Amargo rosc¨®n
Ya pasaron las fiestas y encaramos la cuesta de enero con m¨¢s agon¨ªas que nunca. No es solo que nos hayamos gastado lo que no ten¨ªamos y que ahora habr¨¢ que apretarse el cintur¨®n. Es mucho peor: igual que al que le toc¨® el haba en el rosc¨®n de Reyes, se nos ha puesto una cara de tonto de aqu¨ª no te menees. Se diga lo que se diga, eso de que un se?or se presente a las elecciones jurando que no va a subir los impuestos y que a la semana te los eleve como jam¨¢s se hab¨ªa hecho, es muy fuerte. Aunque siempre puede ser peor. Por ejemplo, a casa nostra. El negro a?o nuevo espa?ol pinta aqu¨ª nig¨¦rrimo: m¨¢s recortes a¨²n (?qu¨¦ tendr¨¢n contra los empleados p¨²blicos?) y ni una sola medida para dejar de liderar el paro y la deuda. Con el agravante de que, como los mandamases anteriores eran del mismo partido, encima no se atreven a echarles la culpa. Ya comprendo que gestionar una comunidad en bancarrota es muy duro y que exige un permanente esfuerzo de responsabilidad. Hasta el momento, los nuevos responsables de la Generalitat son bastante mejores que los precedentes y van haciendo lo que pueden. Pero si el propio Rey ha desautorizado a su yerno y el presidente de Baleares echa pestes de su predecesor, no veo la raz¨®n por la que aqu¨ª hay que seguir disimulando. Nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino y nos cuentan que el reajuste de hace unos d¨ªas en el Consell "nos permitir¨¢ tener una interlocuci¨®n privilegiada con Moncloa". Y dos huevos duros. A Moncloa no se le ha ocurrido mejor idea que enviar al ministro de Exteriores (?) para la toma de posesi¨®n del gobernador civil (?y jefe provincial del Movimiento?) como si fu¨¦ramos una colonia. ?Es que no hay m¨¢s valencianos en el Gobierno? Pues no, y todos sabemos que alguno, que deber¨ªa estar, ha pagado los platos rotos. Pasa lo mismo con Emarsa: que la alcaldesa de Valencia no control¨® debidamente la gesti¨®n del (presunto) delincuente y (manifiesto) incompetente al que puso al frente de la entidad es una evidencia: mirar hacia otro lado no va a resolver nada. Como tampoco se entiende a qu¨¦ se refer¨ªa el expresidente Camps cuando proclamaba ufano que todos envidiaban la prosperidad de la Comunidad Valenciana, "donde se hacen bien las cosas": ?Tal vez a que el Banco de Espa?a acaba de tener que avalarnos para no quebrar?
Hombre, los votantes valencianos hemos demostrado ser bastante infelices, mas todo tiene un l¨ªmite. Nos resignamos a que no nos haya tocado el premio del rosc¨®n, pero la ruina de las arcas auton¨®micas ya pasa de casta?o oscuro. Un pueblo sin futuro es capaz de hacer las mayores barbaridades. Lo que los valencianos -que est¨¢n m¨¢s que jodidos- piden a gritos es una inmensa catarsis: m¨¢s autocr¨ªtica y menos autocomplacencia, fuera asesores, fuera eventos, los financieros sinverg¨¹enzas al trullo, los pol¨ªticos que nos hundieron a la picota y cosas as¨ª. ?Qu¨¦ bruta es esta gente!
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