Kiro Gligorov, un hombre de paz con demasiados enemigos
Fue el primer presidente de Macedonia
A Kiro Gligorov (Štip, actual Macedonia, 1917), fallecido durante el sue?o el primer d¨ªa del a?o, se le puede atribuir un raro logro: aunque lider¨® la tercera secesi¨®n -tras Croacia y Eslovenia- de la antigua Yugoslavia, en septiembre de 1991, consigui¨® mantener a su pa¨ªs al margen de las guerras originadas por la fragmentaci¨®n de la antigua Yugoslavia en la d¨¦cada de los noventa.
El forjador de la actual Rep¨²blica de Macedonia particip¨® activamente en la lucha partisana frente a la Italia de Mussolini y sus t¨ªteres fascistas. Acabada la II Guerra Mundial, se convirti¨® en un destacado miembro de la nomenklatura comunista y al iniciarse la voladura de la Yugoslavia de Tito presid¨ªa la rep¨²blica socialista federada de Macedonia.
Al ser elegido presidente tras la escisi¨®n, en enero de 1992, no ten¨ªa las cosas f¨¢ciles. Su peque?a naci¨®n -tiene una extensi¨®n algo mayor que Badajoz y unos dos millones de habitantes- estaba atenazada por la Serbia de Slobodan Milosevic, Bulgaria y Albania -pa¨ªses todos que ten¨ªan sus propios contenciosos ¨¦tnicos y nacionalistas con Macedonia- de un lado; de otro, por el bloqueo de Grecia, que consideraba que la flamante rep¨²blica usurpaba su nombre, historia y s¨ªmbolos patrios. Sin embargo, su capacidad para negociar con Occidente, su destreza para tratar con el esquinado Milosevic y, sobre todo, su habilidad para distribuir con equidad parcelas de poder entre las m¨²ltiples facciones del mosaico macedonio lograron evitar que su pa¨ªs naufragara en la cat¨¢strofe de los noventa.
En 1995 sobrevivi¨® por poco a un atentado en Skopie. Era un hombre de paz con demasiados enemigos, internos y externos: a¨²n no se sabe cu¨¢l o cu¨¢les de ellos estaban tras el intento de asesinato.
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