Pintura sin pintura
David Rodr¨ªguez Caballero lleva m¨¢s de una d¨¦cada explorando en su obra a trav¨¦s de materiales como el aluminio, el vinilo o la terracota. Desde su estudio en TriBeCa consolida su carrera internacional
Es joven, cosmopolita y juega en la primera divisi¨®n mundial del arte. David Rodr¨ªguez Caballero (Pamplona, 1970) ha superado la categor¨ªa de joven promesa que durante los ¨²ltimos a?os ha cultivado en la cantera de la galer¨ªa Marlborough: el pr¨®ximo febrero inaugurar¨¢ su primera exposici¨®n individual en el espacio que la firma ocupa en Chelsea, la meca neoyorquina del arte contempor¨¢neo. En noviembre, su trabajo se expondr¨¢ tambi¨¦n en la sede madrile?a de su galer¨ªa.
El artista, que a principios de 2011 se estableci¨® en Nueva York "para refrescar ideas y dar el salto internacional", mantiene tambi¨¦n abierto su estudio de Arganda del Rey. Vive a golpe de avi¨®n y sus proyectos le pueden llevar a La Rioja -en noviembre inaugur¨® en el Museo W¨¹rth la exposici¨®n Glaciers, Glaciares- o a trabajar con un ceramista leon¨¦s en sus piezas de terracota. En Nueva York ha abierto estudio en TriBeCa, un barrio que en su d¨ªa ocuparon espacios de uso industrial y comercial de amplias superficies y alt¨ªsimos techos. No es la primera vez, sin embargo, que Rodr¨ªguez Caballero vive en la Gran Manzana. En 1998 lleg¨® becado por el Gobierno navarro. Durante ese periodo trabaj¨® en el MoMA y el Guggenheim y aprendi¨® c¨®mo se mueve la tramoya del circuito del arte, no solo en su faceta institucional, sino tambi¨¦n en la comercial.
Tambi¨¦n entonces inici¨® una b¨²squeda art¨ªstica en la que se ha mantenido coherente a lo largo de los a?os: lo que ¨¦l llama "pintar sin pintura", una exploraci¨®n de las cualidades pict¨®ricas a trav¨¦s de materiales aparentemente tan ajenos a ellas como el aluminio o el vinilo. Nueva York le ha hecho avanzar en una direcci¨®n concreta: "Ahora estoy m¨¢s centrado en el tema escult¨®rico, en obras monumentales, de hasta nueve metros de altura, y tambi¨¦n en obra exenta para interiores", afirma. "El trabajo que estoy haciendo tiene un car¨¢cter m¨¢s arquitect¨®nico, quiz¨¢s por la influencia de los rascacielos". La ciudad le aporta, asegura, "calidad, referencias y pulsi¨®n vital". Tambi¨¦n un c¨ªrculo de amistades en el que predominan los m¨²sicos y alg¨²n que otro artista pl¨¢stico, como Manuel Vald¨¦s, otro neoyorquino de adopci¨®n y compa?ero de filas en la Marlborough.
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