® a principios de este a?o (no sin revuelo) la tassa di soggiorno, con un esquema casi igual al que pretende Catalu?a: de uno a tres euros seg¨²n la categor¨ªa del hotel y diez noches de m¨¢ximo. Como la capital, otros municipios italianos pueden decidir una tasa para llenar sus arcas. Los alojamientos habituales para turistas en Marruecos tambi¨¦n tienen un impuesto de estancia y en algunos casos, otro de promoci¨®n tur¨ªstica.
A pesar de que la lista de experiencias es larga, el sector del turismo catal¨¢n insiste en que hay muchos lugares que siguen sin aplicar tasas, para empezar, el resto de Espa?a. En un comunicado que enviaron patronales catalanas (incluyendo las dos m¨¢s grandes, Pimec y Fomento del Trabajo), asociaciones de hosteleros y C¨¢maras de Comercio se?alaron que la tasa tur¨ªstica "genera un verdadero agravio comparativo" con respecto al "resto de las destinaciones tur¨ªsticas del Estado espa?ol" y ante otros competidores. ?Est¨¢n fundados sus temores?
"El problema no es tanto de cara al consumidor privado como al que viaja con turoperadores. Los destinos con paquetes de todo incluido van a sufrir, porque atraen turistas que deciden el destino por precio. Esos establecimientos ya soportan unos m¨¢rgenes de beneficio muy bajos, y trasladar la tasa a los clientes puede hacer que baje su ocupaci¨®n", opina Bruno Hall¨¦, de la consultora Magma-TRI Hospitality Consultingmo. Por ejemplo, una familia brit¨¢nica de cuatro personas con dos hijos adolescentes (pagan todos los mayores de 12 a?os) que quiera pasar una semana de verano en un hotel de cuatro estrellas de Lloret de Mar o de Salou, en cuesti¨®n de tasa deber¨¢ pagar 57 euros en total. Si compra un paquete en Benidorm o en Torremolinos no pagar¨¢ ese impuesto.
"La cuesti¨®n es que si el turista que viaja, por ejemplo a Salou, lo hace solo por precio bajo y ni siquiera es consciente de d¨®nde va. A lo mejor no pasa nada si por la tasa no elige Catalu?a", lanza Santom¨¤. "Llevamos a?os diciendo que los destinos deber¨ªan huir del turismo de borrachera. Si alguien cree que pagar un euro por noche para que las instalaciones sean m¨¢s adecuadas es un abuso, a lo mejor no es el cliente que interesa. La tasa puede contribuir a la calidad", abunda el experto.
Los hoteleros no tienen tan claros los beneficios. "La gente del Gobierno debe de ser muy rica si piensa que unos euros m¨¢s no influyen en la decisi¨®n que toman los turistas", dice enojado Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona. "Hoy los turistas miran en Internet, y pueden decidirse entre uno y otro destino por cuesti¨®n de un euro. No saben el mal que est¨¢n haciendo con esa tasa", a?ade. Los hoteleros se sienten, adem¨¢s, traicionados, y no lo esconden, porque cre¨ªan que CiU era un aliado y ha terminado por imponerles el tributo y por la espalda. Se enteraron de los detalles el d¨ªa que su proyecto sali¨® publicado acompa?ando al proyecto de presupuestos de la Generalitat.
Los campings de Catalu?a son el sector tur¨ªstico que m¨¢s se opone a la tasa. Especialmente, si se aplica tambi¨¦n en temporada baja. Argumentan que ser¨¢ dif¨ªcil captar nuevos clientes y temen perder a los habituales. En el camping Alfacs, en Alcanar, en el sur de Tarragona, cobran 15 euros por pareja y noche en temporada baja. "Con el impuesto y el IVA la factura subir¨ªa m¨¢s de dos euros, es de decir, un incremento superior al 20%; es abusivo", dice el propietario, Mario Giani. En verano, el precio ronda los 25 euros por pareja. En esta poblaci¨®n costera de Catalu?a hay otros dos campings. Se han reunido con representantes del ejecutivo catal¨¢n, sin conciliar posiciones. "Ya hemos hecho grandes esfuerzos por desestacionalizar bajando las tarifas, no pueden hacernos esto", dice Giani. Adem¨¢s, limitan con la Comunidad Valenciana, donde la tasa no va a implantarse, con lo que temen una fuga de clientes hacia Pe?¨ªscola o Vinar¨°s. "Solo nos separan 8 kil¨®metros. Pisar el acelerador en una caravana y recorrerlos es muy f¨¢cil", argumenta el director del camping Alfacs.
