?Qu¨¦ esconde un Stradivarius?
Ni siquiera en el mundo de los violines cualquier tiempo pasado fue mejor. Los afamados Stradivarius, creados por Antonio Stradivari (1644-1737), parece que no suenan mejor que los violines fabricados estos a?os, seg¨²n atestigua un estudio efectuado por Claudia Fritz, de la Universidad de Par¨ªs.
La investigadora reuni¨® en Indian¨¢polis (Estados Unidos) en 2010 a 21 violinistas profesionales para que probaran seis violines, de los que dos eran Stradivarius de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII, otro era un Guarneri del Ges¨´ de 1740, y los tres restantes reci¨¦n salidos de f¨¢brica, eso s¨ª, de alt¨ªsima gama.
Los m¨²sicos tocaron con todos los violines llevando gafas de soldador, para que no pudieran distinguir unos de otros, y se hab¨ªa perfumado la parte del instrumento m¨¢s pr¨®xima a la nariz del ejecutante para que el aroma a madera vieja no diera pistas. Los concertistas estaban, adem¨¢s, separados por cortinajes de forma que no pudieran comunicarse y ten¨ªan que valorar cada instrumento por comodidad de manejo, proyecci¨®n, respuesta y colores tonales. El resultado fue el mayor golpe imaginable a un prestigio multisecular.
Una clara mayor¨ªa prefiri¨® lo nuevo a lo antiguo, uno de los dos Stradivarius fue el peor valorado, y los artistas se mostraron incapaces de distinguir lo viejo de lo nuevo.
Los tres violines antiguos est¨¢n valorados unas 100 veces m¨¢s que los instrumentos nuevos.
No es de aventurar, sin embargo, que el descubrimiento vaya a afectar a la cotizaci¨®n de esas joyas de ¨¦poca, porque aunque solo fuere como objetos de coleccionista, los Stradivarius seguir¨ªan siendo valios¨ªsimos. El taller del gran maestro italiano fabric¨® un gran n¨²mero de tan bellos instrumentos, pero solo se conservan 650.
La moraleja de esta historia es la de que es una insensatez comparar lo viejo con lo nuevo, atribuyendo cualidades especiales a uno u otro, y m¨¢s a¨²n a lo viejo por el solo hecho de serlo. Lo que importa, dicen los expertos, es que el viol¨ªn est¨¦ bien proporcionado y sea un trabajo plenamente profesional. La antig¨¹edad no le da un bouquet especial, como ocurre con el vino, ni siquiera a la obra de tan excelsos maestros.
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