Contra el reba?o digital. Un manifiesto

Ensayo. ?Y si las personas estuvieran por encima de la tecnolog¨ªa? Jaron Lanier une el mundo art¨ªstico con la investigaci¨®n acad¨¦mica y tecnol¨®gica. Se le considera el padre del t¨¦rmino realidad virtual y la revista Time le ha destacado entre las 100 personalidades m¨¢s influyentes de 2011. Con este aval invita a reflexionar de su mano sobre c¨®mo se fundamenta la interacci¨®n entre personas y m¨¢quinas. Plantea, por ejemplo, c¨®mo al utilizar un programa el propio individuo comienza a pensar como si tambi¨¦n fuese un programa, siguiendo un patr¨®n determinado.

Contra el reba?o digital, traducci¨®n no demasiado ajustada a su t¨ªtulo original You're not a gadget: A manifesto (No eres un cacharro: un manifiesto), propone una visi¨®n humanista del uso de la tecnolog¨ªa. Invita a recordar que desde el iPhone que va en un bolsillo al ordenador del trabajo, est¨¢n creados por humanos. Nada de lo que se crea en Palo Alto, cuya evoluci¨®n ha seguido de cerca, ha salido de la nada, todo comienza en la mente de alguien. Esta visi¨®n se convierte en una constante en cada cap¨ªtulo.

A lo largo de su carrera Lanier ha trabajado en proyectos clave, quiz¨¢ no los m¨¢s exitosos pero s¨ª los que han servido para abrir nuevas puertas y negocios pr¨®speros. En 1985 estaba en Atari, donde se crearon los primeros videojuegos dom¨¦sticos. A?os despu¨¦s se embarc¨® en la aventura de crear una realidad virtual, Second Life. No triunf¨®, pero fue el comienzo de la proyecci¨®n del ser humano en un avatar virtual. Su ¨²ltima aventura fue de la mano de Microsoft, algo que no parece muy acorde con su visi¨®n indie, para desarrollar Kinect, un sensor que captura el movimiento humano y por el momento se utiliza en su consola XBOX 360, aunque pronto se utilizar¨¢ en campos como la medicina, la educaci¨®n y la seguridad.

Uno de los mayores conocedores de Internet desde su nacimiento alza su voz para alertar sobre su deriva. Jaron Lanier opina que es necesario reflexionar y pensar por qu¨¦ el negocio est¨¢ en la publicidad en lugar de los contenidos, en generar informaci¨®n llamativa en lugar de profundizar en la misma o buscar nuevas formas narrativas. No se salvan ni las aplicaciones de iPhone y Android, tan de moda.

En su opini¨®n, el totalitarismo digital es la nueva amenaza para el orden social, como lo fueron el fascismo y el comunismo anteriormente. Lejos de alinearse en el bando de los tecn¨®fobos, Lanier lanza un manifiesto pidiendo la reinvenci¨®n de Internet y sus aplicaciones, pensando en el individuo m¨¢s que en las m¨¢quinas, en la utilidad m¨¢s que en la rentabilidad, en el progreso m¨¢s que en el resultado inmediato.

La posibilidad de hacer del usuario parte activa de la Red es, para muchos, como la revista Time, la revoluci¨®n que ha dado protagonismo al ser humano frente a las m¨¢quinas. Lanier considera el conjunto de estas webs que conforman en la denominada web 2.0 lo contrario, casi una forma de alienaci¨®n. Para este tecn¨®logo la creaci¨®n colectiva es una forma de despersonalizaci¨®n que promueve la "mentalidad de colmena". Incluso va un paso m¨¢s all¨¢, considera la Wikipedia, la enciclopedia en la que cualquiera puede editar, como la mejor forma de anular diferentes puntos de vista. No falta la provocaci¨®n con un punto c¨®mico: "Leerla es como leer la Biblia. Es una mezcla de voces an¨®nimas, diversos autores y editores con hechos que son dif¨ªciles de contrastar".

El autor pide, con una gran facilidad para hacer que el lector se identifique y siga en la lectura, que se vuelva a la refundaci¨®n de Internet, que se obvien los gritos e insultos que inundan la Red para suplirlos por libertad de pensamiento, lejos de las masas.

La obra deja al lector con algunas dudas en caso aceptar sus propuestas: ?es tarde para cambiar el rumbo? ?Qui¨¦n lleva el tim¨®n de Internet? Consciente de que la visi¨®n cr¨ªtica sobre la web 2.0 que propone, el autor permite que el libro tenga vida m¨¢s all¨¢ de las p¨¢ginas de papel. En su web ha incluido un apartado para dudas y debates de los lectores: http://www.jaronlanier.com/gadgetcurrency.html Resulta una forma novedosa, y en su caso consecuente con lo que proclama, de seguir la conversaci¨®n. Algunas de las contestaciones son tan interesantes como la obra en s¨ª. Jaron Lanier explica, por ejemplo, que no le interesa estar en Twitter y Facebook, aunque le sirviera para vender m¨¢s libros.