En la Costa Dorada los hoteleros tambi¨¦n se llevan las manos a la cabeza. "Somos el ¨²nico sector que, en 2011, se ha empezado a recuperar un poco de la crisis. La tasa ser¨¢ una sangr¨ªa y es un peligro gravar a los que estamos remontando", dice Josep Maria Baiget, director del apartahotel Internacional II, en Salou. En temporada baja, puede llegar a cobrar 20 euros por un apartamento de cuatro personas. El complejo tiene 200. "El cliente no vendr¨¢ si subimos la tarifa un 20% en impuestos, con lo que acabaremos cerrando y la temporada ser¨¢ m¨¢s corta. Perjudicar¨¢ a empresarios y trabajadores", concluye Baiget.
"La tasa afectar¨¢ a algunos establecimientos, eso seguro. Pero lo esencial es controlar a qu¨¦ se destina despu¨¦s lo recaudado. Porque si de verdad va a promoci¨®n tur¨ªstica de calidad, puede llegar a compensar", cree Hall¨¦. Algunos turistas huir¨¢n de la tasa, pero otros vendr¨¢n gracias a lo que se haya generado por su aplicaci¨®n. "El control del fondo debe ser p¨²blico-privado. Y debe estar representado todo el sector, muy atomizado, para que no haya grietas", apunta el consultor.
Tanto el Ayuntamiento de Barcelona y otro organismo como Turismo de Barcelona han pedido que se consens¨²en los detalles de la tasa, que todav¨ªa tiene que ser aprobada por el Parlamento catal¨¢n (donde CiU tiene mayor¨ªa absoluta). "Se deb¨ªa haber contactado con el sector, al menos para que influyera en c¨®mo se aplicar¨¢. ?Por qu¨¦ entre uno y tres euros por noche y un m¨¢ximo de diez d¨ªas? Quiz¨¢ se podr¨ªa haber modulado por temporada alta y baja, o por zonas tur¨ªsticas, o durante menos d¨ªas... Los empresarios conocen su situaci¨®n y podr¨ªan aportar las claves para que todo el mundo salga beneficiado", defiende Santom¨¤.
"Se echa en falta una maduraci¨®n previa y un consenso con el sector hotelero, al que se hace responsable ¨²nico de aplicarla sobre el contribuyente final cuando muchos otros sectores se benefician con el consumo tur¨ªstico [comercio, transporte, etc.]. Sin olvidar que existe una bolsa de oferta no reglada, completamente opaca a esta medida", coincide Juan Gallardo, de la consultora especializada en hoteles Bric Global. Adem¨¢s, cree, como el resto de expertos, que Barcelona ser¨¢ menos sensible a un pago as¨ª, pero en ciertos municipios dos euros pueden ser claves para perder clientes. "Existe el riesgo evidente de que acaben asumiendo el importe de la tasa los propios hoteleros, ya que costar¨¢ mucho explic¨¢rsela al cliente antes de la venta al formar parte del precio final", advierte Gallardo. Los hoteleros, de momento, ni quieren pagar ni que usted tenga que hacerlo, pero tampoco renuncian a la promoci¨®n tur¨ªstica, la apertura de nuevos mercados rusos o indios o las aerol¨ªneas de bajo coste.
Los impuestos de los viajeros
- Los turistas, al margen de cumplir con la fiscalidad del pa¨ªs que visitan (pagar el IVA si son comunitarios, por ejemplo), en muchos lugares deben abonar en grav¨¢menes por el hecho de ser turistas.
- Francia. Los establecimientos de municipios considerados tur¨ªsticos cobran una taxe de s¨¦jour. El origen del impuesto data de 1910. Va de los 0,20 a los 1,5 euros, seg¨²n decida el municipio y seg¨²n la categor¨ªa del establecimiento o el camping donde recale el visitante. En los hoteles de Marruecos, tambi¨¦n hay tasa por estancia y promoci¨®n tur¨ªstica.
- Italia. Permite a los municipios aplicar una tasa por estancia, la tassa di soggiorno. Roma ya la aplica y es muy similar a la que quiere imponer Catalu?a: entre uno y tres euros, seg¨²n la categor¨ªa del establecimiento, y diez noches m¨¢ximo. Venecia ha aprobado este gravamen diferenciando la situaci¨®n de los hoteles (en el centro los turistas pagan m¨¢s por pernoctar).
- En el aeropuerto. Al margen de las tasas aeroportuarias habituales, en EE UU hay que abonar 14 d¨®lares cuando se vuela a cualquier ciudad, en concepto de gesti¨®n por el permiso de acceso. En Cuba exigen el pago de 20 euros a los turistas al abandonar la isla. En Alemania se paga un impuesto verde en los vuelos.
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